El sábado 26 de enero, Fernando Alonso va a participar en las 24 Horas de Daytona, una carrera que organiza la IMSA. El asturiano empieza de esta manera su vida post Formula 1, pero aparentemente está más feliz que nunca. Al dos veces campeón del mundo se le ha podido ver en el paddock bailando y pasando un gran rato junto a sus compañeros de profesión, tanto de su equipo, como rivales.

El piloto español partirá en la sexta posición de la parrilla. Pese a que no estará en la primera fila, la carrera es tan larga que todo puede pasar. La situación del piloto de Cadillac- en este ocasión, puesto que normalmente corre el WEC con Toyota- es muy distinta en esta temporada a la que fue la temporada pasada, en la que participó dentro de otra categoría.

Cuando Alonso llegó a Florida el pasado enero de 2018, afrontaba su primera prueba de resistencia. Le iba a servir de preparación para la Supertemporada que iba a encarar con Toyota Gazoo Racing. Ahora quiere ganar, y como ha demostrado una y otra vez, el asturiano no necesita un alto grado de seriedad para luego rendir al máximo cuando se quede solo frente al volante.

La experiencia del dos veces campeón del mundo de Formula 1 en este tipo de carreras ya es amplia. Pese a solo haber competido en Daytona y Spa el año pasado, pudo hacerse con la victoria en las 24 Horas de Le Mans, el desafío más complicado al que se enfrentó el por aquel entonces piloto de McLaren.

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