Buffon celebra la victoria de Italia.

Buffon celebra la victoria de Italia. Reuters

Eurocopa

Quién dijo que Italia no estaba entre las favoritas

La selección dirigida por Antonio Conte aplasta a Bélgica en su primer partido en la Eurocopa de Francia (0-2). Giaccherini y Pellé anotaron los goles de la victoria.

13 junio, 2016 23:16

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Italia no reluce con el mismo brillo que en otros tiempos: ni sus jugadores se pavonean sobre el terreno de juego con el mismo glamour ni poseen la misma calidad que antaño. Sin embargo, una vez más, el conjunto de Antonio Conte saltó a disputar una fase final de una Eurocopa y puso sus cartas sobre la mesa. Es decir, hizo lo que todos esperaban: defender y ser competitiva. Y, de paso, hacerse con los tres puntos ante Bélgica (0-2) con sendos goles de Giaccherini y de Pellé, que anotó el segundo en el último minuto.


Decían las previas que Italia era clara candidata a caer en la primera fase. Que si no contaba con grandes jugadores, que si estaba en decadencia… Pues dio igual. Su defensa sigue siendo tan rocosa como siempre, su centro del campo -con De Rossi al frente- se asemeja al de otros tiempos y su ataque, también en duda, no desmereció. En su conjunto, con el 5-3-2 clásico de Conte -el mismo con el que ganó tres veces la Serie A con la Juventus-, la Azurra no palideció ante su historia pasada. Todo lo contrario, volvió a ser competitiva. Y además lo hizo contra la que dicen que sería la revelación del torneo.


Con su particular ‘BBC’ (Bonucci, Barzagli y Chiellini) como principal argumento, Italia armó su juego desde la defensa, dejó controlar a Bélgica y lo apostó todo al contraataque. Y el plan le salió a la perfección. En la primera mitad, De Rossi le puso un balón largo a Giaccherini para que éste controlara dentro del área e hiciera el primer gol en una jugada de tiralíneas, de esas que parecen sacadas de la Premier League, pero que le sirven de igual manera a los italianos desde hace décadas. Y con el marcador a favor, Italia sólo tuvo que seguir remando.


Bélgica, por otro lado, demostró que su juego es otro, el del toque, la posesión y el vértigo. Sin embargo, no consiguió marcar. El gol, tan exigente él, no quiso darle una alegría a los De Bruyne, Hazard y cía. Todos talentosos, pero, en su conjunto, sobrevalorados por la opinión pública. Con poca experiencia en este tipo de torneos y un déficit en ataque que quedó palpable en las reiteradas oportunidades erradas por Lukaku, voluntarioso -como siempre-, pero con escaso acierto dentro del área.


En esa tesitura, perfecta para Italia, que le dejó la bola a su rival y se echó atrás, el conjunto de Antonio Conte tan solo tuvo que esperar su momento. Y lo cierto es que tuvo ocasiones para aumentar la ventaja. Pero el gol de la victoria llegó al final, en el último minuto, entonces llegó Pellé para hacer el segundo y mandar las aspiraciones de Bélgica a la basura. La Azzurra, una vez más, ha demostrado que va a estar en un buen nivel durante este campeonato. Y no sólo eso, sino que además va a luchar por esa copa que se le resiste desde el 68. Quién dijo que no estaba entre las favoritas. Pues eso.