Las categorías inferiores del fútbol son un espacio en el que los más jóvenes deben aprender los verdaderos valores del deporte, dejando a un lado la competitividad. La Unión Deportiva Almería ha dado un ejemplo de esto en el último partido disputado por su cadete B.

La acción se sitúa en el pasado domingo 21 de octubre. El equipo canterano del conjunto andaluz se enfrenta al We Fútbol Club, un equipo de Granada, en el Campo de Viator. Se trata de la séptima jornada del grupo 2 de la Primera División Andaluza de la categoría cadete.

En de las jugadas del encuentro, un centro lateral del Almería es rematado de cabeza por el delantero centro, a bocajarro. El balón sale despedido, pero un defensa del We Fútbol Club queda tendido en el campo. La pelota vuelve a caer en dominio almeriense, que repite la jugada con un nuevo centro lateral, logrando en esta ocasión el gol.

Sin embargo, el jugador que había caído al césped permanece tumbado durante veinte segundos, teniendo que ser sustituido. Carlos García, el entrenador del cadete B del Almería, quien había pedido a sus jugadores que no continuaran la jugada y echaran el balón fuera viendo que el árbitro no se había percatado del suceso, tomó una decisión drástica.

Dado que sus jugadores no habían oído las instrucciones previas debido al fuerte viento, al momento de sacar de centro les ordenó que se quedaran quietos y se dejaran empatar. Se puede apreciar como el rival duda, tocando atrás, mientras que los chicos del Almería, extrañados, hacen un leve amago de presión. Sin embargo, finalmente se dejan empatar ante la ovación de toda la afición presente. El encuentro finalizó con empate a uno.

Este miércoles 24, en la radio oficial del club, el propio Carlos García ha explicado su deportiva decisión: "Perdimos dos puntos, pero si hubiésemos ganado el partido con ese gol, yo personalmente no me hubiese sentido a gusto. Nuestra lección es muy clara. Nosotros sabemos que en el fútbol no vale todo".

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