Lauren McCluskey, atleta estadounidense de 21 años, fue asesinada el pasado lunes a tiros a manos de su exnovio. El cuerpo de la joven apareció sin vida dentro de un coche en un parking de la Universidad de Utah, donde estudiaba y entrenaba. Horas más tarde de su muerte, el cuerpo del asesino apareció sin vida en una iglesia cercana.

"Lauren McCluskey, una destacada estudiante-atleta de Pullman, Washington, fue asesinada en el campus. Era estudiante de último año de comunicación, con planes para graduarse en el próximo mayo. Lauren fue una altamente estimada miembro del equipo de atletismo de la universidad, especializada en salto de altura", escribió la Universidad de Utah en un comunicado.

Cuando Estados Unidos todavía se estremece con el asesinato de la española Celia Barquín hace algo más de un mes, el deporte vuelve a llorar el crimen atroz de una joven deportista.

McCluskey rompió su relación sentimental con su asesino al descubrir sus antecedentes por delitos sexuales, lo que propició el trágico ataque de Melvin Rowland, que apareció muerto horas más tarde en el interior de una iglesia, según el teniente de policía de la Universidad de Utah, Brian Wahlin.

La familia de la joven escribió en un comunicado que se encontraba hablando con su hija cuando ocurrió la tragedia: "De repente, la oí gritar: '¡No, no, no! Pensé que podría haber estado en un accidente automovilístico. Eso fue lo último que supe de ella", dijo la declaración de la familia. "Mi esposo llamó al 911. Mantuve la línea abierta y, en unos minutos, una joven descolgó el teléfono y dijo que todas las cosas de Lauren estaban en el suelo".

Desde la Universidad de Utah y diversos organismos deportivos ya se preparan varios actos a modo de homenaje para recordar la figura de la joven deportista.

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