Jeremy Lin se convirtió en campeón de la NBA con los Raptors. Apenas tuvo presencia en la pista, pero era una recompensa a una carrera complicada en la mejor liga del mundo. El base se dio a conocer gracias a su explosión en los Knicks. Dio visibilidad a los jugadores asiáticos en la competición y se convirtió en el primer hombre que jugaba en la liga norteamericana con ascendencia china o taiwanesa. Años después, y disputando la G-League -liga de desarrollo-, ha dado un paso al frente para denunciar insultos racistas.

Lin ha aprovechado las redes sociales, donde acumula casi dos millones de seguidores en su cuenta de Instagram, para sacar a la luz los ataques que viene recibiendo en los últimos tiempos. Actualmente forma parte de los Santa Cruz Warriors y, según ha revelado, tiene que enfrentarse a constantes insultos en referencia a su origen y al papel de China en la expansión de la Covid-19.

"Algo está cambiando en esta generación de asiático-americanos. Estamos cansados de que nos digan que no experimentamos el racismo, estamos cansados de que nos digan que mantengamos la cabeza baja y no causemos problemas", relata en un post en redes sociales. "De que se burlen de nuestros ojos, de que se nos considere exóticos" o, dice Lin, "de que los estereotipos de Hollywood afecten a nuestra psique y limiten lo que creemos que podemos ser".

"Ser un asiático-americano no significa que no experimentemos la pobreza y el racismo. Ser un veterano de la NBA durante 9 años no me protege de que me llamen "coronavirus" en la cancha. Ser un hombre de fe no significa que no luche por la justicia, para mí y para los demás", asegura en su extensa carta.

Tras el revuelo generado, Jeremy Lin ha vuelto a publicar un nuevo texto donde, lejos de echarse atrás, reafirma su posición y relata más casos de racismo que ha vivido en los últimos años. "Cuando experimenté el racismo en la Ivy League, fue mi entrenador ayudante Kenny Blakeney quien me habló de ello. Compartió conmigo sus propias experiencias como hombre negro, historias de racismo que yo no podía ni empezar a comprender". Lin, entonces, pensaba que su técnico estaba "loco". Años después, su objetivo está puesto en cambiar el mundo. "Creo que esta generación puede ser diferente. Pero necesitaremos empatía y solidaridad para conseguirlo".

La NBA, plataforma contra el racismo

El peso de los jugadores NBA quedó constatado en los pasados playoffs que se desarrollaron en Orlando. El movimiento Black Lives Matter y los incidentes que se producían en las calles de Estados Unidos bajo la presidencia de Donald Trump llevaron a los grandes protagonistas del baloncesto a parar la competición. Los jugadores se plantaron y lograron poner en jaque a la liga. Tras una negociación, se llegó a un acuerdo para fomentar la igualdad racial y promover el voto.

Entre otras cosas, la NBA aceptó incluir mensajes que concienciaran a los espectadores de lo que estaba sucediendo. De la falta de igualdad racial en el país y de la necesidad de acudir a votar. Además, franquicias de la NBA asumieron convertir sus centros deportivos en lugares de votación para facilitar que las personas más humildes o con dificultades para acercarse a centros de votación pudieran participar en las elecciones. Todo un altavoz que ha sido aprovechado por jugadores como LeBron James y que llevaron a que Trump señalara a la competición como una "organización política".

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