La filósofa Clara Serra (Madrid, 1982) es diputada en la Asamblea de Madrid con Podemos y acaba de publicar el ensayo Leonas y zorras. Estrategias políticas feministas (Catarata), en el que cuestiona el cipotudismo en la política española -la nueva y la vieja-, que impide a la mujer desarrollar sus cualidades en este ámbito y liderar un proyecto de cambio en este país. Los leones, asociado a lo masculino, representan la fuerza. Las zorras, lo femenino, se asocian a la astucia y a los engaños de la seducción. Su intención es hacer que la persuasión en política sea también una virtud femenina, no una losa.

“Nos suena bien que un político seduzca a su electorado, pero ¿y si es una mujer? Las mujeres que nos dedicamos a la política podemos usar la seducción y no ser malvadas”, cuenta a este periódico quien fue responsable del Área de Mujer e Igualdad del Consejo Ciudadano estatal de su grupo. A los pocos días de publicarse este ensayo esencial para entender las profundidades del cambio que se propone, la foto: tres hombres delante de un lema, “Nosotras”.

Íñigo Errejón, Pablo Iglesias y Ramón Espinar con el polémico lema a sus espaldas. Efe

“Esa imagen es un error absoluto y las feministas de Podemos lo hemos dicho. Sigue evidenciando que hay mucho trabajo feminista que hacer en todos los partidos. La solución no era quitar el cartel como se ha hecho, sino que no haya tres hombres. Ese cartel existe por nosotras, por el empeño de las mujeres de Podemos”, dice. Por eso pide a su partido que se comprometa con reglas que “hagan imposible una rueda de prensa de tres hombres” y que haya más mujeres en puestos de poder.

Vergüenza social

Que no haya candidaturas femeninas en Podemos es una prueba más del trabajo pendiente. En todas las instituciones. La segunda Transición es la feminista y la sentencia de la Audiencia Provincial de Navarra sobre la manada cuestiona los avances logrados: “No me imaginaba una sentencia tan vergonzosa”, cuenta. “La sentencia confirma que se ha dictado con una mirada llena de prejuicios sobre las mujeres”.

Si se considera que cinco hombres en un portal, donde una mujer no tiene escapatoria, sólo es abuso, es que tenemos una justicia ciega a la violencia machista

Clara, desde la templanza y la indignación, asegura sin rodeos que “es una sentencia machista”, que pone en duda que estemos ante una violación. “Si se considera que cinco hombres en un portal, donde una mujer no tiene escapatoria, sólo es abuso, es que tenemos una justicia ciega a la violencia machista. Las mujeres tenemos miedo a ser violadas. Es una sentencia machista y vergonzosa y nos dice que las mujeres estamos solas”, añade.

Nuestra palabra tiene menos credibilidad. Las instituciones machistas no nos creen. Hoy decimos que esta sentencia nos obliga a ponernos en peligro para conseguir que se nos crea

Lamenta que la sociedad española siga viendo a las mujeres como un objeto sexual. “Somos miradas como si nos costara más tener autoridad, tener palabra y tener credibilidad”. Precisamente esta sentencia, que no reconoce la violación de la víctima, demuestra que la palabra de las mujeres vale menos, cuenta menos y es más sospechosa. “Nuestra palabra tiene menos credibilidad. Las instituciones machistas no nos creen. Hoy decimos que esta sentencia nos obliga a ponernos en peligro para conseguir que se nos crea”, señala Serra.

Instituciones injustas

Por un lado se le pide a la mujer que denuncie su situación de maltrato y peligro, por otro se pone en duda la palabra de las mujeres. Para Serra la justicia española está lanzando un mensaje a las mujeres: tenéis que demostrar que os habéis resistido. “Nos ponen en duda. Cómo vamos a confiar en las instituciones. “Es una sentencia injusta y marca un antes y un después. No es una buena noticia. La justicia no puede ser una correa de transmisión machista”.

De ahí que señale las responsabilidades políticas ante una sentencia así. Explica que hay que hacer reformas legales para mejorar las leyes. Para eso necesita dinero: “Cuando la justicia no tiene dinero está coja, está ciega y no cumple su misión”. Se refiere a la falta de inversión para formar y educar a nuestros jueces y abogados y entiendan qué es la violencia machista. “Necesitan formarse. Lo dice hasta la ONU. Necesitamos un compromiso real. No pueden transmitir prejuicios, sino combatirlos. Si permitimos que la justicia juzgue de manera machista nos hacemos flaco favor como sociedad”. Dinero para que el poder judicial haga la Transición de una vez y para que la sociedad española no envejezca.

Es una sentencia injusta y marca un antes y un después. No es una buena noticia. La justicia no puede ser una correa de transmisión machista

Así que las mujeres españolas van a salir a la calle. Dice que saldrán para denunciar los déficits del sistema judicial, para decir que algo está mal en la justicia si la sospecha cae siempre sobre ellas, para reclamar instituciones en las que fiarse. “Mucha rabia, mucho enfado. Mucha tristeza. Estamos tristes, pero sobre todo enfadadas e indignadas y lo vamos a demostrar. Esta sentencia nos ha hecho mucho daño. Las mujeres no tenemos medios ni garantías y vamos a protestar”.