Ricardo Menéndez Salmón fue premiado en febrero de 2016 con el Premio Biblioteca Breve por una novela antisistema que, aunque suene contradictorio, lleva por título El sistema. Se trata de una distopía plagada de referencias filosóficas y literarias que, como toda ficción, guarda ciertos vínculos con la realidad.

"Durante las guerras que configuraron el actual aspecto del Sistema, se temió una escalada de la violencia que destruyera el mundo por completo. De ahí proviene la pasión del Sistema por la seguridad", escribe en el primer capítulo del libro.

Y es cierto que todo sistema busca la seguridad. España, como país, como nación, como cualquier otro Estado aboga por la seguridad de sus ciudadanos y por los que nos visitan. ¿Alguien quiere salir a la calle con miedo? Por eso sorprenden los ataques de Arran, la organización juvenil antisistema de la izquierda independentista catalana, en los últimos días. Empezando por el del autobús en Barcelona de hace unas semanas y continuando por los ataques de turismofobia que han sufrido ciudades como Palma de Mallorca, Barcelona o Bilbao.

En la novela de Menéndez Salmón el sistema está configurado por un archipiélago de 17 islas y en ellas conviven los Propios y los Ajenos (desterrados por motivos de disidencia ideológica o económicos). Los Propios son aquellos que están dentro del sistema y los Ajenos se mantienen fuera, algo que podríamos trasladar en este caso concreto a los nacionales y los turistas que nos visitan.

Amparándose en la distopía, la obra de Menéndez Salmón habla de un futuro posthumano pero en sus páginas también aparecen bosquejos de la historia de España, puesto que ese archipiélago en el que enmarca a sus personajes estuvo gobernado durante 40 años por un dictador y a su muerte se produjo una transición llevada a cabo por una oligarquía liderada por un rey. El paralelismo y la crítica a la Transición son evidentes.

En la novela hasta se produce la separación de una de las islas del archipiélago del resto del Sistema. No porque sus habitantes exigieran una 'independencia', sino por el deterioro del islote.

"Empiria pertenece ya a las afueras del Sistema. Desde esta mañana, al anunciar el Dado su disgregación del archipiélago, su nombre queda borrado del elenco de islas sistémicas. Es la primera vez, desde el advenimiento de la Historia Nueva, que semejante hecho tiene lugar. Con anterioridad sucedió que una isla de gran tamaño se dividiera en islas menores o que ciertas islas fueran abandonadas por cuestiones estratégicas, pero nunca que un miembro de pleno derecho del Sistema perdiera su condición".

Por tanto, un territorio de pleno derecho queda al margen del sistema en la narración por dejar de ser necesario, por pasividad. En España en cambio, Arran, la organización que intenta dañar el turismo, lo hace de forma activa y el propósito de sus líderes, de la CUP, la organización política que está por encima de ellos, es lograr la independencia de Cataluña. Los antisitema, contra el sistema para crear su sistema.

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