Venecia

El Festival de Cine de Venecia ha tenido una visita inesperada, que ha eclipsado a las películas de la Sección Oficial que se presentaban este domingo. Pepe Mujica llegaba al Lido con dos títulos bajo el brazo. El se niega a ser calificado como estrella, cree que más que eso es “estrellado”, pero ha monopolizado la atención mediática de la prensa. La Mostra ha presentado -con 25 minutos de aplausos- La noche de 12 años, el filme de Álvaro Brechner en el que le da vida Antonio de la Torre y en el que se narra su cautiverio, una experiencia que asegura que le hizo ser como es ahora.

El expresidente de Uruguay no quería venir al Festival, lo ha dejado claro, pero es que también se verá el documental que le ha dedicado su amigo Emir Kusturica, que le dijo “si no venís conmigo a la conferencia de prensa, yo no voy a Venecia”, y él aceptó por ese sentido de la fidelidad que le caracteriza. Las doce horas de viaje a Madrid y el posterior traslado a la ciudad italiana le han dejado cansado, pero aún así ha tenido la fuerza para atender a los medios españoles en los que ha hablado de su vida y de toda la actualidad política del momento.

Mujica no verá por segunda vez la película de Brechner, le ha removido demasiado por dentro, porque “los sentimientos también tienen tripa y vos los revolvés, lo revolvés, los llevás de un lado para otro pero están ahí. Más vale dejarlos quietos y ponerles vida y seguir andando. Es mi manera de ver la vida, ni mejor ni peor”. A pesar de ser preso durante doce años y sufrir las torturas del ejército durante la dictadura, salió sin buscar resarcirse. “¿A usted le parece que yo cultivo la venganza? La naturaleza nos puso los ojos hacia delante. Y hay cosas del pasado que hay que cargar una mochila y andar con ella. Y hay cuentas que no las paga nadie, ni se debe intentar cobrarlas tampoco, porque si no no vive para delante. Lo importante de la vida es mañana”, ha respondido.

José Mujica atiende a la prensa española. Piergiorgio Pirrone

La noche de 12 años sirve también como documento único para hablar de la importancia de la memoria histórica, de cómo tres guerrilleros que lucharon contra la dictadura acabaron como políticos electos, de cómo restaurar el pasado. “Yo lo que he visto por la Historia es que el único bicho capaz de tropezar varias veces con la misma piedra se llama homo sapiens, porque creo que uno aprende con lo que vive, no con lo que cuentan. Pero esta manera de pensar arma polvareda. Honradamente yo respeto que haya gente que piense distinto y está bien, pero yo digo que no me gusta dar vuelas a la columna y dale, dale, dale...”, opinó.

Mujica también habló sobre los problemas que ha levantado la exhumación de Franco y la Memoria histórica en nuestro país. “Varios problemas tienen con la memoria… Es la eterna contradicción de España. España de pandereta y de la higuera. La España que sembró gente por toda nuestra América. Un millón de españoles cayeron en un año en México, y digo esto porque ahora se asustan de los inmigrantes. Y México era pobre… y conocí a algunos de ellos. Bueno, ahí está, la España feudal todavía, y fuerte”, zanjó sin mencionar a Franco pero con el mensaje claro.

Un millón de españoles cayeron en un año en México, y digo esto porque ahora se asustan de los inmigrantes. Bueno, ahí está, la España feudal todavía

Mujica quiso transformar el mundo, y cree que a los que lo intentan la vida no les trata bien, porque “muchísimos se quedan por el camino”. “Cuando era joven pensaba que la lucha era por el poder. Hoy que estoy viejo y miro en perspectiva, la historia de los luchadores sociales y políticos es un montón de cristales rotos, de los cuales van quedando pedacitos que son escalones de avance de la civilización: las ochos horas, los derechos laborales, los derechos humanos, la jubilación, cantidad de cosas que la gente tiene como amortizadas hoy fueron el producto de las luchas de gente que quería cambiar el mundo y que soñaban mucho más, y que fracasó, pero quedó algo, algo que aporte a la civilización que va y creo que me siento hermano de todo eso”, añadió.

Populismos, nacionalismos y América Latina

Los ideales y las políticas de Mujica, llevaron a América Latina a convertirse en un sueño donde el socialismo parecía funcionar. Muchos de aquellos países han visto cómo aquellas ilusiones se iban destruyendo, en parte por la dependencia de los mismos a un concepto tan capitalista como el petróleo. Mujica no ha querida hablar de ningún país en concreto, pero tiene claro que “en América pasan cosas que pasan en Europa, pero en Europa las disimulan bien”.

No me vengan con que América está llena de defectos y Europa es correctísima, esa película no la llevo. En todo caso nosotros tenemos los mismos defectos a nuestra escala

“No voy a hablar de España ni de Italia, que son como mi padre y mi madre, pero por ejemplo: la Volkswagen le meten una multa de unos 7.000 millones de dólares y no hay nadie preso, siguen andando fenómeno, la fábrica más grande del mundo… A la banca Morgan le ponen una multa de 4.000 millones del mundo y ni la tosen. No me vengan con que América está llena de defectos y Europa es correctísima, esa película no la llevo. En todo caso nosotros tenemos los mismos defectos a nuestra escala y hacemos cada mamarracho… no estoy defendiendo la deformación que tenemos, te digo que está presente en el mundo que vivimos. Porque nuestra civilización dice que triunfar en esta vida es ser rico, y el que no es rico no triunfa, y si eso es lo que sembramos no podemos asustarnos de algunas cositas que pasan”, subrayó sin ni siquiera alzar la voz.

En su viaje por Italia, Mujica ha criticado la actitud del gobierno de Salvini sobre los inmigrantes, y también ha defendido un concepto que cree que en su origen era muy positivo, como fue la Comunidad Económica Europea, que otorgó al continente el periodo de paz más largo de su historia, por lo que se opone a la idea de que Europa esté acabada, aunque necesite reconfigurarse. El exsenador – que ha rechazado a su puesto por cansancio- se negó a usar la palabra populista, porque “la usan para un barrido y un fregado”. “Los que votan en Alemania por la derecha medio neonazis son populistas, en Nicaragua son populistas. Entonces, cualquier cosa es populismo. Yo saco esta conclusión: todo con lo que no se está de acuerdo, que molesta, es populista.

El equipo de La noche de 12 años recibe a Mujica.

También tuvo palabras para el nacionalismo al ser preguntado por lo que ocurría en Cataluña, y explicó que aunque en los jóvenes “es una cosa buena porque sirve para formar carácter e identidad, cuando se exacerba se transforma en una cosa peligrosa, se va al choque, cuando cae en fanatismo”. “Ahora bien, una cosa es el nacionalismo de un país chico y otra de un país grande, que de terror a los vecinos. Pertenezco a un pequeño país que fue intervenido tres veces, así que…”, aclaró.

Vivir sin odio

Mujica decidió que a pesar de todo los sufrido debía vivir sin rencor dentro, “no ser masoca y no cultivar el odio”. “El odio es ciego, como el amor, pero el amor aun siendo ciego es creador y el odio nos destruye. Por eso no se trata ni de cobrar ni de perdonar, se trata de poner en la mochila y aprender a andar. Otros pueden tener otra manera de pensar. Lo que quiero decir es que si sos joven y te fracasa el amor mala suerte, pero no digas no al amor. Si pierdes un laburo mala suerte, pero no te tengas tanta lastima y dale para adelante que otra cosa va a aparecer. Triunfar en la vida no es tener plata, es levantarse cada vez que uno se cae, y volver a seguir, porque vale la pena vivir.

Cuando se exacerba el nacionalismo se transforma en una cosa peligrosa. Ahora bien, una cosa es el nacionalismo de un país chico y otra de un país grande y de terror para los vecinos

Para terminar, y tras reconocer que en su presidencia hubo “muchos agujeros y sueños sin completar”, dio un consejo sobre quiénes debían ser elegidos como políticos para liderarnos: “los comandantes del cuerpo de bomberos, a un apagador de incendios efectivo, porque eso es ser presidente, apagar fuegos”.

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