El cantante y músico italiano Franco Battiato ha fallecido este martes a los 76 años. Enfermo desde hace algún tiempo, el artista vivía en su casa de Sicilia, donde se había retirado. La noticia ha sido anunciada por la RAI y confirmada por su familia. El funeral se celebrará esta semana.

Battiato, uno de los más célebres cantautores y compositores italianos de las últimas décadas, era conocido mundialmente por su estilo poético y existencial que le acompañó durante toda su carrera, con canciones como Centro di gravità permanente (1981) o Voglio vederti danzare (1982) . 

Battiato representó una de las personalidades artísticas más eclécticas de las artes del último siglo en Europa. Incansable innovador dentro de la música, marcaría el camino para la experimentación sonora, el pop y la música étnica. Su constante búsqueda en las músicas del norte de África y los Balcanes le llevaron a generar un amalgama de sonidos y referencias que enriquecieron aún más su legado.

Con tan solo 20 años se despide su Sicilia natal para viajar hasta Milán donde entrará en contacto con la escena musical pop de su país. En 1968 obtiene su primer contrato musical y sus canciones empiezan a sonar en la radio. No será hasta la llegada de los años 70 cuando empezará a trabajar con el músico Juri Camisaca en la realización de bandas sonoras psicodélicas y experimentales. De este contacto surgirá un interés por la investigación musical que llevaría al italiano hasta lugares antes no explorados. 

Con La voce del padrone en el año 1981 consigue la proyección internacional que le llevará a los escenarios de todo el mundo. El disco es todo un éxito y vende más de un millón de copias, un logro que ningún otro artista italiano había conseguido con música en la lengua de Dante.

En La voce del padrone se encuentra lo mejor de la lírica del siciliano con algunas de sus canciones más icónicas: Bandera blanca, que trata en tono irónico la escena musical de principios de los años 80; Centro de gravedad permanente, uno de los éxitos que mayor proyección darían al italiano o Sentimiento Nuevo; otras, como Summer on a solitary beachdarán buena muestra del poderío lírico del siciliano.

A partir de este momento Battiato demuestra ser no solo uno de los músicos más interesantes de Italia, sino uno de los más inteligentes. Entre sus canciones se mezclarán idiomas, ritmos o referencias a otras culturas. Empieza a estudiar el árabe a raíz de un viaje a Turquía. La música de los Derviches Voladores le fascinará, y plasmará todo esto en uno de sus mayores éxitos Quiero verte danzar, donde se encontrarán las músicas tradicionales de cinco continentes. 

Las referencias de sus letras, el uso de sintetizadores y las cajas de ritmos, se convertirán en un constante de su sensibilidad y gusto por el descubrimiento de nuevos sonidos. A España llega Ecos de danza Sufi, en el año 1985, una recopilación de canciones del italiano traducidas y cantadas en español. El éxito es rotundo y el mercado español cae rendido al italiano. 

A partir de los años 90 se embarca en distintos proyectos juntos con el filósofo Manlio Sgalambro, quien colaboraría en algunas de sus subsiguientes letras. También participó en la realización de distintas bandas sonoras y nuevos discos en clave de electrónica experimental. Incluso llegó a dirigir tres películas.

Muere así una de las personalidades más importantes de la música moderna, una constante en lo que a buen gusto, elegancia y profesionalidad se refiere. Muere el brujo de Sicilia, el hombre enamorado de la herencia de todos los pueblos, aquel que dijo: "qué difícil es quedarse quieto, indiferente, mientras todo entorno hace ruido".