“En este 23 de enero no puedo estar con vosotros, estaré dando un concierto, pero me gustaría participar con vosotros en esta marcha por la libertad, coincidiendo en todo lo básico con vuestros argumentos. Obviamente estamos en momentos muy complicados en los que parece que hay que recordar nuestras libertades, hay que exigir que nuestras libertades sean devueltas”, ha expresado Enrique Bunbury en un vídeo en el que se suma a una manifestación negacionista convocada en Madrid este sábado contra las restricciones de movilidad y ocio impuestas por los gobiernos frente a la Covid-19.
El “evento cultural reivindicativo” ha sido organizado por el colectivo Humanos Conscientes y Libres y espera a los ciudadanos adeptos a las 17h. en Cibeles. Bunbury continúa el delirio: “La libertad de expresión, la libertad de movimiento, la libertad de reunión, la libertad médica… y por supuesto, el derecho al trabajo. Son cosas tan obvias que casi me da vergüenza estar repitiéndolo en voz alta: vivir momentos en que esas libertades están en entredicho. Esto no puede continuar. Que se oigan todas las voces de todos los que estamos radicalmente a favor de la libertad”.
El movimiento cuenta, además, con actuaciones de artistas como Carmen París, Martín Sánchez o Ramón Prendes, además de Sherpa, ex de Barón Rojo, quien también ha dejado unas palabras sobre el encuentro en su cuenta de Twitter: “Acusan de negacionista la manifestación del día 23 de enero, que se pretende celebrar en Madrid por las libertades que con el pretexto de la pandemia nos están arrebatando poco a poco. ¡Negacionista! Palabreja que han puesto de moda éstos fariseos y que equivale al ‘¡anatema!’ que pronunciaba el inquisidor para condenar al hereje”, lanza.
“Por cierto, etimológicamente hereje significa: el que tiene una opinión. O el que elige libremente no aceptar un dogma impuesto por la autoridad. Yo he aceptado libre y gustosamente colaborar con esta organización con lo mejor que puedo aportar, que es mi música y mi voz. Porque yo también hago mías sus reivindicaciones, que son negarnos a que nos sigan arrebatando nuestros derechos civiles”, sostiene.
Y persiste: “Que sigan arruinándonos y confinándonos cada cuánto con el pretexto del contagio. Que nos obliguen a vacunarnos con un fármaco sobre el que existe gran controversia en la comunidad científica y médica al no haber seguido los protocolos para estos casos: ensayos y pruebas el suficiente tiempo, incluso años, para que dicha vacuna sea segura y eficaz. Amigos, estamos muy solos ante semejante amenaza”.
Clausura: “Estamos solos ante este proyecto del Poder de las Élites para doblegarnos y convertirnos en siervos obedientes, y cuando les estorbemos, ¡eliminarnos! ¡Dios nos ampare y dé fuerzas para oponernos a este plan maléfico!”. Casi nada. El colectivo organizador del evento, además, asegura que la “infancia y la juventud” están siendo secuestradas por las “deshumanizadoras normas” actuales y esperan que se debatan conceptos como “pandemia, virus, test, mascarillas, distanciamiento social, confinamientos y vacunas”.
Se oponen también a “los efectos sobre nuestra salud de los campos electromagnéticos -en especial el 5G- y otras tecnologías en plena implementación no consultadas a la ciudadanía, como la manipulación climática y la inteligencia artificial”, al más puro estilo Miguel Bosé.