El vals de los salvavidas: este es el nombre que recibió el poema contra el Covid-19 y en defensa de los sanitarios que escribieron, a pachas, Elvira Sastre, Leiva, Loreto Sesma, Raquel Lancheros, Irene G., Andrea Valbuena, Jorge Drexler, Guille Galván, Marwan, Rozalén, Andrés Suárez y Benjamín Prado, a iniciativa de este último. Aquí los versos: 

Por los ángeles de alas verdes de los quirófanos.

Por los ángeles de alas blancas del hospital.

Por los que hacen del verbo ayudar

su bandera y tu casa

y luchan porque nadie muera en soledad.

Por las trabajadoras que no duermen

para que sueñen que se salvan los heridos.

Por los que al defendernos usan su piel un escudo

y mueven las camillas como el vals del peligro.

Por los que hacen del trabajo sucio

la labor más hermosa del mundo.

Por los que nunca miran el reloj mientras curan.

Por las que pintan tu dolor de azul.

Para los que merecen los abrazos prohibidos,

y se meten contigo en la boca del lobo

y riegan nuestro miedo con su luz.

Todos os aplaudimos,

con las barandillas de los balcones erizadas

con manos que recuerdan que encontrar otras manos

es la única verdad.

Y mientras, la esperanza escribe en nuestros labios:

“Cuando esto pase, nunca nos volverá a pasar". 

Ahora Vetusta Morla, con Guille Galván a la cabeza, lo ha producido -con leves cambios para encajar el ritmo-, rebautizado con el nombre de Los abrazos prohibidos y grabado acompañado por muchos otros artistas patrios: Alice Wonder, Andrés Suárez, Carlotta Cosials (Hinds), Christina Rosenvinge, Dani Martín, Depedro, Eva Amaral (Amaral), Ismael Serrano, Iván Ferreiro, Kase.O, Leiva, Luz Casal, Maika Makovski, Marwan, Nacho Vegas, Nina de Juan (Morgan), Rozalén, Santi Balmes (Love Of Lesbian) y Xoel López.

En el vídeo, en blanco y negro, donde aparecen sanitarios quitándose sus mayores herramientas de trabajo en estos tiempos -los guantes protectores y las mascarillas, con las que curan y dan ejemplo al resto de ciudadanos-, van sucediéndose también estas caras conocidas, con la sorpresa del rapero Kase O., al que no vimos venir, y con un broche estelar, que sin duda será el más comentado: la aparición de Joaquín Sabina entonando un verso de su Lágrimas de mármol, que ahora cobra más sentido que nunca: "Supervivientes, sí, maldita sea". 

La última vez que vimos al maestro de Úbeda fue fotografiado aplaudiendo en su balcón, a las ocho, acompañado de su esposa Jimena. La penúltima ocasión fue más trágica: cuando el artista cayó desplomado del escenario en su segundo concierto en Madrid, durante la gira con Serrat. Finalmente, tuvo que ser operado de un derrame craneal que tuvo en vilo a toda España y Latinoamérica.

Todos los beneficios económicos que genere, tanto editoriales como discográficos, serán donados a perpetuidad al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), para contribuir en la investigación sobre el coronavirus SARS-CoV-2 que ha causado la pandemia de la enfermedad Covid-19.

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