Los archivos de la Biblioteca Nacional esconden uno de los grandes tesoros de la literatura española: el códice único del Cantar de Mio Cid, una obra de 3.735 versos que glosa una serie de hazañas inspiradas en los últimos años de vida del caballero castellano Rodrigo Díaz de Vivar, más conocido como el Campeador. Se trata del relato más antiguo que ha sobrevivido hasta la actualidad, elaborado en el siglo XIV, en torno a un siglo más tarde del original.

Este códice, de 74 hojas de pergamino y al que le faltan tres —el inicial y los que siguen a los versos 2.337 y 3.507—, será expuesto por primera vez al público con motivo de la muestra Dos españoles en la historia: el Cid y Ramón Menéndez Pidal, que acogerá la la Antesala del Salón General de la Biblioteca Nacional desde el 5 de junio hasta el 22 de septiembre. Sin embargo, el Cantar de Mio Cid se mostrará por un tiempo limitado, 15 días, para luego ser sustituido por un facsímil. Según aseguran desde la BNE a este periódico, también se está barajando recuperar el códice el último viernes.

Se trata de una obra anónima, aunque los especialistas creen que fue escrita por Per Abbat en torno al año 1207, y dividida en tres partes: Cantar del destierro, Cantar de las bodas de las hijas de Cid y Cantar de la afrenta de Corpes. A través de ellos se cuenta la pérdida y recuperación de la honra del caballero castellano.

Este códice, una copia del original, fue donando a la Biblioteca Nacional vía Ministerio de Cultura por la Fundación Juan March en 1960, que se lo había comprado a los herederos de Ramón Menéndez Pidal por unos 10 millones de pesetas. Aparece por primera vez mencionado en el siglo XVI y guardado en el archivo del concejo de Vivar (Burgos). En esa localidad permaneció hasta la década de 1770, cuando un funcionario de la Secretaría de Estado lo extrajo para realizar una nueva edición, pero nunca fue devuelto. A la familia Pidal llegó en torno a 1858.

En la sección de la muestra dedicada al Cantar de Mio Cid y comisariada por Enrique Jerez se abordarán cuestiones concernientes al códice en exclusiva: su influencia en nuestra comprensión del Poema, su azarosa vida, sus fatigas como objeto de estudio y sus peculiaridades físicas, según indica la Biblioteca Nacional en una nota. La exhibición del Códice de Vivar tendrá lugar durante un tiempo limitado, más allá del cual se sustituirá por un facsímil.

El tomo de 74 hojas de pergamino, muchas de las cuales presentan manchas de color pardo causadas por los productos químicos utilizados para leer secciones del texto que habían empalidecido, cuenta con una encuadernación del siglo XV, hecha en tabla forrada de badana y con orlas estampadas.

Homenaje a Pidal

La exposición también sirve de homenaje a Ramón Menéndez Pidal, de cuyo nacimiento se cumple siglo y medio. La Biblioteca Nacional "ha querido con esta muestra contribuir a saldar la deuda que con él tiene contraída España en lo que toca al desvelamiento de su pasado y, en particular, al conocimiento y aprecio del primero de sus héroes: el Cid Campeador, merced al rastreo y exhumación, por parte de Pidal, de tanta y tan dispersa memoria cidiana".

Además, una segunda sección ubicada en la Sala de las Musas, pondrá en valor la centralidad de Menéndez Pidal en la cultura española del siglo XX a través de sus "gestas" biográficas e intelectuales, así como la imagen proyectada por numerosas generaciones sobre la figura del Campeador, a través de fuentes literarias y artísticas desde la Edad Media a nuestros días.