El Imperio Romano sufrió el mandato de varios tiranos. De entre ellos siempre ha destacado Nerón, del que uno siempre recuerda que fue capaz de incendiar Roma, y gracias al ‘pequeño’ accidente la gente se olvida de que también fue un sádico capaz de asesinar a su madre y varias de sus esposas.

Pero para Nerón Claudio César Augusto Germánico, nombre completo de este emperador que gobernó durante 14 años, había otra pasión además de matar a gente:los efebos, aquellos adolescentes resplandecientes, de gran belleza física e incluso andrógina que robaron la mente a muchos líderes, incluido a Nerón.

De entre todos aquellos con los que mantuvo relaciones, surgió uno especial, de nombre Esporo. Nerón se enamoró de él, muchos dicen que por el parecido con su esposa fallecida Popea Sabina. El emperador comenzó una relación (al principio puramente sexual) con él, pero poco a poco se fue convirtiendo su amante y quiso que fuera algo más: su pareja oficial.

Su nombre era Esporo, y Nerón se obsesionó hasta tal punto que quiso casarse con él. Entonces los matrimonios entre personas del mismo sexo estaban prohibidos, así que el emperador pensó en un plan siniestro para alcanzar su objetivo. Castraría a Esporo para convertirlo en mujer. Llegó a realizar la operación, y cuando se recuperó le vistieron con el ropaje de la exmujer de Nerón y celebraron el enlace. Hasta llegó a obligar a todo el mundo a tratar a Esporo como su mujer. Fue el primer emperador en casarse con una persona de su mismo sexo, pero no sería el único, ya que tras su muerte el mismo Esporo fue consorte de otro emperador, Otón.

No fue el único con el que Nerón contraría matrimonio, también lo hizo con uno de sus libertos, Pitágoras, pero en esta ocasión se cambiaron las tornas, ya que fue el emperador quien hizo el papel de mujer.

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