El académico Pedro Álvarez de Miranda ha reconocido este miércoles 4 de julio que la Real Academia Española (RAE) "está regalando" los numerosos ejemplares sobrantes de la edición del diccionario en papel del año 2014 y ha puesto en duda la continuidad de publicación de diccionarios en este formato.

"No se pueden imaginar cómo están los almacenes de Espasa Calpe, llenos de ejemplares que no se han vendido. Hubo un error de cálculo clamoroso y se pensó que se iban a vender más de los que se vendieron, pero la gente prefirió no gastarse los 99 euros en el papel y esperar a la versión digital", ha señalado el académico durante su intervención en un curso de verano en el Instituto Cervantes.

De hecho, Álvarez de Miranda ha asegurado que la editorial "quería incluso destruir" esos ejemplares sobrantes. "Ahora no sabemos qué hacer con ellos y los estamos regalando a escuelas", ha añadido, tras reconocer que es una "preocupación" para la institución puesto que "era una fuente de ingresos y de ahí vienen muchos de los problema económicos".

Durante su intervención, ha llegado a cuestionar el futuro de la edición en papel, tras la última publicación en 2014. "La pregunta está en el aire y yo no tengo la respuesta, pero el hecho de formularla ya señala por dónde van las cosas. Si se impone la racionalidad, la tirada en papel podría tener una tirada muy corta, para coleccionistas o nostálgicos", ha admitido.

La 23ª edición del diccionario en papel de la RAE salió a finales de 2014 a un precio de 99 euros y con una primera tirada de 50.000 ejemplares. Por el contrario, las consultas en línea a la última edición del Diccionario de la lengua española (DLE) alcanzaron, a finales del año 2017, cerca de 750 millones, con una media de consultas mensuales de 65 millones.

ANGLICISMOS Y FEMINISMO

La intervención de Álvarez de Miranda, bajo el título 'La lengua española en el XXI. Aproximaciones a algunas novedades', ha abordado algunos de los nuevos fenómenos que influirán en el habla en los próximos años. Así, el académico se ha referido a las peticiones de un lenguaje más 'inclusivo' para la mujer.

"¿Qué más puede hacer la academia? Hay que tratar de insuflar cierta racionalidad y llamar la atención del carácter antiecónomico de la duplicidad de géneros", ha señalado, tras rechazar propuestas como el uso del símbolo '@'. "Eso es absurdo, una pseudosolución, porque no se puede leer y, si no se puede leer, es como si no existiera", ha añadido.

Por el contrario, ha afirmado no "rasgarse las vestiduras" por la "presunta invasión" de anglicismos en el lenguaje. "Estas lamentaciones son de puristas y me recuerdan a francófobos de otros siglos, que aseguraban que el francés acabaría con el español. Siempre hay nostálgicos de otras épocas, pero el léxico de los jóvenes de hoy es vivo, dinámico y creativo", ha concluido.

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