"Un muro en la frontera con México nos ahorraría muchísimo dinero" se ha convertido en uno de los dardos-emblema de Donald Trump. Su sueño de detener el flujo migratorio -que pasaba por tildar a los inmigrantes mexicanos de "criminales, violadores y narcotraficantes"- empieza a cumplirse prematura e irónicamente a poco más de tres meses de la cita electoral.

Mary Mihelic y David Gleeson son dos artistas independientes que han comenzado a construir la pared cerca de Jacumba Hot Springs, California, una ciudad fronteriza que se encuentra a unos 113 kilómetros del sureste de San Diego. Está a 18 metros de la frontera real entre México y Estados Unidos, países entre los que ya hay una valla.

El muro surrealista de Trump. Marymihelicartist

El muro tiene un gran anuncio publicitario de Trump por un lado y por el otro el otro está decorado con fruta podrida, flores marchitas, herramientas propias del trabajo en el campo, productos de limpieza e informática. Los 'adornos' del muro simbolizan las labores que los inmigrantes mexicanos realizan en Estados Unidos y los efectos económicos que tendría el cierre de la frontera. Cierre que Donald Trump tiene previsto ordenar al Gobierno mexicano en su tercer día de mandato si ganase: instará a que el país fronterizo construya el muro con sus propios recursos. Si no lo hacen, Trump prohibirá a los 'sin papeles' mexicanos residentes en EEUU que manden dinero a sus familias. 

Debido a esta promesa de Trump, los artistas han enviado la factura del muro a Enrique Peña Nieto, presidente de México. E incluso se han preocupado en desglosarla. Al final, los gastos en materiales y mano de obras ascendieron a 14.653,42 dólares. Mihelic y Gleeson afirman que se divirtieron haciendo las cuentas -un guiño a la vida del multimillonario-. Además de la factura los artistas han enviado la dirección donde se puede hacer el pago, es decir, la dirección del propio Donald Trump. 

El muro se ha construido en casa de un republicano afiliado, al que le pidieron permiso para hacerlo. David Landman es dueño de casi 500 hectáreas de la zona donde se ha edificado el muro y está a favor de una revisión de la política migratoria estadounidense. Landman considera a Trump "vulgar", pero afirma que votará por él. Sin embargo, ha dejado que los artistas usen su terreno como protesta y Mihelic espera que otros artistas sumen su trabajo.

El autobús de campaña de los artistas "Haz que el ponche de frutas sea grande de nuevo". Mihelic y Gleeson.

Las hilarantes políticas de Trump inspiran el trabajo de la pareja que desde el otoño pasado han recorrido el país siguiendo los mítines del republicano. Compraron un autobús de campaña antiguo y reemplazaron el eslogan ("Haz que Estados Unidos sea grande de nuevo") por uno nuevo: "Haz que el ponche de frutas sea grande de nuevo". Un enfoque surrealista para protestar en un momento "perturbador", afirma Gleeson.

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