Patrimonio Nacional ha dado un paso adelante en la la exhumación de los restos mortales de los hermanos Manuel y Antonio-Ramiro Lapeña que fueron fusilados y enterrados en una fosa común en Calatayud (Zaragoza) y posteriormente trasladados al Valle de los Caídos. La decisión del Juzgado de Primera Instancia número 2 de San Lorenzo de El Escorial (Madrid) no es recurrible y la institución que administra el Valle abrirá las puertas del cementerio más complejo de la guerra civil a los científicos, forenses y arqueólogos, que extraerán las cajas registradas de la matanza de Calatayud.

Son nueve cajas y contienen 81 restos mortales, están colocados en el tercer nivel de la galería de los enterramientos. Se extraerán todas ellas, se individualizarán los cuerpos y se tomarán muestras de ADN hasta encontrar el parentesco. Será un proceso largo. Patrimonio Nacional ya explicó en su día que cumplirían "escrupulosamente" las resoluciones judiciales en cuanto se les notificase, como así acaba de realizar el juzgado a instancias de la propia institución. 

"En la mejor disposición"

Todavía no se han precisado el inicio de los trabajos. En estos momentos, Patrimonio Nacional examina los protocolos para determinar cuál es la mejor fórmula para poder llevar a cabo los trabajos y abrir el columbario donde se cree que se encuentran los restos de los hermanos Lapeña. Se estudia cómo llegar a esos cuerpos y qué posibilidades hay de exhumarlos. La primera actuación que se llevará a cabo es una encomienda al Instituto Torroja (del CSIC) para que analice la posibilidad de acceder a esa parte de la cripta, nivel tercero de la situada a la derecha del altar, donde nunca se ha entrado.

"Lo primero que vamos a hacer es ver si se puede entrar", afirman desde Patrimonio Nacional a EL ESPAÑOL. Cuando tengan el informe del Instituto Torroja acudirán al Consejo Médico Forense para que estudie la extracción de los cuerpos. Son dos informes para determinar la entrada. Entre la información se encontrará el coste de cada prueba de ADN. "Estamos en la mejor disposición para llevar a buen término el auto del juez", aseguran desde Patrimonio Nacional.



El juez José Manuel Delgado autorizó la exhumación tras estimar la petición de la nieta de los fallecidos para recuperar los restos mortales de Manuel y Antonio Ramiro Lapeña Altabás y reconoce su derecho a darles una "digna sepultura". Se trata del primer caso de exhumación judicial en el Valle de los Caídos, y del primer caso de exhumación por vía civil, en base al expediente de jurisdicción voluntaria, en aplicación del articulado de la perpetua memoria.

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