El estreno de la tercera temporada de Trabajo Temporal en TVE se convertía en un homenaje póstumo a Eduardo Gómez, quien fallecía a pocos días de la emisión del mismo. El programa comenzaba con un cariñoso mensaje de despedida para el actor: "Este programa es un homenaje a nuestro compañero Eduardo Gómez, recientemente fallecido. Muchas gracias por los momentos compartidos".

En el episodio, Gómez tuvo que trabajar junto al ex triunfito Àlex Casademunt (38 años) como miembros de un equipo de mudanzas. Una ardua tarea que el actor llevó con una energía y vitalidad envidiables para una persona de 68 años con un serio problema de salud como el que le afectaba. Llegó incluso a poner a raya a su compañero, despertándole tras pillarle in fraganti echando una cabezadita, y se atrevió a dar indicaciones a su mentor, que llevaba muchos años dedicándose a las mudanzas.

Lo cierto es que la emisión se convirtió en el más tierno último adiós al actor para todos sus seguidores, pues mostró su humor habitual y esa alegría que siempre contagiaba a todo el que le acompañaba, tal y como recordaron sus amigos y familiares en el tanatorio tras su muerte.

Además, hizo gala de esa coquetería que le acompañaba incluso en sus personajes de Aquí no hay quien viva y La que se avecina. "A mí todo me queda bien", bromeaba al verse con el uniforme que debería lucir para realizar su trabajo.

Uno de los momentos más tiernos y comentados de la noche fue el dueto que el actor realizó con el cantante del mítico éxito Dos hombres y un destino en la furgoneta de mudanzas. Y es que Eduardo Gómez volvía a demostrar una vez más que se atrevía con todo.

Sin duda, ha merecido la pena que la participación en Trabajo Temporal obligase a Eduardo Gómez a madrugar, algo que no hacía "desde que Franco era cabo",  tal y como él mismo confesaba. Una tierna y alegre despedida que se convierte en el broche de oro para la carrera televisiva de un actor mítico al que sus fans nunca dejarán caer en el olvido.

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