La década de los 90 estaba prácticamente en su ecuador y la batalla por las audiencias era especialmente intensa entre las cadenas privadas. Antena 3 y Telecinco llevaban emitiendo poco más de un lustro, convirtiéndose en una seria alternativa para Televisión Española. En ese contexto, ambas empresas buscaban formatos con los que entretener a los espectadores y, por tanto, ganar terreno en la lucha por el ansiado share.

Como ya ocurriera con otros programas como El gran juego de la oca, la llama de otro éxito para Antena 3 no se prendió en España, sino que Giorgio Aresu (63 años) miró a su Italia natal para rescatar un modelo tan entretenido como popular. El Carràmba che sorpresa encontraba su eco en nuestro país, con Isabel Gemio (58) emulando el papel que jugaba la célebre Rafaella Carrà (73) en el país transalpino.

Así, el 8 de mayo de 1996 se estrenaba en la parrilla Sorpresa, sorpresa, el programa que congregaría frente al televisor en la noche de los domingos a cientos de miles de televidentes. El formato no variaba mucho: llegaban cartas de espectadores que querían dar algún tipo de sorpresa a amigos y/o familiares, bien para conocer a alguno de sus ídolos, bien para reencontrarse con personas que hacía mucho tiempo que no veían. Sin embargo, había algo en este talk show que impedía a la rutina ganar el pulso a la imprevisibilidad.

La intriga de saber si el cantante o actor de turno iba a aparecer en el plató para cumplir en realidad el deseo de algún invitado. Todo era posible. Los cientos de personas que se sentaban entre el público eran ajenos a lo que podría suceder, ya que, de una forma un tanto inesperada, cualquiera de ellos podía convertirse en protagonista y, de paso, vivir una experiencia inolvidable.

CABALLO GANADOR

Desde el primer momento, las cifras de audiencia respaldaron la apuesta de Giorgio Aresu. Buena parte de este éxito se justificaba por la notable labor de Isabel Gemio, una de las bazas más seguras en la cadena de San Sebastián de los Reyes, como ya había quedado acreditado en Lo que necesitas es amor. En este sentido, Sorpresa, sorpresa guardaba algunos paralelismos, apelando al factor más emocional y con la presentadora extremeña sacando brillo al perfil más humano de famosos y sorprendidos.

La lista de ídolos que pasaron por el plató es de lo más extensa y lustrosa. El fenómeno fan en el mundo de la música propició que algunos jóvenes pudieran acercarse a artistas de la talla de Alejandro Sanz (50), Enrique Iglesias (44) o Mónica Naranjo (45), aunque algunos de los puntos álgidos llegaron con la presencia de cantantes y grupos internacionales. Así, Cher, Backstreet Boys o Spice Girls también agrandaron la leyenda de Sorpresa, sorpresa, el programa que hizo posible que Alberto, un joven madrileño, conociera a la que quizás era la gran estrella mundial de la música en ese momento: Michael Jackson:

La fama del programa alcanzó tales cotas que llegó un momento en el que todo parecía posible. Como sería la cosa que hasta los futbolistas, un gremio que entonces y ahora parecía inalcanzable, bajaron de su pedestal para regocijo y felicidad de sus fans. José Antonio Camacho (64), entonces entrenador del Sevilla, su homólogo en el Real Madrid, Fabio Capello (73), o la estrella merengue Fernando Redondo (50) también se dejaron ver por el plató:

En total, Sorpresa, sorpresa estuvo cuatro temporadas en antena, la última de ellas con Concha Velasco (79) como presentadora. Los datos de audiencia seguían siendo más que positivos, y el programa se llevó sendos TP de Oro, uno de los mayores reconocimientos de la época, pero desde la dirección de la cadena prefirieron dar cabida a otros espacios ante el más que previsible agotamiento del formato. A pesar de ello, la nostalgia siempre funciona y en 2007 Antena 3 emitió dos especiales, con Isabel Gemio al frente, que reunieron a más de 3 millones de espectadores, haciendo frente al gigante Aída, la exitosa serie de Telecinco.

Hoy, más veinte años después de su estreno, el recuerdo del talk show sigue fresco entre buena parte de los españoles, lo que llevó incluso a alimentar una leyenda urbana grandes dosis de polémica. El origen estaba en una sorpresa que iba a dar Ricky Martin (47) a una ferviente seguidora, saliendo desde el armario de su habitación. Supuestamente, el artista se encontró con la joven realizando un juego sexual con su perro, mermelada mediante. El bulo llegó a tales cotas que Antena 3 llegó a plantearse medidas legales contra otros medios de comunicación que se habían hecho eco de una denuncia sobre supuestas imágenes morbosas. 

Al respecto, y con motivo del 25 aniversario de la cadena de San Sebastián de los Reyes, la propia Concha Velasco volvía a desmentir tal episodio.

[Más información: ¿Se acuerda de 'Furor'? El programa de los puntos, mini puntos y popurrís que presentó Alonso Caparrós]