Estíbaliz Sanz en montaje JALEOS.
Qué fue de Estíbaliz Sanz, la expareja de Pocholo que trabajó de barrendera y recibió "ofertas indecentes" por 40.000 euros
Una portada de 'Playboy España' en los años noventa la catapultó a la fama internacional y su estrellato llegó con su participación en 'Hotel Glam'.
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En los años noventa la belleza y las curvas femeninas tenían nombre y apellidos: Estíbaliz Sanz (54 años). Esta sex-symbol de Vizcaya tocó el cielo cuando se convirtió en la primera 'chica Playboy' de España tras ocupar una de sus legendarias portadas.
Fueron aquellos unos años dorados; tanto, que llegó a hacerse con el título de Miss Top Model Mundial en el año 1995. Su fama despuntó hasta tal límite que pegó un salto de las pasarelas -desfiló con las mejores firmas internacionales- al mundo de la interpretación.
Aquella chica necesitaba expandirse. La cinta Contactos, de Juan José Alonso Millán, la dio a conocer a nivel nacional. Pronto su nombre fue precedido de deslumbre y sensualidad, y era cuestión de tiempo que los programas de entretenimiento llamaran a su puerta.
Estíbaliz Sanz junto al actor Juanito Navarro, en una fotografía en 2002. Gtres
En concreto, Sanz se dio a conocer a gran escala nacional cuando participó en Crónicas Marcianas. Allí, cobraba tan holgadamente que llegó a embolsarse con su participación cerca de 500.000 euros.
Quién le iba a decir a la Estíbaliz actual -que, con el tiempo, ha llegado a trabajar de barrendera- que la vida podría cambiar tanto e ir tan en serio.
Pero en ese tiempo de éxitos y focos, Estíbaliz descubrió las mieles del brilli brilli tan rentable como efímero y protagonizó algún que otro romance un tanto sospechoso de montaje.
Ante semejante carta de presentación, parecía inevitable que cayera en las redes de la extinta Interviú -una de las portadas más icónicas del momento- y, más tarde, que se dejara sucumbir por el reality Hotel Glam.
Sanz, en un photocall en 2001. Gtres
Corría el año 2003 y esta aventura televisiva marcó para siempre a Estíbaliz; ya nunca volvió a ser la misma.
El punto de inflexión vino a nivel sentimental: dentro del concurso inició una historia de amor con Pocholo Martínez Bordiú (63) tan intensa como tóxica y destructiva.
Tal nivel de toxicidad alcanzó esa pareja que Sanz acusó al díscolo por excelencia de "maltratador".
Esa severa acusación, añadida a otras incendiarias declaraciones que Estíbaliz vertió durante y después de su polémico paso por Hotel Glam, dañaron notablemente su imagen y pronto comenzó a introducirse en una espiral muy delicada.
Y es que, entró durante unos años en una etapa oscura de despilfarro y drogas que derivó en una depresión.
La que fuera una de las mujeres más explosivas de la época salió de ese pozo tras alejarse del mundo de la televisión. Precisamente, en ese momento de solaz y equilibrio personal, tomó una de las decisiones más vitales de su vida: ser madre.
Ese niño -fruto de una volcánica relación sentimental-, en sus propias palabras, le granjeó la madurez y responsabilidad que su edad y situación requerían. Parecía que nada, o casi nada, quedaba de aquella mujer que se enzarzaba en grescas en televisión y hacía montajes escandalosos.
Estíbaliz Sanz, sentada en un plató de televisión, hace unos años.
No obstante, la evidente falta de ingresos ocasionó que en el año 2012 la que fuera pareja de Pocholo volviera a dejarse querer por la caja tonta. Apareció en el extinto programa Sálvame para hablar sin tapujos de sus problemas económicos -a los que, según ella, le abocó el propio Pocholo-.
Su situación no mejoró dos años más tarde, y en 2014 ella misma compartió con su público la nueva ocupación profesional con la que podía pagar las facturas y darle una estabilidad a su hijo: ejercer de barrendera.
Aseguraba en su intervención televisiva haber "tocado fondo" y estar desesperada; haber caído en una depresión de la que logró reponerse día tras día gracias a su familia, especialmente a la ayuda de su hijo, Kyle.
Pero, aún así, aseguraba conservar intactas las ilusiones, y que confiaba en que, después de haber atravesado episodios muy duros, le tocaba vivir de nuevo una época de felicidad.
Tres años después, en 2017, regresaba al papel couché en la revista Lecturas para poner en orden su vida y para pedir/suplicar trabajo: "Voy cada día a echar currículos, pero no me llaman", se quejaba la exmodelo.
Estíbaliz, durante una intervención en el extinto 'Sálvame'.
"Se piensan que no sé hacer nada más que televisión. Y no es así. A mí no se me caen los anillos por trabajar en cualquier sitio, en una fábrica, de barrendera". Es por eso que ha llegado a rechazar "propuestas indecentes" de incluso hasta 40.000 euros.
"Pero siempre dije que no. La primera vez que me llegó una oferta así fue por una señora muy conocida. Me dijo que tenía una amiga que llevaba azafatas en congresos. Inocente de mí me lo creí y la llamé. Era para acompañar a hombres y les dije que no volverían a llamarme jamás".
Hoy, en este 2025 que está a punto de tocar a su fin, la vida de Estíbaliz sigue siendo complicada. Vive en Extremadura y ha estado delicada a nivel de salud, pues ingresó en el hospital durante tres meses.
Según relata 20minutos, "diversos percances de salud la han obligado a tener que pasar por el hospital en innumerables ocasiones". Sanz "recibió el alta hospitalaria tras un largo y complicado ingreso de casi tres meses por una dolencia que necesitaba un diagnóstico certero".
"Necesitaba un diagnóstico que por fin ha llegado. Es muy importante hablar de la salud mental y afortunadamente, aunque he estado muy malita, estoy más animada y tranquila", ha manifestado la protagonista en conversación con este medio.