Lydia Lozano junto a su marido, Charly, en una imagen de archivo.
Así es la casa en la que Lydia Lozano vive con su marido, Charly: de 236 m², con piscina y supera el millón de euros
Según confirma EL ESPAÑOL, el discreto marido de la periodista está "controlado" después de permanecer ingresado a causa de una infección.
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Se puede aseverar, sin miedo a equívoco, que este año 2025 no está siendo precisamente favorable para la periodista Lydia Lozano (64 años). La querida colaboradora de televisión encara una etapa bastante aciaga y complicada, marcada por las pérdidas y la maltrecha salud.
A los fallecimientos de su hermano y de su madre, bastante recientes en su calendario vital, se unen sus problemas de espalda y la artrosis que padece. Además, el pasado septiembre tuvo que ser operada del pecho. Pero esos reveses no son nada comparados con el ingreso de su marido.
El siempre discreto Charly, el arquitecto que lleva al lado de Lydia 35 años, está atravesando un delicado trance de salud. Tras someterse a una intervención de espalda, llegó a casa y, a los pocos días, tuvo que regresar de urgencia al centro médico para tratarse de una bacteria.
Lydia y su marido dando un paseo por París en 2019.
Una infección que le estaba afectando a un órgano vital. Han sido días y horas muy complicadas, y Lozano se ha separado de su razón de amor, tan sólo para acudir a casa a ducharse y cambiarse de ropa, como ha confirmado EL ESPAÑOL. Lydia ha estado al quite. Día y noche.
No lo ha pasado bien Lydia. De hecho, han sido unos días muy duros para ella. Tanto, que incluso abandonó el pasado viernes su puesto de trabajo en el espacio ¡De Viernes! Ahora, EL ESPAÑOL está en disposición de afirmar que Charly está mejor y "controlado". Todavía hay camino por delante.
Al tiempo que parecen llegar noticias halagüeñas en torno a la salud de Charly, en este artículo se analiza la casa en la que vive el feliz matrimonio, situada en el barrio de Chamartín de Madrid. Es el refugio de la pareja, su hogar.
Ambos hacen una vida muy casera. De hecho, populares son ya las fiestas que Lydia ha organizado en su casa con amigos, festejos que se alargan, cuentan, hasta bien entrada la madrugada.
Lydia y Charly en imagen de archivo. Gtres
Esta residencia es uno de los importantes bienes que atesora el matrimonio. La vivienda, un edificio de tres alturas rehabilitada tiene una superficie de 236 metros cuadrados, una pequeña piscina y un jardín de menos de 30 metros cuadrados.
Se encuentra en colonia Ciudad Jardín Alfonso XIII, una de las pocas zonas residenciales de chalets que hay en el interior de la M-30 madrileña, lo que se denomina el corazón de la capital, de ahí que su valor supera el millón de euros con creces.
Según viviendas similares en la zona, podría alcanzar 1,5 millones de euros al disponer de piscina privada. Todo un oasis para este matrimonio que, tras sus muros, vive su historia de amor sin cámaras ni prensa.
La vivienda destaca por su estilo bohemio, con una decoración que refleja la personalidad vibrante de la periodista. En la planta principal se encuentra un amplio salón con muebles de fibras naturales, paredes en tonos cálidos y una gran entrada de luz.
Las paredes están decoradas con numerosos cuadros y plantas, creando un ambiente cálido y artístico. La cocina, moderna y funcional, se conecta con una zona de comedor ideal para reuniones familiares.
En el exterior, la casa cuenta con un jardín privado que incluye una piscina, convirtiéndose en un oasis urbano en pleno centro de la capital.
La planta superior alberga los dormitorios, decorados con textiles coloridos y detalles personales, mientras que el sótano se ha acondicionado como zona de ocio y almacenamiento.
Charly, el marido de Lydia Lozano, dando un paseo en febrero de 2019. EL ESPAÑOL
Cada rincón de la casa ha sido cuidadosamente diseñado para combinar confort y estilo, y aunque Lydia Lozano ha mostrado sólo partes de su hogar en redes sociales y programas como Sálvame, lo que se ha visto confirma que su vivienda es tan carismática como ella.
En otro renglón, y en relación al patrimonio de Lydia, también cuenta con una empresa a su nombre, reza Informa. La empresa se llama Análisis e Inversiones Hardisson S.L. Fue constituida en 2003, y ella es Administradora Única.
La empresa es más que solvente, pues cuenta con un activo total de más de 700.000 euros. El objeto social de la empresa es: "El análisis y la realización de trabajos periodísticos ya sea en soporte papel, informático, telemático o audiovisual, y cualquier otra actividad relacionada con el periodismo".
Charly, lejos del foco
Charly ha hecho su vida en paralelo a los focos bajo los que trabaja su mujer. Tan solo en diciembre de 2018 apareció, por sorpresa, por primera y única vez en un plató de televisión. Como es lógico, fue en Sálvame.
Charly decidió que era un buen día, y una buena causa, porque su mujer celebraba su cumpleaños. Con la ayuda de los compañeros de Lydia, que ejercieron de cómplices, Charly se presentó con un ramo de flores y una tarta. Hasta ahí duró su debut en televisión.
Lydia junto a su marido, Charly, y su madre, a la salida de una comida. Gtres
Charly es un arquitecto que vive completamente ajeno al barullo mediático de su mujer. "Charly es todo, con él me ha tocado la lotería", ha llegado a asegurar Lydia en más de una ocasión.
Siempre que su profesión se lo permite, el único hombre en la vida de Lydia se ocupa de la intendencia del hogar mientras ella trabaja en televisión. Saca al perro que tienen en común, arregla los desperfectos de la casa y espera la llegada de su esposa.
Lydia Lozano y su marido se casaron en junio de 1990. Ambos se conocieron mientras Lydia mantenía una relación con un amigo del que luego sería el amor de su vida.
"Yo salía con un amigo suyo, pero la relación no estaba bien. Fuimos a cenar a casa de la familia de Charly y él abrió la puerta, con unos pantalones y unas zapatillas verdes. Me llamó al día siguiente para quedar... y hasta hoy", contó en una ocasión.
Lydia Lozano y su marido se casaron en junio de 1990. Ambos se conocieron mientras Lydia mantenía una relación con un amigo del que luego sería el amor de su vida. En junio de 2015 celebraron sus bodas de plata en un espectacular enclave de ensueño.