Antonio Orozco en una imagen de archivo.

Antonio Orozco en una imagen de archivo. Gtres

Famosos SALUD MENTAL

Antonio Orozco se confiesa: "No sé si creo en Dios, pero sí creo que hay algo más. La muerte no es una tragedia definitiva"

El cantante acaba de lanzar su libro 'Inevitablemente yo' (Planeta) donde aborda todo el proceso vital que ha sufrido.

Más información: Antonio Orozco: "He llegado a pesar 127 kilos. Mi médico me dijo que me podían pasar cinco cosas y ninguna me iba a gustar"

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Antonio Orozco (52 años) acaba de publicar uno de sus proyectos más íntimos y personales. Y no se trata de un disco. El artista, uno de los más queridos a nivel nacional, se ha desnudado en un libro en el que relata en primera persona el proceso de transformación vital y profesional que ha sufrido tras verse superado por la ansiedad y la depresión.

Inevitablemente yo (Planeta) es el título que ha elegido para contar esta historia de superación y hablar sobre todo lo que ha callado durante años. Tras tocar fondo, ha tenido que volver a empezar de cero y luchar contra sus inseguridades.

Una de las primeras revelaciones que el cantante y compositor hace en las primeras páginas de su libro tiene que ver con la salud mental. Reconoce que la "ansiedad le acompaña desde hace meses". "No quiero escribir un libro de autoayuda. Solo un libro para compartir mi experiencia, en la que quizás algunas personas se vean reflejadas. Un libro para todos los que me quieren y sepan qué pasa en mi día a día".

Antonio Orzco acaba de publicar su libro 'Inevitablamente yo'.

Antonio Orzco acaba de publicar su libro 'Inevitablamente yo'. GTRES

Fue tras un concierto de su gira europea, concretamente después del show de Bruselas, cuando se dio cuenta de que algo no iba bien. "Llegué a casa y me metí en la cama con casi 40 grados de fiebre. Sabía que eso era más que un resfriado: era el cuerpo gritando lo que yo no quería escuchar. No me levanté en todo el día porque me dolía todo, como si hubiera corrido una maratón".

Tras aquel aviso de su cuerpo, Orozco decidió cancelar su gira de teatros con 111 funciones. "Estaba física y mentalmente agotado. Cuando vives con ansiedad extrema, buscas maneras de silenciarla: una pastilla para dormir, otra para la ansiedad, un trago de ron antes de un concierto para brindar por el equipo. Todo son sucedáneos que te alejan de la realidad".

Decidió trasladarse a Puigcerdà, una comarca catalana de la Baja Cerdaña, en la provincia de Gerona, donde logró encontrar la paz. "El descanso no es un lujo, es una necesidad".

"Cuando tomé la decisión y la compartí, logré desahogarme. Pero durante los días posteriores, mi salud continuó empeorando. Mi sistema inmunológico se resistía y mis defensas cayeron en picado. Mi boca se llenó de aftas, la fiebre no se iba y seguía sintiéndome fatal a pesar del tratamiento médico. Creía que me iba a morir".

En medio de todo este proceso, Orozco desvela otro problema de salud al que se tuvo que enfrentar cuando tras una exploración en la garganta su médico le vio una lesión. "Los siguientes 15 días fueron una tortura. Esperar el diagnóstico fue insoportable. No solo estaba el miedo de lo que podía significar para mi salud, sino también lo que implicaba para mi carrera". Afortunadamente, el día del diagnóstico llegó y "la lesión se podía extirpar".

El cantante en uno de sus conciertos.

El cantante en uno de sus conciertos. GTRES

La comida

Como muchas personas, Antonio Orozco recurrió a la comida como estrategia para afrontar el malestar emocional que acompaña a la ansiedad. "Ansiedad, frustración, culpa... Todo eso se convirtió en comida. Pesaba 127 kilos. La verdad que no sé cómo llegué a ese punto. Me dolían las articulaciones, las piernas, el alma".

Antes de ponerse en manos de un especialista, el cantante asegura que no recuerda un solo día de su vida que no haya estado a dieta. "Sé que vivir así es como llevar un grillete. Había probado de todo para perder peso. Había tenido la esperanza de que funcionasen dietas como la de la piña y los periodos de ayuno".

Sin embargo, ahora sabe que su problema no estaba tanto en los alimentos, sino en el instante en el que decidía comer. "Hoy controlo qué como. La obesidad no es una falta de voluntad. Es una enfermedad y un problema serio de salud".

Muerte

Antonio Orozco ha querido hablar también del impacto que supusieron en su vida las muertes de uno de sus grandes amigos y de la madre de su primer hijo. Fundamental para entender su proceso. "El mundo entero se volvió gris".

La primera fue la de Xavi Pérez, productor y teclista, que falleció de manera inesperada a los 43 años en 2016 debido a un infarto mientras trabajaba en su estudio de grabación.

Antonio Orozco con su hijo Jan.

Antonio Orozco con su hijo Jan. GTRES

Pocos meses después, Susana Prat, madre de Jan (18), falleció en 2017 a los 44 años tras una batalla contra el cáncer de útero.

"No puedo escribir su nombre sin que que algo se me mueva por dentro. No vivíamos juntos en aquel momento, pero seguía siendo la persona más importante de mi vida. Era la madre de mi hijo, Mi amiga. Mi compañera en lo esencial. Mi espejo".

Una frase de su amigo suyo le salvó en aquel momento: "Mis amigos budistas dicen que pronto nos reencontraremos con aquellos que hemos perdido en esta vida". Desde entonces, Orozco, que se consideraba agnóstico, ve la muerte de otra forma. "Ya no es una tragedia definitiva. Es un cambio de forma. Una transformación. No sé si creo en Dios pero sí creo en la vida. En su energía y su continuidad. Creo que hay algo más. Que no nos vamos del todo porque el amor permanece".

Ahora Antonio Orozco puede decir alto y claro que está en el mejor momento de su vida. "Hoy elijo. Elijo con quién estar, cuándo, cómo. Elijo a qué decir que sí y qué decir que no. Elijo qué historias me cuento y qué verdades me sostienen".