José Fernando en una imagen de archivo.
Así es la difícil situación de José Fernando tras la muerte de Michu: con una hija e ingresado por sus adicciones
El hermano de Gloria Camila atraviesa un momento complicado y EL ESPAÑOL habla con el centro donde se encuentra.
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Complicada situación para José Fernando (32 años) tras conocerse la muerte de Michu, la madre de su hija. Tras la inesperada muerte de la gaditana, la vida para el hijo adoptivo de José Ortega Cano (71) y Rocío Jurado se hace más difícil, no solo por su situación actual, sino porque la gran pregunta es: ¿qué pasará con su hija?
Desde la muerte de Rocío Jurado en 2006 y el ingreso en prisión del torero en 2013, su vida se puso del revés y se desestabilizó su estado emocional, llevándole a frecuentar malas compañías e iniciarse en el consumo de drogas desde muy joven. De hecho, fue ahí, entremedias de ese proceso, donde conoció a la recién fallecida.
En esa época se hizo público que tenía adicciones a varias sustancias, entre las que se encontraban el alcohol, cannabis e incluso, en algunas ocasiones, el consumo de cocaína. Esto, sumado a que se le habían manifestado y diagnosticado problemas psiquiátricos asociados, podría estar aumentando sus problemas de adicción, ya que le descontrolaban.
José Fernando está viviendo uno de sus peores momentos.
El consumo de drogas se agravó en la adolescencia y la juventud, haciendo que derivase en conductas poco favorables hacia su vida personal y que acabaron en problemas legales recurrentes. Según un informe médico publicado, al que tuvo acceso Libertad Digital, se señalaba que el "déficit intelectual sumado a su trastorno mental y el consumo de sustancias lo limitan gravemente".
Años más tarde, concretamente en 2014, ingresó de forma voluntaria en el Instituto Hipócrates, cerca de Barcelona, para tratar sus adicciones. Empezó un tratamiento que era intenso y muy costoso, con varias fases de desintoxicación. Sin embargo, no fue el único centro por el que ha pasado; también estuvo en Albacete, Madrid y Sevilla, debido a diferentes recaídas y problemas legales que presentaba.
Actualmente, José Fernando continúa ingresado en el Centro San Juan de Dios de Ciempozuelos, localizado en Madrid, un hospital psiquiátrico especializado en salud mental, por orden judicial. Allí sigue terapias para superar sus adicciones y problemas psiquiátricos, alternando con distintos permisos de fin de semana y vacaciones según su evolución.
José Fernando y Michu posando junto a su hija. Instagram
Tras ganarse estos permisos, ha podido disfrutar de algunos días fuera del centro. El último permiso fue el pasado sábado, 21 de junio, para asistir a la boda en Vizcaya de su primo Chema, donde acudió con su hermana, Gloria Camila (29), y su padre.
Todos estos problemas con las adicciones le han hecho cometer errores que ha ido acumulando en el pasado y que podrían jugarle una mala pasada en el presente, sobre todo por la acumulación de delitos y antecedentes penales que arrastra desde el año 2013, cuando pasó cuatro años en prisión antes de ser trasladado al primer centro de desintoxicación, hasta la actualidad, siendo en 2024 el último delito investigado por un presunto caso de estafa.
El centro donde reside
La muerte de Michu se ha convertido en uno de los momentos más complicados para José Fernando, ya que era ella quien cuidaba y convivía con su hija, Rocío. Sin embargo, vista la situación, EL ESPAÑOL se ha puesto en contacto con el centro psiquiátrico San Juan de Dios, de Ciempozuelos, en Madrid, para saber cuál es el protocolo que se debe seguir en estos casos, ya que el padre se encuentra interno.
En estos casos, podría resultar compleja la comunicación al interno. Sin embargo, desde el centro explican a este medio que hay diferentes formas de hacerlo: desde la familia, desde el mismo centro o por "vía judicial", dependiendo de la gravedad del asunto y de qué se esté tratando.
Centro San Juan de Dios de Ciempozuelos en Madrid.
Dicho centro cuenta con 1.260 camas distribuidas en 15 unidades asistenciales, que integran áreas de salud mental, discapacidad intelectual, psicogeriatría y cuidados somáticos. También dispone de amplios jardines, instalaciones deportivas, zonas de terapia ocupacional, rehabilitación, polideportivo, piscina y una gran escuela.
En un centro como este, donde cada paciente presenta sus propias patologías, existen diferentes formas de tratarlos. Este medio ha preguntado al centro sobre la posibilidad de tener comunicación con el exterior, disponer de teléfono móvil y estar al día de la actualidad por este dispositivo. El centro psiquiátrico responde que "sí, todo dependerá del paciente", confirmando que cada interno sigue un protocolo diferente.
José Fernando se encuentra interno desde hace bastante tiempo en el centro de Ciempozuelos, por lo que ha conseguido obtener permisos en diferentes ocasiones. Tras preguntar por estos permisos al centro, explican que el protocolo a seguir dependerá de la "gravedad y el caso" del que se trate.
José Fernando, a su llegada a Cádiz tras el fallecimiento de su expareja, Michu. Gtres
Aunque, en este caso, se ha podido confirmar que sí ha recibido un permiso especial, ya que se le ha visto por las calles de Arcos de la Frontera para asistir al funeral de la que fuese la madre de su hija, a la que estará deseando abrazar tras meses sin verla y en uno de los momentos más complicados para él como padre.
La situación para José Fernando se complica y aún se desconoce qué pasará con su hija de ocho años, quien vivía con Michu en Cádiz y ahora, inesperadamente, se ha visto sola tras la muerte de su madre, a los 33 años. Aunque, según una información desvelada por Kike Calleja (43) en Vamos a ver, Michu quería que, si le pasaba algo, fuese Ortega Cano quien se hiciera cargo de la pequeña.
Reencuentro de padre e hija
Tras conocerse la noticia del fallecimiento, la familia se ha trasladado a Arcos de la Frontera, donde se han reencontrado con Rocío, la hija de José Fernando y Michu, de siete años. Un reencuentro que hacía tiempo que no se producía y en el que él ha estado acompañado por su hermana, Gloria Camila, y su novio, Álvaro García.
A su llegada al domicilio familiar, los hermanos han sido recibidos por Tamara, hermana de Michu, a quien han abrazado con emoción y palabras de consuelo. La escena, cargada de tristeza y empatía, se ha desarrollado a las puertas de la casa, donde la hija de Ortega Cano, junto a su pareja y una amiga, ha permanecido conversando con la familiar de la víctima, mientras el joven accedía al interior para reencontrarse con su hija.
José Fernando, su hija Rocío y la madre de Michu, Inma. Europa Press
En medio de la consternación, uno de los momentos más emotivos ha sido el reencuentro entre el hijo de Ortega Cano y la pequeña Rocío, tras la pérdida de su madre. El joven, profundamente afectado, ha permanecido al lado de la niña, acompañándola en este duro trance. Junto a la abuela materna de la menor, ambos han salido cogidos de la mano del domicilio familiar, reflejando la tristeza y el desgarro que atraviesan todos en estos momentos.
La presencia y el apoyo de los Ortega en Arcos de la Frontera subrayan la importancia de la unión familiar ante la adversidad, en un momento marcado por el dolor y la necesidad de arropar a la pequeña y a los allegados de Michu.