La presentadora Paloma Lago en un acto público en Madrid.

La presentadora Paloma Lago en un acto público en Madrid. Gtres

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Sólo hablará ante la Justicia: el extraño silencio en torno al caso de Paloma Lago casi un mes después de la presunta agresión

La presentadora ha comenzado a hacer vida normal en Ferrol, donde vive. "Se agradece un poco de tranquilidad", explica alguien cercano a los Pérez-Lago.

Más información: La empresa familiar de Paloma Lago retoma su actividad: el próximo evento y quién es la abogada de Alfonso Villares

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La vida de la presentadora Paloma Lago (58 años) cambió drásticamente el pasado 4 de junio, cuando vio la luz la denuncia que ella le interpuso a Alfonso Villares (55), exconselleiro de Mar de la Junta de Galicia, por presunta agresión sexual.

Desde entonces, su nombre y su vida -también, indirectamente, la de su entorno más próximo- quedó expuesta en los medios de comunicación. Durante días hubo una gran intensidad informativa, y la que fue mujer de Javier García Obregón se atrincheró en su casa de Ferrol.

En el inmueble en el que, según el relato oficial, habrían sucedido los hechos. Optó Paloma por guardar silencio a nivel público y así se mantiene. Sólo habla acerca de esta espinosa cuestión con la justicia. Cumple a rajatabla todo lo que se le dicta y escucha a su entorno.

La presentadora Paloma Lago en una fotografía en septiembre de 2024, en Sevilla.

La presentadora Paloma Lago en una fotografía en septiembre de 2024, en Sevilla. Gtres

Pocos son los datos que han trascendido hasta la fecha desde el entorno de la presentadora, que ha estado arropada por su familia. Ella, en esa línea de reanudar y retomar el hilo de la realidad, ha retornado, en parte, a la vida social este pasado fin de semana. 

Lago ha reaparecido, por sorpresa, este pasado sábado, día 28, en la playa de Esmelle, ubicada en Ferrol, A Coruña, próxima a la casa que tiene en Covas. ¿El motivo? Profesional: Paloma ha asistido al Gadis Surf Festival Ferrol,un evento en el que participa su empresa familiar. 

Cuentan quienes la vieron que Paloma está "serena", extremo que se trasluce de su comportamiento. Precisamente, lo último que había visto la luz fue que la empresa familiar, Equiocio -evento ecuestre promovido por la familia de Lago-, había retomado su actividad.

Al estallar el escándalo, la empresa quedó suspendida durante unos días, pero, poco a poco, ha tomado el pulso a la normalidad. EL ESPAÑOL también informó que la excuñada de Ana García Obregón (70) estaba a la espera de que el juez la llamase para declarar.

La presentadora en un photocall en Madrid, en 2024.

La presentadora en un photocall en Madrid, en 2024. Gtres

Ese momento bien podría haber acontecido ya, pero existe un gran hermetismo en torno a esa declaración. La fuente con la que charla EL ESPAÑOL insiste en que Paloma sólo habla de su realidad judicial con su abogado: "Ha puesto un muro gigante".

No quiere que, incluso desde la mejor de las intenciones, se filtre nada a la prensa con el enfoque de que ella ha hablado, o que se conozca su sentir o parecer. En otro renglón, hay que destacar que a mediados de este mes de junio que está concluyendo el flujo de información se detuvo.

De un día para otro, ni medios digitales ni las televisiones abordaron más esta cuestión del caso de Paloma Lago. ¿Qué ha pasado? ¿A qué se debe este extraño silencio? EL ESPAÑOL trata de contactar con el entorno de la presentadora: "Se agradece un poco de tranquilidad".

No sólo Paloma está "más tranquila" ante el hecho de que la presión mediática haya disminuido, también su familia más directa. Esto es, su hijo, Javier García-Obregón Pérez-Lago (28), de su madre, Chus, y, de sus hermanos, Ana y Federico.

Su teléfono sigue sin dar tono de llamada: cuando se le contacta está comunicando. "Claro que está operativo: ella llama a quien quiere. No está off las 24 horas".

De acuerdo a la información que se traslada a EL ESPAÑOL, Paloma ha comenzado a salir de casa, si bien su día a día es discretísimo y procura no llamar la atención.

Tiene la intención Lago de seguir todo el verano de perfil bajo, sin acudir a actos públicos. "No está fuerte para eso", se apunta: no es el momento de hacer frente a las preguntas de la prensa. Tampoco se lo permite su letrado: "Ahora mismo hablar sería contraproducente".

Cuenta quien lo sabe que la de Ferrol está perfilando cómo será su rentrée mediática y, junto a su representante, baraja proyectos, ofertas y opciones. Por supuesto que no está en su ánimo aprovechar el presente interés que existe en torno a ella; tan sólo quiere volver a la vida, a lo que siempre ha sido su báculo: el trabajo. 

Y la actividad social forma parte de su existencia. Paloma no lo ha pasado nada bien; en realidad, sigue sin estar bien. Cierto es que, con el paso de los días, todo se asienta, pero se describe que ha vivido un infierno. Cuando estalló todo, una fuente dijo que estaba "tocada y mal".

Lago está "mal, tocada, porque este revuelo sólo hace que reviva el suceso. Una y otra vez. No es fácil". Por otro lado, el otro protagonista, Alfonso, mantiene su inocencia. También se ha analizado la naturaleza de la relación que habrían librado Paloma y Alfonso.

El político, divorciado y padre de un hijo, finalizó su matrimonio con una veterinaria gallega. Tal y como se ha publicado, fue en verano de 2024 cuando la presentadora y Villares se conocieron.

Se desliza que ambos habrían tenido una suerte de vínculo amoroso, que duraría varios meses, si bien se desconoce el grado de esa relación sentimental. Este medio, eso sí, no ha podido aclarar a través de personas cercanas a Lago qué tipo de relación la unía a Alfonso.

Otros medios aseveran que existía una historia amorosa que duró unos meses y comenzó en verano de 2024. El entorno del exconsejero del mar de la Junta de Galicia desconfía de los hechos; se considera que todo es "mentira" y un "montaje".

Los hechos

Paloma Lago, en un acto público.

Paloma Lago, en un acto público.

El caso de Paloma Lago y Alfonso Villares ha sacudido tanto el ámbito político como el mediático en España, convirtiéndose en uno de los asuntos más delicados y comentados del año.

La presentadora interpuso el pasado 27 de diciembre de 2024 una denuncia por presunta agresión sexual contra el entonces consejero del Mar de la Xunta de Galicia, quien poco después presentó su dimisión y renunció a su aforamiento para "defenderse como cualquier ciudadano".

Según la denuncia, Lago se despertó desnuda, desorientada y con la sospecha de haber sido víctima de sumisión química. Aunque los análisis toxicológicos no detectaron sustancias en su organismo, la investigación sigue en curso.

La relación entre ambos era desconocida públicamente hasta entonces, aunque se ha confirmado que mantenían un vínculo personal desde el verano anterior.

El entorno de Villares ha defendido su inocencia, asegurando que está “destrozado” y que la denuncia ha arruinado su carrera política. Por su parte, la familia de Paloma Lago ha optado por la discreción, a la espera de que la justicia determine lo ocurrido.

El caso ha generado un intenso debate público, con voces que piden prudencia y respeto por el proceso judicial, y otras que denuncian la presión mediática y los intentos de desacreditar a la denunciante. Mientras tanto, la instrucción judicial continúa abierta, y tanto la opinión pública como los medios siguen de cerca cada nuevo detalle.