El bodeguero Vicente Dalmau es un gran amigo del rey Juan Carlos.

El bodeguero Vicente Dalmau es un gran amigo del rey Juan Carlos. Montaje de EL ESPAÑOL.

Famosos PERFIL

Quién es Vicente Dalmau Cebrián-Sagarriga, el aristócrata y millonario que no se separa del rey Juan Carlos en Sanxenxo

El propietario de las bodegas Marqués de Murrieta ostenta los títulos de Conde y Barón, y es amigo de la infancia de Eugenia Martínez de Irujo.

Más información: El rey Juan Carlos se va de cena en Sanxenxo: su visita a "un templo" de pescado y marisco con su pandilla de regatas

Publicada
Actualizada

Su nombre completo es Vicente Dalmau Cebrián-Sagarriga. Nació en Madrid en 1970 y es el presidente de Marqués de Murrieta Estates & Wines, una bodega familiar fundada en 1852. Hasta ahí bien podría parecer que es un bodeguero como otros tantos. Pero no. Es más que eso. Este empresario, bien conocido en el sector vitivinícola de nuestro país, es una de las personas que forma parte del círculo íntimo del rey Juan Carlos I (87 años).

El pasado miércoles 23 de abril, Dalmau acompañó al Emérito en una velada, junto a otros amigos, en el restaurante D'Berto de O'Grove. El padre de Felipe VI (57) se ha trasladado, un año más, desde Abu Dabi a Sanxenxo para participar en la Liga Española de 6 Metros. Aficionado al deporte náutico desde su más tierna infancia, el que fuera Jefe de Estado procura no perderse su cita en las costas gallegas. Una ocasión que le brinda la oportunidad de disfrutar de dos grandes placeres: la navegación y la compañía de sus personas de confianza.

Entre ellos, ya se sabe, está su incondicional amigo Pedro Campos (74), quien le ofrece su casa y su confidente desde hace décadas. También hay que destacar a Vicente Dalmau, alguien capaz de elevar la empresa familiar en una marca de lujo a nivel internacional. Te contamos un poco más sobre este hombre, aficionado al Atlético de Madrid, licenciado en ADE en la Universidad de Navarra, devotamente monárquico y fan de Julio Iglesias (81). Un bon vivant amante de la buena mesa, y también de las mujeres, quien curiosamente pertenece a la aristocracia. Es conde de Creixell. Y barón de la Pobadilla.

Los títulos nobiliarios los heredó de su bisabuela, Julia Becerra Malvar, quien al parecer era toda una impulsora de la localidad pontevedresa de Barrantes, donde "la conocen como la condesa buena", según indicó en una entrevista a La Voz de Galicia. Esta se casó con Vicente Sagarriga, conde de Creixell y barón de la Pobadilla, de quien su padre, Vicente Cebrián-Sagarriga, recibió los títulos.

Sus orígenes se remontan a Galicia. Desde el año 1511 su familia ha estado vinculada al Pazo de Barrantes, que inicialmente no se dedicaba al mundo del vino de manera profesional. En la finca había pagos de uva albariño con los que hacían caldos "por afición" y "para regalar". No fue hasta 1983 cuando su progenitor se animó a comprar Marqués de Murrieta, una de las bodegas emblemáticas de Rioja. Poco a poco fue transformando la empresa.

En 1991, convertidos ya en un negocio próspero, lanzaron Pazo de Barrantes, un blanco de nivel realizado en su bodega gallega -fundada un año antes- que fue elegido el mejor del mundo por las revistas Wine & Spirits y Wine Spectators.

Situada en el Valle del Salnés, en el corazón de la D.O. Rías Baixas, la finca cuenta con dos hectáreas de viñedo propio de uva albariño. Una auténtica joya en la zona costera de Pontevedra. La bodega está situada junto al pazo del mismo nombre, una casa solariega del siglo XVI por cuya reconstrucción se le concedió a su padre el premio de la Fundación Inglesa Marquesa de Amodio en 1979.

El rey Juan Carlos, en su visita al restaurante D'Berto, en Sanxenxo, el pasado miércoles 24 de abril, acompañado de Vicente Dalmau.

El rey Juan Carlos, en su visita al restaurante D'Berto, en Sanxenxo, el pasado miércoles 24 de abril, acompañado de Vicente Dalmau. GTRES

En 1996, la temprana muerte de su padre hizo que Vicente Dalmau Cebrián-Sagarriga tomara las riendas del negocio. Tenía apenas 26 años cuando le tocó ponerse al frente de la finca de Ygay, con 300 hectáreas de viñedo, a la que ha logrado llevar a lo más alto.

En 2021, la empresa facturó 18,3 millones de euros. Los beneficios han ido en aumento. En 2022 ascendieron la cifra a 23,57 millones. En actualidad da trabajo a unas 100 personas y produce 1,5 millones de botellas al año.

La compañía tiene su sede en el castillo de Ygay, del siglo XIX, ubicado en La Rioja, cerca de Logroño. Las instalaciones fueron reinauguradas en 2014 con la presencia, cómo no, del rey Juan Carlos. El Emérito, siempre fiel a sus amigos, no quiso faltar a un acto en torno al cual se generó una polémica. Porque el interiorista encargado de decorar el edificio, el argentino Luis Galliussi, acabó enfrentándose en los tribunales a Dalmau.

El motivo de las disputas tuvo que ver con las obras de rehabilitación. El conde de Creixell le reclamó dos millones de euros al decorador por problemas en las obras. Estas se prolongaron durante ocho años y tuvieron un coste de más de 14 millones de euros.

Vicente Dalmau, con Cristina Caballero, en un acto celebrado en Madrid en 2024.

Vicente Dalmau, con Cristina Caballero, en un acto celebrado en Madrid en 2024. GTRES

Pero los negocios no son lo único en lo que Vicente Dalmau Cebrián-Sagarriga parece tener buen olfato. También lo tiene a la hora de elegir compañía femenina. Su currículum sentimental es extenso. Mantuvo un noviazgo de dos años y medio con la modelo valenciana Marta Ortiz, a la que siguen más de 95.000 followers en Instagram y ha desfilado para firmas tan conocidas como Zuhair Murad, Reem Acara o la mismísima Chanel. Fue un idilio discreto. Rompieron a finales de 2017.

Affaire con María León

En la primavera de 2015 estuvo saliendo con la coach, bloguera y relaciones públicas María de León Castillejo (45), hija de los marqueses de la Cañada. "Vicente es una persona estupenda. Pero sólo te voy hablar como persona, que no voy a dar más detalles", confesaría ella en 2015 a El Mundo, en pleno apogeo de su affaire. "Estoy muy feliz y muy contenta". Lo cierto es que estuvieron juntos un tiempo, pero la cosa no fue a más.

Vicente Dalmau, con Eugenia Martínez de Irujo, y su hija Tana Rivera, en la Masters Series Madrid, en 2019.

Vicente Dalmau, con Eugenia Martínez de Irujo, y su hija Tana Rivera, en la Masters Series Madrid, en 2019. GTRES

Se le ha relacionado también con Eugenia Martínez de Irujo (56), pero lo cierto es que son amigos desde pequeños. Estudiaron juntos en el Colegio Británico de Madrid. En alguna ocasión se les ha visto juntos en público, compartiendo complicidad, como la Masters Series Madrid de 2019, en la que compartieron fila de asientos junto a Tana Rivera (25), la hija que tiene en común la duquesa de Montoro con Francisco Rivera (51).

Su última relación conocida es con Eva Caballero González. Graduada en Administración de Empresas, es socia fundadora de Agy Agency, una agencia de comunicación y marketing con sede en la localidad madrileña de Alcobendas especializada en comunicación online y offline, diseño y creatividad y gestión de redes sociales, entre otros servicios. Ella es quien lo ha acompañado, siempre de manera discreta, en sus más recientes apariciones en público.

Hablando de las mujeres de su vida, es preciso señalar que tiene tres hermanas: Cristina, que trabaja mano a mano con él en los viñedos familiares y es directora financiera de la empresa; Silvia, farmacéutica; y Alexia, quien desarrolla su actividad profesional en El Corte Inglés como jefa de diseño.

Vicente Dalmau Cebrián-Sagarriga , con su pareja, Eva Caballero, el pasado mes de febrero en Madrid.

Vicente Dalmau Cebrián-Sagarriga , con su pareja, Eva Caballero, el pasado mes de febrero en Madrid. GTRES

Se considera un tipo "raro" al que le gusta el vino. Y Julio Iglesias. Su canción favorita es la versión que el cantante ha hecho de My Way, la canción escrita por Claude François y Jacques Revaux, traducida al inglés por Paul Anka y convertida en un éxito mundial cuando pasó por las cuerdas vocales de Frank Sinatra.

Confiesa también, en el blog de su firma de vinos, que le encantaría "saber controlar el estrés". Y es que llevar las riendas de una bodega, considerada como la mejor del mundo hace dos años por Best Of 2023, no debe de ser tarea fácil.

Por suerte, su marca y su sello personal cuentan con un embajador de lujo. Uno de excepción. El rey Juan Carlos, quien cada año por su aniversario brinda con su vino Castillo de Ygay. Tan estrecha es su unión que Dalmau Cebrián-Sagarriga, otro apasionado de las regatas, lo ha visitado en su actual residencia. El empresario fue uno de los amigos que viajó a Abu Dabi el pasado mes de enero para celebrar junto a él su 87 cumpleaños.

"Soy una persona que le adora"

No es casualidad que al aristócrata se le dé tan bien conservar sus amistades con las altas esferas. Es una excelente costumbre que heredó de su padre. Este contaba entre sus amigos a figuras tan ilustres como Camilo José Cela, Premio Nobel de Literatura en 1989. O Graham Greene.

El escritor británico visitó el castillo de Ygay en 1987, y su estancia le sirvió de inspiración para sus obras. Juntos crearon la fundación que lleva el nombre del autor, con el fin de promover y preservar su legado literario de quien firmó novelas como El tercer hombre o El poder y la gloria. Quien tiene un amigo tiene un tesoro, dicen. Si el amigo es un Nobel o un rey, más valioso aún es el tesoro.

Vicente Dalmau Cebrián-Sagarriga, con Isabel Díaz Ayuso en la entrega de Medallas de la Comunidad de Madrid, en 2022.

Vicente Dalmau Cebrián-Sagarriga, con Isabel Díaz Ayuso en la entrega de Medallas de la Comunidad de Madrid, en 2022. GTRES

Eso sí, el aristócrata aclara que no es íntimo de Juan Carlos: se considera un servidor: "No soy amigo. Soy una persona que le adora y que trato de servirle constantemente", confesó el pasado mes de marzo, poco después de compartir una velada con el Emérito en Oriente Medio por su cumpleaños.

"Estar con él es una auténtica maravilla. Es parte de la historia de España. Un monarca que ha traído maravillosos activos a este país, que ha sido clave en la historia de este país", expresaba en una de sus escasas declaraciones públicas sobre el Emérito.

Su próximo proyecto empresarial es tan ambicioso como la remodelación integral de su bodega en La Rioja, que figura entre las más modernas de Europa. Ahora quiere hacer lo mismo en Pazo de Barrantes, en Galicia, y transformar por completo la bodega, con el fin de "hacer un proyecto de vino exclusivo". Para ello no dudará en demolerla por completo e incluso construir otra bodega adicional en la que poder elaborar los albariños mientras la principal está en obras.

Un titánico plan que, seguro, durará varios años. Y en el que seguirá contando con el apoyo incondicional del rey Juan Carlos, al que tanto le gustan los vinos de sus bodegas.