
La periodista Sara Carbonero y su pareja, José Luis Cabrera, en su última aparición pública, hace unos días. Europa Press
Descubrimos el discreto paso de Sara Carbonero y José Luis Cabrera en su amor y la foto de la madre de ella que tranquiliza
Según confirma EL ESPAÑOL, es cada vez más frecuente que el empresario pase tiempo en la capital de España, pese a que reside y trabaja en Canarias.
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Sara Carbonero (40 años) está afrontando unos difíciles días a nivel familiar desde que el pasado 12 de marzo se hizo público el fallecimiento de su abuela materna, Máxima. Un triste deceso que aconteció, cosas del destino, escasos días después de que la familia Carbonero Arévalo se reuniera para festejar los 100 años de Maxi, como la conoció su entorno.
La periodista manchega pudo desplazarse a Corral de Almaguer, su pueblo natal y donde vivía su abuela, para despedirse de ella. También viajó a Toledo, días antes de la tristísima partida, para celebrar ese meritorio siglo de su querida abuela. La vida y sus contrastes. De eso sabe mucho la que fue mujer de Iker Casillas (43).
EL ESPAÑOL puede confirmar que la muerte de Máxima se precipitó tras una caída en la residencia donde estaba ingresada. Nada se pudo hacer. La familia dio el último adiós a Máxima en el citado municipio, y hasta allí se trasladó una agencia de comunicación que inmortalizó el duro trance. Las revistas del corazón lo recogieron en su versión impresa.

Sara Carbonero, atendiendo a la prensa hace unos días. Gtres
De entre las fotografías que ocuparon espacio en el papel couché hubo una que llamó la atención de propios y extraños: la de Goyi Arévalo, la madre de Sara y la hija de la fallecida. Arévalo llegó a la Iglesia Parroquial Nuestra Señora de la Asunción, en Corral de Almaguer, junto a su hija Irene Carbonero (35).
De negro riguroso, Goyi se mostró, como es natural, apenada y cariacontecida. El dolor se reflejaba en su rostro. No obstante, a EL ESPAÑOL traslada una fuente próxima a la familia, residente en Corral de Almaguer, que el aspecto de la madre de Sara, pese a todo, tranquilizó y alegró, de algún modo, a quienes la quieren.
No hay que olvidar que, a nivel de salud, la progenitora de Carbonero está encarando un aciago período y tiene a toda su familia, y bonísimos amigos, pendiente de ella, arropándola. No es la primera vez que a este diario se destaca la tremenda fortaleza de Goyi Arévalo.
Desde que Arévalo sufrió este contratiempo de salud, sus hijas, Sara e Irene, no se separan de su lado. Tal es así que Goyi se llegó a instalar en La Finca, la elitista urbanización donde reside su hija Sara en Madrid. Es verdad que, en los últimos años, la salud le ha dado distintos zarpazos a Sara Carbonero. Pero ella es una mujer resiliente y fuerte.

Sara y José Luis paseando por Madrid, el pasado 28 de marzo. Gtres
Sigue adelante, porque se ha dado cuenta de que la vida no se detiene y no queda otra que caminar. Sobre todo, hay dos poderosas razones: sus hijos, Martín y Lucas. En otro orden de cosas, el amor siempre acompaña a Sara y ella nunca renuncia a él. En el plano amoroso, ahora mismo la presentadora vive un dulcísimo momento al lado de un empresario canario, José Luis Cabrera.
La dupla está feliz y ya no se esconde. Viaja y pasea románticamente por Madrid. No hay por qué rehuir la realidad. Cierto es que al principio jugaron al despiste, también su entorno; se habló sólo de amistad, pero el amor no se puede ocultar. Hoy, la solidez define a esta pareja. EL ESPAÑOL pudo conocer hace unas semanas que él viaja mucho a Madrid -procedente de Canarias, donde vive y trabaja-.
También una revista del corazón corroboró que José Luis conocía, al menos, a uno de los hijos de Sara, y que la acompañó a un partido de fútbol, jugado por el menor. Hoy, este medio está en disposición de ampliar la información. Cabrera conoce a ambos hijos de Carbonero. También a la madre de ésta, Goyi, y a su hermana, Irene.
Por supuesto, a Isabel Jiménez (43), íntima amiga de Sara. La periodista deportiva, por su parte, también ha dado un paso al frente en su historia de amor conociendo al entorno de él. Habitual es también que en cada viaje de él a la capital de España visite el domicilio de Sara, en La Finca. José Luis pasa la mayor parte del tiempo en la mencionada urbanización.
Sara y José Luis están felices y tranquilos. Conviene recordar que Isabel Jiménez hizo las presentaciones oficiales entre Sara y José Luis durante un viaje a Canarias por motivos profesionales. Jiménez conoce bien a José Luis, porque éste es un buen amigo de su marido, Álex Cruz.
Sara y Jota -como lo conoce su entorno- se conocieron y cayeron estupendamente. Después de aquella primera toma de contacto -Isabel, Sara y el resto de personas se alojaron en una casa que este empresario tiene en La Graciosa-, la comunicadora y Bonny se vieron con más frecuencia.
El pasado en prensa de José Luis

El empresario José Luis Cabrera, en una imagen de archivo.
José Luis es consejero de una empresa agrícola que pertenece a su familia. Esta es su ocupación actual, pero anteriormente estuvo enrolado en la política. Fue Gerente del Patronato de Turismo de Fuerteventura.
En 2011, durante una entrevista en Informalia, Cabrera manifestó, en relación a su carrera profesional: "Después de estudiar Empresariales, hice un Máster en Comercio Exterior en Madrid y Londres y después pasé al mundo de la banca en la parte financiera. De ahí pasé a la central de Múnich de la financiera de BMW, donde estuve unos cuantos años más".
El nombre de Bonny ocupó titulares en la prensa hace un tiempo al enfrentarse a diversos problemas judiciales que, finalmente, fueron solucionados y él, absuelto: fue investigado por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias, con motivo de presuntos delitos de prevaricación, malversación y falsedad documental. Así, al menos, lo recogieron en el momento portales y medios como Libertad Digital y Canarias 7.
Se puso el foco en una supuesta trama de irregularidades en facturas vinculadas a viajes de políticos del PP, sufragados con dinero público sacado del patronato de turismo de Fuerteventura. Aquel difícil trance se solucionó en 2015, cuando José Luis quedó limpio de toda duda.