Máximo Huerta durante un acto público en Madrid en junio de 2019.

Máximo Huerta durante un acto público en Madrid en junio de 2019. Gtres

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El motivo por el que Máximo Huerta paraliza su proyecto más personal: "No me gusta la polémica. Escapo del ruido"

El periodista ha vuelto a sincerarse a través de su cuenta de Facebook, espacio que le permitía desahogarse. Lo hace con un rotundo texto.

23 mayo, 2024 12:07

Hace cinco días, Máximo Huerta (53 años) anunciaba que, "muy en contra" de su voluntad, cesaba las publicaciones de Dietario con perro a los pies, una especie de columna que publicaba en su perfil de Facebook a modo de desahogo personal. Entonces, el escritor no desvelaba mayores detalles acerca de su decisión. Fue en la tarde de este pasado miércoles, 22 de mayo, cuando expuso los motivos. 

"Paré de escribir mi rutinaria columna del Dietario con perro a los pies porque detesto que algo se haga viral. Lo viral me suena a virus. A contagio. A pandemia. A mal. El tema del último post era muy delicado, muy sensible. Demasiado íntimo como para que fuera prostituyéndose por los diarios, con titulares llamativos o en los casilleros de opiniones que hablan de oídas", comenzaba el exministro.

"En este texto hablaba de la soledad, del vacío que se aventura en los que no tenemos familia, de ese futuro cercano que huele a azufre. Sin embargo, se le dio la vuelta con ese juego tan retorcido del 'dicen que dice que dijo'. En fin. Que necesitaba parar. Y eso hice, parar", explicaba el escritor. 

[La dura reflexión de Máximo Huerta mientras cuida de su madre: "¿Quién se ocupará de los que no tenemos hijos?"]

Máximo Huerta, cuando era ministro, llegando a la Moncloa.

Máximo Huerta, cuando era ministro, llegando a la Moncloa. Gtres

Máximo Huerta hacía referencia al texto publicado el pasado 16 de mayo, en el que se planteaba la siguiente interrogante: "¿Quién se ocupará de los que no tenemos hijos?

Entonces el comunicador hilaba su situación actual -la salud de su madre- con una reflexión personal. "Había que rellenar los pastilleros, verde de día, azul de noche, para comenzar otra semana. Una más. Una menos. Y cuando mi madre ha puesto la mano formando un cuenquecito para que se las pasara, he pensado en quién hará eso conmigo. ¿Quién? ¿Quién me cuidará? ¿Quién me ordenará las pastillas?", se preguntaba a sí mismo. 

Aquellas palabras conmocionaban a muchos usuarios que viven una situación parecida. Otros tantos comentaban el texto del periodista con mensajes de apoyo, asegurando que siempre se puede encontrar a alguien y que ser padres no es garantía de nada. A raíz de estos comentarios, horas después, el periodista volvía a recurrir a su cuenta de Facebook para matizar su reflexión. Casi una semana después se ha vuelto a hacer eco de ella, pero para hablar del motivo por el que ha paralizado su blog

"Mi columna era un ejercicio diario, como quien publica en prensa o cuece el pan y lo sirve a la mesa. Pero gato escaldado de agua caliente huye. Y a mí no me interesa nada, nada, nada, nada, la polémica. Escapo del ruido, me escondo si veo follón, camino por otras calles menos transitadas y guardo mis opiniones para los amigos", proseguía en el post compartido en Facebook este pasado miércoles. 

Máximo Huerta frente a su local, la Librería de Doña Leo.

Máximo Huerta frente a su local, la Librería de Doña Leo. Instagram

En esta misma línea, el periodista indicaba que hay ciertos temas que prefiere debatir entre su entorno más cercano. "De hecho no hablo de política públicamente, ni de nada espinoso. ¿Equidistante? No. Escucho. Me parece hermosísimo escuchar y ver qué se dice, qué se escribe y qué futuro tienen esos fuegos fatuos que arden en hogueras que se prenden cada día", alegaba. 

Para terminar, Máximo Huerta escribía un mensaje de agradecimiento a quienes estaban pendiente de sus textos: "Gracias a todos los que habéis insistido en que debía hacer caso a las opiniones buenas, a los que cuidan, a los que están. Que somos más, decíais. Pero es que en estos tiempos tan agrios, no merece la pena la exposición de los sentimientos". 

De esta manera, el periodista aclaraba que, de momento, dejará a un lado esta columna que le servía de 'confesionario'. "La ventana está abierta, entra aire fresco, el cielo está precioso y Leo ha paseado dos veces en una hora. Me voy a la librería", concluía.