La plaza Jemaa El-Fna, el corazón de la Medina de Marrakech, en Marruecos, amanecía este miércoles, 2 de agosto, con un ambiente diferente. El ruido de las motos, los carros tirados por burros cargados de troncos, el fuerte olor a especias y la hospitalidad infinita de sus mercaderes contaban al alba con la ilustre visita de una de las primeras familias de España.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (51 años), junto a su esposa, Begoña Gómez (48), y sus dos hijas, Ainhoa y Carlota, se han mezclado, como cuatro turistas más, con las miles de personas que cada jornada se lanzan al zoco para conocer de primera mano qué les ofrece la mágica y caótica ciudad imperial. 

Sánchez, que viajó en un avión de línea comercial desde Madrid hasta Marrakech, aterrizó el martes, día 1 de agosto, en el que es un viaje "estrictamente privado" para descansar con su familia antes de iniciar el nuevo curso político. Unas vacaciones que, según fuentes de Moncloa, han sido costeadas "íntegramente con recursos propios" por el presidente. 

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Si bien el pasado mes de julio, Marruecos llegó a rozar los 48 grados centígrados de temperatura, en estos días tendrá mínimas de 19 aunque, eso sí, máximas de hasta 38. En definitiva, un tiempo más que caluroso que invita a lucir un atuendo fresco para la ocasión.

Por ello, Pedro Sánchez ha recurrido a un outfit con el que poder afrontar un cálido día de turismo de manera óptima. Para empezar, una guayabera blanca, todo un acierto, pues no sólo el color de la prenda repele el sol, sino que además este tipo de camisas suelen estar confeccionadas en lino y algodón, aislando al cuerpo del extremo calor del exterior.

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En el tren inferior, Sánchez lleva unos jeans, cómodos e informales. Lo mejor del outfit son los complementos, pues mención aparte merece la parpusa. Se trata de una boina asociada a la indumentaria tradicional de los chulapos de la ciudad de Madrid, de donde el líder socialista es oriundo. Aunque se suelen usar en San Isidro, también es apropiada para otras ocasiones, como este viaje. Por su parte, Begoña Gómez seleccionó un vestido ceñido en tonos tierra, de tirante fino y escote redondo, además de gafas de sol, como su marido.

Sus dos hijas parecen tener estilos antagónicos. Una de ellas lo apostó todo al color block luciendo un top y unos pantalones en mismo tono tostado, complementado con un bolso nude. La otra, en cambio, con una apariencia mucho más streetwear, lució un body negro y unos pantalones cargo en color blanco. Ambas llevaban reloj: una de ellas en su muñeca derecha y la otra, en la izquierda.