Si hay algo que nadie duda a estas alturas es que Iker Casillas (41 años) tiene olfato para los negocios. Hace unas semanas lo volvía a demostrar. En concreto, lo hacía con el piso que el exguardameta compró en 2020 en pleno paseo del Pintor Rosales, una de las calles más exclusivas de Madrid, aprovechando una oportunidad.

En un momento en que el matrimonio con Sara Carbonero (38) hacía aguas, se llegó a especular que Iker lo había comprado para mudarse a vivir allí iniciando su nueva vida de soltero. Nada que ver. El exfutbolista, que ha desarrollado con los años una habilidad especial para invertir de forma ventajosa en ladrillo, pasó por el notario para aprovechar lo que en fuentes del sector calificaban de "ganga". Una oportunidad que se le presentó y que Iker, decidido en cuestión de negocios, no dejó pasar.

Se trataba de un sexto piso en una de las localizaciones con más posibilidades de la capital. Una vivienda en un bloque de siete alturas y sólo 14 vecinos por el que pagó una cantidad cercana a los 1,5 millones de euros, un precio asequible que el portero no dudó en hacer efectivo. La ubicación, frente al Templo de Debod, la altura con vistas a la Casa de Campo la exclusividad del vecindario hacían de la vivienda una inversión sobre seguro.

Edificio de la calle Pintor Rosales donde Casillas tenía su piso. EL ESPAÑOL

300 metros cuadrados

Nada más comprarlo, el guardameta encargó una reforma integral del piso, en la que, durante meses, una empresa se afanó remodelar de arriba a abajo toda la propiedad, cambiando estancias y rehaciendo las divisiones del interior. Ello le permitió convertir una vivienda antigua y desactualizada en una joya del mercado con muchas novias. La vivienda, con 293 metros cuadrados, constaba según el registro de varias habitaciones, servicios y terrazas y dos patios. Además, incluía dos cuartos trasteros.

Tras meses de reforma, Iker Casillas aprovechó el boom inmobiliario de finales del año pasado para colocar el piso en el mercado. El precio: tres millones de euros, sólo apto para los bolsillos más boyantes. Finalmente, y tras varios interesados, el exportero cerraba la venta el pasado 18 de enero de 2022, cuando la compraventa se hacía efectiva ante notario.

El nuevo propietario es Carlos Martínez Domínguez, un discreto empresario, de 49 años, natural de Elda, experto en el sector de la previsión de riesgos laborales y dedicado a la formación. El empresario hacía efectiva la compraventa de la casa través de una sociedad, Londres Desarrollo Empresarial SL, dedicada la "adquisición, enajenación, gestión y promoción del suelo o de aprovechamientos urbanísticos".

El nuevo dueño

Imagen del edificio de Pintor Rosales con sus diferentes terrazas privadas. EL ESPAÑOL

El nuevo propietario tiene un currículum profesional brillante de primer nivel. Además de perito en prevención de riesgos laborales, Carlos Martínez es presidente y fundador de IMF Business School, una institución educativa española de enseñanza superior de másteres profesionales y posgrados universitarios.

IMF ha impartido formación a más de 3.700 empresas y a más 90.000 profesionales y está presente en Lationamérica, Asia y Europa y desarrolla actividades educativas con acuerdos de universidades de los cinco continentes.

En 2013, Carlos Martínez Domínguez fue nombrado también CEO del Centro Universitario Cela Open Institute (COI) y del Instituto de Ciencias Empresariales (ICE-IMF). Pese a que la compraventa se realizó formalmente en enero no ha sido hasta hace unas semanas cuando el empresario no se ha mudado a su nueva vivienda en compañía de su familia.

Nueva inversión: terrenos

La venta de la vivienda, por la que el que fuera capitán del Real Madrid podría haber ganado alrededor del millón de euros netos, no es la única inversión que ha hecho en los últimos tiempos. En agosto del año pasado, Iker invirtió de nuevo, en este caso haciéndose con la propiedad de unos terrenos urbanizables en Pozuelo de Alarcón. 

Paseo del Pintor Rosales. EL ESPAÑOL

Tal y como publicaba El Confidencial, el 4 de agosto de 2021, Casillas firmó la compra de un terreno en Pozuelo de Alarcón, situado a escasos cinco minutos de su domicilio en la localidad madrileña, donde también viven Sara Carbonero y sus hijos. La parcela en cuestión es un terreno edificable de 2.153 metros cuadrados que linda tanto en uno de sus lados como por detrás con otros dos terrenos, en ambos casos ya edificados con viviendas unifamiliares.

Una compra que el exdeportista hacía a título personal, como persona física, y no a través de una empresa como en él es habitual. Un movimiento en el que, si se decidiera a construir, podría invertir los pingües beneficios que el excancerbero ha conseguido con el piso de Pintor Rosales.

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