Jaime Ostos dijo adiós de forma inesperada en su último viaje a Colombia. El veterano torero fallecía el pasado 8 de enero a los 90 años a causa de un infarto mientras se encontraba con su esposa, Mari Ángeles Grajal (67 años), disfrutando de las fiestas navideñas en el país latinoamericano junto a algunos de sus amigos más íntimos. Tras realizar varios trámites en Colombia, su mujer ultima los detalles del traslado a España de los restos mortales de su marido para que todos aquellos que querían al emblemático torero puedan darle su último adiós.

En la madrugada del domingo, tal y como desvelaba su hijo, Jacobo Ostos, los restos mortales del diestro eran incinerados en Bogotá y, después de que su viuda haya hecho los trámites necesarios -con el apoyo incondicional de varios de los íntimos que se encontraban con ellos cuando Jaime falleció a causa de un infarto mientras descansaba tomado una siesta.

Será este martes por la noche cuando Mari Ángeles, arropada por una pareja de amigos, vuele de Bogotá a Madrid con los restos mortales del gran amor de su vida, cuya pérdida todavía le cuesta creer. Está prevista su llegada a mediodía del miércoles al aeropuerto de Adolfo Suárez Madrid Bajaras, donde estarán esperándola su hijo Jacobo y la hija que Jaime tuvo con Consuelo Alcalá, Gabriela Ostos.

A pesar de que todavía se están ultimando los detalles de la capilla ardiente del mítico torero, sí ha trascendido, según informa La Razón, que recibirá un homenaje en la Plaza de Toros de La Maestranza, en Sevilla, donde la urna con sus cenizas dará la vuelta al ruedo por última vez como a él le hubiera gustado.

Además, su familia, más unida que nunca en estos durísimos momentos, ha anunciado, incluyendo en la esquela a su viuda, Mari Ángeles Grajal, y a los cuatro hijos del torero, Jaime, Gabriela, Jacobo y Gisela, que la fecha del funeral en memoria de Jaime se celebrará el próximo 20 de enero en la Iglesia de Santa Bárbara de Madrid.

Salud delicada

El diestro estaba muy unido a su hijo Jacobo. Gtres

Hace casi dos años, Jaime Ostos estuvo ingresado en un hospital madrileño durante dos meses. Además de sus dificultades de movilidad -debido a un problema vertebral-, entonces se contagió de coronavirus y su situación fue delicada durante varias semanas. Sin embargo, logró superarlo y finalmente, en mayo de 2020 muy débil, pesando poco más de 40 kilos, pero dispuesto a recuperarse, regresó a casa. Hasta el inesperado momento de su muerte, el torero se encontraba en buen estado.

[Más información: El infierno de Consuelo Alcalá junto a Jaime Ostos: los malos tratos que sufrió por parte del torero]