Paz Padilla junto a su marido Antonio Juan Vidal en imagen de archivo.

Paz Padilla junto a su marido Antonio Juan Vidal en imagen de archivo. Gtres

Famosos TRISTE PÉRDIDA

La entereza y discreción de Paz Padilla: así ha vivido los últimos meses de su marido, Antonio Juan Vidal

El abogado fallecía el pasado sábado tras una larga enfermedad que muy pocas personas conocían, ya que la presentadora ha procurado preservar su intimidad. 

21 julio, 2020 02:06

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Este pasado domingo 19 de julio todos los medios de comunicación se hacían eco de una dolorosa e inesperada información: la muerte de Antonio Juan Vidal, el marido de Paz Padilla (50 años), a los 53 años. El fallecimiento del discreto abogado se producía después de haber batallado duramente contra una larga enfermedad. Muy pocas personas del entorno profesional de Paz Padilla conocían la gravedad del estado de salud de su marido. La presentadora, de natural discreta con su vida privada, había informado tan solo a un reducido círculo de amistades sobre la enfermedad de Antonio Juan Vidal

Y así, con esa discreción y esa entereza, Paz Padilla ha procurado hacer vida normal estos meses, intentando hacer reír cuando por dentro estaba rota, destrozada ante el problema de su esposo, con el que se casó en 2016 en Zahara de los Atunes (Cádiz) y protagonizó una épica historia de amor. De esas de cuento de hadas, como en más de una ocasión ha subrayado Padilla. JALEOS ha podido hablar con algunas personas de su entorno, quienes aseguran que en ningún momento llegaron a sospechar nada. "Actuaba como si nada pasara", se apostilla. Y es que, Paz no se ha apeado en este tiempo de su vitalidad, energía y buen rollo. Había un problema, sí, pero solo existía de puertas para adentro. Y se manifestaba en ella solo cuando el foco se apagaba. 

Paz y Antonio Juan durante un paseo en 2019.

Paz y Antonio Juan durante un paseo en 2019. Gtres

Un duro diagnóstico el de Antonio Juan que, de momento, nadie de la familia ha querido desvelar, pero que tuvo lugar a finales de julio de 2019. En concreto, el 31 de julio la portada de una revista del corazón anunciaba la preocupación de Paz Padilla por su marido. Se desvelaba entonces que Antonio Juan Vidal estaba "enfermo y siguiendo un tratamiento desde casa". Tuvo que ingresar en el hospital y Paz Padilla canceló su función de teatro en Valencia. Las alarmas saltaron. Comenzaba una época muy dura para el matrimonio, aunque siempre en la más estricta intimidad. Paz ni confirmó ni desmintió nada. No quiso alimentar y esa fue su forma de llevarlo a cabo. Dejando que el tiempo pasara. 

Paz Padilla arropada por sus familiares, con su hija Anna Ferrer a la cabeza

Se desliza a este medio que en los últimos meses el agravamiento de salud fue a más y el final parecía irreversible. En las últimas semanas, Paz sacó fuerzas de donde no las tenía y, aunque trabajó tanto en Sálvame como en la serie La que se avecina, pisó el freno y estuvo muy volcada en su marido. Quiso estar a su lado al máximo, día y noche. Agarrando de la mano a ese gran amor de su vida, a ese hombre que el destino quiso que se tropezara en la vida de ella por segunda vez. "Muchas personas del programa pensaban que Paz estaba tomándose unas vacaciones o que había decidido trabajar menos", desliza a este medio una persona de su entorno, ante la ausencia más acuciada de Padilla en el espacio de Telecinco de un tiempo a esta parte. Nadie podía imaginar la verdadera magnitud ni el motivo de su ausencia. 

Paz y Antonio Juan vivieron una bonita historia de amor.

Paz y Antonio Juan vivieron una bonita historia de amor. Gtres

"Solo los directivos y pocos colaboradores estaban al tanto", se apunta. Asegura una persona de su entorno profesional que en el último día de Sálvame notaron a Paz, si bien igual de jovial y chistosa, "un poco más apagada de lo normal, sin buscar bulla como le gusta". Quedaban únicamente días para el fatal desenlace. Padilla lo sabía y todo su entorno familiar -tanto de ella como de Antonio Juan-, también. La muerte no les ha pillado de sorpresa, "todos se han preparado para ella". Ha sido duro, pero se informa a este medio que en esa actitud resiliente de Paz Padilla ha tenido mucho que ver su marido. Dio un ejemplo desde el minuto uno: "Era alguien vital, enérgico, lleno de vida que transmitía paz y luz a partes iguales. Y así siguió siendo pese a todo". De las esperanzas se pasó a la aceptación y asimilación, y nunca se perdió la sonrisa ni el humor en casa. 

En los últimos meses, se informa, Paz y su marido han estado muy unidos, solo se han separado cuando ella tenía que cumplir con sus obligaciones profesionales. Los viajes Madrid-Zahara de los Atunes /Zahara de los Atunes-Madrid eran constantes para la gaditana, pero "nunca se quejó ni de estar cansada ni de nada parecido". Fue energía y vitalidad y sonrisas a raudales hasta el último minuto que una cámara de Sálvame la grabó. En esa línea, se hace ver que Paz "se repondrá pronto" y volverá al trabajo "antes de lo que se pudiera esperar". No solo porque le vendrá bien para su ánimo, sino porque ese es el legado que le dejó su marido: seguir y nunca rendirse ni venirse abajo. 

Su bonita historia de amor 

La pareja se dio el 'sí, quiero' en el año 2016 con una boda de ensueño en la playa de Zahara de los Atunes (Cádiz). Ambos se conocieron cuando eran adolescentes, pero por el bien de los dos decidieron tomar caminos separados. Paz se mudó a Madrid y su marido se quedó en Cádiz trabajando. 

Pero la vida les sorprendió casi veinte años después, cuando, sin esperarlo, se volvieron a encontrar: "Lo olí y sentí que estaba en casa". Fue muy especial", contó Paz en una entrevista. Paz y Antonio mantuvieron una relación sentimental durante 14 años, pero cuando ella comenzó a trabajar en televisión rompieron. Más tarde, en 2014, sus caminos se volvieron a cruzar y sellaron su amor con dos bodas: una en India y otra en Cádiz.

"Yo me quería casar y me fui a India sin decirle que tenía todo organizado. La noche antes de la boda se lo digo y él me dice que se casa con la condición de casarnos después en Cádiz con nuestra familia, con su hija y con la mía presentes", aseguró hace un tiempo Paz Padilla. Y así fue como lo hicieron. La pareja ha vivido siempre separada. Mientras Paz se ha visto obligada a mantener su residencia en Madrid por motivos de trabajo, Antonio ha residido siempre en la ciudad de ambos, Cádiz.

Se veían cada 15 días porque el fin de semana que a él le tocaba estar con su hija, fruto también de una relación anterior, la presentadora prefería que disfrutara de ella. Además, Vidal mantiene una excelente relación con Anna Ferrer (22), la hija de la presentadora, algo que fundamental para ella. En estos momentos delicados, la joven graduada en Economía estará al lado de su madre, ya que es uno de sus máximos apoyos.

[Más información: Muere Antonio Juan Vidal, marido de Paz Padilla, tras una larga enfermedad]