A pesar de su timidez, Andrés Iniesta (34 años) se sinceraba el pasado domingo con Risto Mejide en Chester contando que hace unos años pasó por un proceso depresivo para el que necesitó ayuda psicológica. Un tema del que volvió a hablar abiertamente este martes en El Hormiguero ante las preguntas de Pablo Motos (52).

"No disfrutaba de las cosas, no tenía sentimientos, no tenía pasión. Y hay un momento que dices que no puedes más. Tuve la suerte de tener la capacidad de decir que quería salir de esa situación incómoda. Ahora estoy feliz de haber vivido esa situación y haber salido porque me ha hecho mejor persona. Valoras lo que es importante", comentaba el futbolista.

"Era incomprensible que con la vida que tenía, ganando títulos y estando en la cresta de la ola, que por dentro no sintiera nada o no me encontrara bien. Te quedas vacío y tienes que cargarte", confesaba Iniesta, que fechó su depresión entre verano de 2009 y verano de 2010.

"Vemos a los psicólogos de una forma que no son. Incluso estando bien son necesarios. Es un proceso muy largo. Yo iba a entrenar y, a medio entrenamiento, me tenía que salir porque estaba mal o ir al cine y tenerte que salir… Pero, ¡mira cómo es la vida! Después de ese proceso, acabas ganando el Mundial y marcando el gol. Si ese Mundial no hubiera ido bien, me cuesta visualizar cómo hubiera ido todo después…", dijo.

Iniesta en 'El Hormiguero'.

Respecto a su futuro en Japón, Iniesta confesó que "no me da vértigo. Me apetece. No hay algo más bonito que ser feliz con las decisiones que tomas. Es algo que me apetece a nivel familiar, de enriquecerme culturalmente… Creo que es algo positivo y esperemos que sea tan bueno como estos años que he estado aquí".

"Mi familia se lo ha tomado bien. Ha sido todo muy consultado", añadía el manchego, que reconoció que quién peor lo va a llevar es su padre ya que "nunca coge el avión" y entre su pueblo Fuentealbilla y su nueva ciudad Kobe hay 10.679 kilómetros, 200 horas en coche.

Motos también quiso preguntar por su vida más personal y cómo conoció a su mujer Ana. "Los tímidos tenemos otras tácticas. Me enamoré porque fue un flechazo. Y luego tuve que utilizar a su… Lo que hace todo el mundo. Intentas conseguir el teléfono, mensajes… Y afortunadamente salió bien. Es la mujer de mi vida, tenemos tres hijos y ha sido fundamental para que esté aquí de la forma que estoy".

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