Amancio Ortega junto a su nuevo barco en un montaje de JALEOS.

Amancio Ortega junto a su nuevo barco en un montaje de JALEOS.

Famosos ESTÁ EN SANXENXO

El último capricho de Amancio Ortega: el segundo megayate en menos de un año

Este impresionante yate, aún sin nombre, se encuentra en el puerto deportivo de Juan Carlos I y cuenta con 47 metros de eslora, diez de manga y casi tres metros de puntal. 

16 mayo, 2018 12:11

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Amancio Ortega (82 años) se ha dado otro capricho en forma de barco en menos de un año. Se trata de un megayate que lleva cerca de un mes anclado en el puerto deportivo de Juan Carlos I (80) en Sanxenxo. El fundador de Inditex todavía no ha puesto nombre a esta embarcación que llama la atención con 47 metros de eslora, diez de manga y casi tres metros de puntal. 

Diseñado por la empresa holandesa Feadship -la misma que también hizo otros encargos para Steve Jobs (56) o Bernard Arnault (69)-, este megayate impresiona, entre otras cosas, por su tamaño, su estructura elegante y su presencia en el puerto sanxenxino. Desde que llegó a este famoso puerto, los rumores no han cesado y hay quien asegura que zarpó del puerto de Aalsmen con el nombre de Femke para poder hacerse a la mar, como nombre transitorio mientras no se elige el definitivo. 

La última embarcación de Ortega.

La última embarcación de Ortega. Feadship

De este modo, Amancio ha ampliado así su flota, una de las grandes pasiones confesas del magnate del textil. Hace menos de un año adquirió en el mismo astillero el Drizzle, de 67 metros de eslora y valorado en unos 30 millones de euros para surcar las aguas del Mediterráneo.

Eso sí, este no era, ni de lejos, su primera incursión en el mundo de las embarcaciones, ya que durante años el empresario y su familia surcaron las aguas gallegas a bordo de Valoria, vendido en marzo de 2017.

Un lateral del yate que ha adquirido el fundador de Inditex.

Un lateral del yate que ha adquirido el fundador de Inditex. Feadship

Todo parece indicar que la pretensión de Ortega era buscar un barco más accesible en cuanto a su tamaño, más amoldable. El de ahora es un 'hermano menor' del Drizzle que parece destinado, por lo tanto, a navegar por aguas del litoral gallego. Y es que, el primer megayate disponía de unas impresionantes dimensiones que impedía que pudiera atracar en la mayoría de los puertos de la comunidad.

Pese a tratarse de una embarcación con menos envergadura, no le falta detalle y con un simple vistazo a su exterior se puede comprobar lo exclusivo en su decoración. En su interior se ofrece alojamiento para hasta una decena de pasajeros y otros tantos tripulantes. 

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