Paula Echevarría (40 años) es consciente de que comenzar una nueva etapa tras una separación nunca es fácil. La vida da un giro de 180 grados, y la actriz parece tener claro por donde empezar: la casa. 

La artista visitó la semana pasada la casa piloto de la constructora Modernity (de la que es socio Bertín Osborne -63-)situada a las afueras de la capital, según desvela en exclusiva la revista Diez Minutos. Al parecer, Paula podría estar pensando en construir un domicilio similar al piloto en la parcela que compró el año pasado. 

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Concretamente, se trata de un chalet de 500 metros ubicado en una superficie de casi 2.000 metros. El domicilio, donde se cuidan todos los detalles, cuenta con diferentes áreas comunes y privadas donde Paula Echevarría comenzaría una nueva vida con su hija Daniella (9) tras su divorcio de David Bustamante (35). 

La vivienda se construye en solo seis meses y a un precio de 1.200 euros por metro cuadrado. in embargo, no es solo el precio y la rapidez los detalles que puedan haber hecho que la protagonista de Velvet se decante por esta opción. La casa presume de ser una "pasive house", es decir, una vivienda de bajo consumo energético donde se utilizan los elementos de construcción para aislarla tanto acústica como térmicamente gracias a los muros de hormigón de 25 centímetros. 

A esto hay que unir que los materiales y la técnica empleada permiten que la vivienda alcance unos altos niveles de eficiente energética y medioambiental: AAA+. Un aspecto que no solo se traduce una casa mucho más ecológica la reducir la contaminación, sino que también permite reducir los costes. 

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De chalet en chalet

Antes de la separación, el matrimonio vivía en el chalet que poseían en Villafranca del Castillo (Madrid). Al igual que la que acaba de visitar la actriz, se trata de un domicilio de 500 metros cuadrados cuya propiedad está repartida entre los dos: David posee el 80% y Paula el 20% en un acuerdo que firmaron el 21 de julio de 2006. 

La vivienda de Villafranca del Castillo de Paula Echevarría. Google.

La pareja, que ya lleva separada bastante tiempo, quiere deshacerse de esta vivienda no solo por haber sido la residencia del matrimonio, sino por los enormes gastos que supone mantenerla. Según las inmobiliarias, los artistas podrían embolsarse una gran cantidad de dinero tras venderla, y es que está tasada en 1,8 millones de euros. 

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