El diseñador Paco Rabanne en una imagen de archivo.

El diseñador Paco Rabanne en una imagen de archivo.

Celebrities TRISTE PÉRDIDA

Muere el diseñador Paco Rabanne a los 88 años

Tal y como ha confirmado el alcalde de Vannes, David Robo, el afamado modista ha perdido la vida en su casa de Portsall, en Finisterre. 

3 febrero, 2023 14:08

Triste pérdida en el mundo de la moda. Este viernes, 3 de febrero de 2023, ha fallecido el conocido diseñador y modista Paco Rabanne, a los 88 años de edad. Rabanne ha perdido la vida en su casa de Portsall, en Finisterre, tal y como avanza Le Télégramme.

A los minutos de conocerse el deceso, desde el Instagram oficial de la firma Paco Rabanne se le ha dedicado unas emotivas palabras: "La Casa de Paco Rabanne desea honrar a nuestro visionario diseñador y fundador que falleció hoy a la edad de 88 años. Entre las figuras de moda más seminales del siglo XX, su legado seguirá siendo una fuente constante de inspiraciónEstamos agradecidos a Monsieur Rabanne por establecer nuestro patrimonio de vanguardia y definir un futuro de posibilidades ilimitadas". 

El también perfumista y empresario, de origen vasco, se había refugiado en Finisterre en febrero de 1939, con su familia. Desde esa fecha, sintió un amor inquebrantable por el país de Morlaix, donde residía, así como por el barrio de Recouvrance en Brest, donde estuvo escondido de la Gestapo y vivió hasta 1947. 

[Paco Rabanne, el futurismo en la calle]

Retrato de Paco Rabanne facilitado en su Instagram, fechado en 1999.

Retrato de Paco Rabanne facilitado en su Instagram, fechado en 1999.

Paco Rabanne era conocido por su sentido de la fórmula y su excentricidad. Más allá de las pasarelas de Alta Costura, el bretón de corazón supo acaparar titulares con su gusto por lo paranormal. Presumía de ser un visionario, pero no solamente en el mundo de la moda. Además de hacer el vestido más caro de la historia en los 60, introducir el metal en la ropa y vestir a las estrellas del momento, Paco Rabanne era un hombre místico que aseguraba estar en contacto con otras dimensiones.

"Era un tipo bastante popular en la comunidad. Tenía la sencillez de los hombres que saben de dónde vienen", ha posteado Marguerite Lamour, alcaldesa de Ploudalmézeau-Portsall. La concejal recuerda a un artista de gran cortesía, que había adquirido una casa de tipo neobretón "en los años 2003-2004". 

"Apenas la compró quiso conocerme para contarme el trabajo que estaba planeando. Una vez terminado el solar, insistió en que viéramos el perfecto cumplimiento de la obra con el permiso", ha explicado Lamour, que todavía evoca "un hombre que disfrutaba hablando de su juventud". 

Su madre fue la costurera jefa de Balenciaga y, por lo tanto, estuvo siempre cerca de la Alta Costura. Era una mujer vanguardista que había escandalizado a la burguesía donostiarra con su pelo corto y luciendo los vestidos sin corsé de Paul Poiret. "Fue ella quien me introdujo el gusto por la rebeldía", decía. Su padre, Francisco Rabaneda Postigo, en cambio, fue coronel de las fuerzas republicanas. 

En 2017, la revista Telva le rindió uno de sus últimos homenajes con una exposición en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid, el 25 de junio.

"Rabanne fue el diseñador que cambió los códigos de la moda del siglo XX", señaló entonces Eloy Martínez de la Pera, comisario que también estuvo a cargo de la muestra de Givenchy en el Thyssen. Cuando su familia se exilió a Francia tras la guerra civil española, Rabanne estudió Arquitectura en el París cultural más efervescente.  

Aunque nunca llegó a construir un edificio, en 1959 hizo una pequeña muestra con la que su nombre empezaría a entrar en el mundo de la moda. Más tarde hizo botones, bolsos y complementos para firmas como Balenciaga y Givenchy y en 1966 sorprendió con su primera colección, Doce vestidos imposibles de llevar.

Paco Rabanne también fue pintor y diseñador. Expuso sus obras pictóricas en -Valbonne y presentó, en el salón Maison et Objet -Casa y objeto- una colección de seis sillas inspiradas en sus célebres texturas. Cabe destacar en 1999 el nacimiento de su perfume Ultraviolet, con color y frascos inéditos.

A lo largo de su exitosa carrera profesional, fueron muchas celebridades las que vistieron sus diseños. Una de las últimas estrellas que se ha decantado por su firma fue la actriz Elle Fanning. La protagonista de la exitosa serie The Great, es la embajadora internacional de los perfumes de Paco Rabanne.

Firma que organizó una espectacular fiesta en Lotte New York Palace para el lanzamiento de Fame, la fragancia a la que ha prestado su rostro en una campaña global que ya inunda las calles de las grandes capitales.

Retrato del diseñador Paco Rabanne junto con una de sus creaciones.

Retrato del diseñador Paco Rabanne junto con una de sus creaciones. Getty Images

Una especial ocasión para la que decidió estrenar un impresionante atuendo satinado verde de inspiración ochentera digno de la gala de los Oscars que le sentaba de maravilla y que curiosamente tiene origen español.

Excéntrico en la moda y en la vida real, Rabanne publicó varios libros sobre sus experiencias paranormales y defendía haber tenido varias vidas: haber conocido a Jesús, a Luis XIV, haber visto extraterrestres y haber asesinado a Tutankamón.

Rabanne se retiró de las pasarelas en 1999 y su firma quedó en un limbo durante más de una década, con fichajes que fracasaron en su intento por revitalizarla. Pero en 2013, la llegada del francés Julien Dossena dio un vuelco a la marca y consiguió volver a posicionarla revisitando los éxitos de 1960.

El diseñador, fallecido este 3 de febrero en su residencia de Portstall (en la Bretaña francesa), aseguraba tener en realidad 75.000 años.

Redujo sus predicciones en público a partir del año 2000, tras haber augurado (y fallado) que una estación espacial se estrellaría contra París en agosto de 1999, pero siguió compartiendo sus visiones y estrafalarias ideas en revistas especializadas.

Con Rabanne, reconocido con los mayores méritos en Francia y endiosado por todos sus sucesores en el mundo de la moda, se ha ido uno de los últimos testigos de una época. Aquella en la que aún parecía posible inventar algo nuevo y revolucionario.