El príncipe Harry, en su visita a Canadá, el pasado jueves 6 de noviembre.

El príncipe Harry, en su visita a Canadá, el pasado jueves 6 de noviembre. GTRES

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El príncipe Harry, en su versión burlesca: compara a su familia con 'Downtown Abbey' e ironiza con la política de Donald Trump

El hijo de Carlos III tira de sarcasmo en el momento más delicado para la Corona británica tras la implicación del expríncipe Andrés con Jeffery Epstein.

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Las últimas apariciones públicas del príncipe Harry (41) parecen más propias de alguien que trabaja en el show business que las de un miembro, -o en su caso, miembro inactivo-, de la Familia Real británica.

Y es que sus recientes intervenciones no dejan de resultar un tanto sorprendentes. Si el pasado 3 de diciembre sacó a relucir su vis cómica en su visita sorpresa a The Late Show con Stephen Colbert (61) ante millones de espectadores de televisión, el pasado viernes, día 5, llamó la atención por sus bromas sobre su propia familia, e incluso, relativas a las políticas migratorias de Donald Trump (79).

El hijo menor del rey Carlos III (77) asistió como invitado al 65º almuerzo anual de Navidad del Consejo Empresarial Británico-Estadounidense celebrado en Santa Mónica, California. Allí hizo un comentario lúdico sobre el "drama" que supone crecer dentro de la realeza.

El príncipe Harry

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El "drama" de su familia

El duque de Sussex pronunciaba su discurso cuando, de repente, comparó la vida de los Windsor con una de las series británicas más aclamadas de la televisión en streaming.

"A veces la gente pregunta si crecer con la familia real fue como Downton Abbey, el mundo de Julian Fellows (creador de la serie). Sí, pero solo uno de esos mundos está lleno de drama, intriga, cenas elaboradas y matrimonios con estadounidenses, y el otro es una serie de televisión".

"Hay más drama", remató. La chanza, que arrancó carcajadas entre los asistentes, puede que no siente igual de bien a su padre. Es probable que tampoco le haga ninguna gracia a su hermano, el príncipe Guillermo (43), así como al resto de sus familiares. Y es que el panorama en palacio no está precisamente para bromas.

Aún está por determinarse cuándo tendrá lugar la inminente salida de Andrés Mountbatten-Windsor (65) de Royal Lodge, la mansión de 30 habitaciones en la que residía en Windsor sin pagar arrendamiento durante más de 20 años.

Por otro lado, el Comité de Cuentas Públicas (PAC) del Parlamento británico ha anunciado el inicio de una investigación sobre el patrimonio de la Casa Real y sus alquileres a miembros de la familia después de la polémica creada en torno al contrato del expríncipe Andrés, despojado de su título de príncipe de Inglaterra.

La polémica en torno al que fuera duque de York ha hecho que esta entidad haya pedido explicaciones tanto al Tesoro como a The Crown Estate, la entidad que gestiona los bienes de la Corona.

El comité ha solicitado información detallada sobre los términos del contrato de Royal Lodge y sobre si el hermano del Rey ha cumplido con sus obligaciones de mantenimiento, o si se ha utilizado fondos públicos para costear las reparaciones de inmueble.

Todo ello no hace más que situar a la institución de la realeza británica bajo el escrutinio de la opinión pública. Y hacer aún más profunda la crisis dentro de la Casa Real británica tras la retirada de títulos y funciones oficiales a Andrés por su vinculación con el pedófilo Jeffrey Epstein.

El patio ya está lo suficientemente alborotado como para que venga Harry ahora a comparar los dramas familiares con los de un serial televisivo.

Bromas sobre Donald Trump

En la cena con el Consejo Empresarial Británico-Estadounidense Harry señaló que el evento ha sido la "primera fiesta de Navidad" a la que acudía "en mucho tiempo". Un comentario que bien puede ser interpretado como una pulla a su familia, con la que, pese a sus intentos de acercamiento, resulta casi imposible restablecer la conexión que existía antes del polémico Megxit y su 'retirada' con su familia al continente americano.

Dispuesto a compartir todo tipo de confidencias y reflexiones, Harry también sacó a relucir pensamientos más serios sobre la naturaleza de vivir en los Estados Unidos como ciudadano británico.

"Para mí, ser británico no tiene que ver con dónde te encuentras físicamente, sino con lo que representas", sentenció dijo en un momento, -esta vez más serio-, de su discurso.

Sobre su experiencia como residente en Estados Unidos reconoció que celebrar el 4 de julio, el Día de la Independencia del país, ha sido una experiencia nueva para él. Y algo chocante también, dadas las circunstancias históricas: "Es un mundo nuevo para mí, celebrar la independencia de Gran Bretaña, y más específicamente, la independencia de mi tatarabuelo".

Pero Harry se tenía reservada una nueva broma. Esta vez relacionada con las políticas migratorias del gobierno del Presidente de Estados Unidos.

Al hablar de la próxima Copa Mundial de 2026, que Estados Unidos organizará junto con Canadá y México, el príncipe ironizó diciendo que esperaba con ansias recibir a sus compatriotas británicos del otro lado del charco para el evento, siempre y cuando lograran pasar la aduana y el ICE.

El 'show' de Harry en televisión

El discurso de Harry llega dos días después de aparecer en uno de los late shows más aclamados de Norteamérica. En su encuentro con Stephen Colbert dijo que se había perdido mientras buscaba una audición para interpretar a un príncipe en una comedia romántica navideña.

El duque de Sussex, empeñado en lucir su versión más teatral y burlesca en Estados Unidos, espetó: "Ustedes, los estadounidenses, están obsesionados con las películas navideñas y, claramente, con la realeza, así que ¿por qué no?".

Cuando Colbert refutó la idea de dicha obsesión, Harry le contestó: "¿En serio? Tengo entendido que eligieron a un rey". Con ello hacía referencia directa a cómo el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se refirió a sí mismo en una publicación en Truth Social, el pasado mes de febrero. Una vez más, el príncipe se ha mostrado al público en su versión más jocosa. Y sin filtros.

El almuerzo de Navidad al que ha asistido Harry se produce también tras las últimas noticias sobre el estado de salud de Thomas Markle. El padre de Meghan Markle (44), de 81 años, ha sido sometido a una cirugía para amputarle la pierna izquierda en un hospital de Filipinas. Dada su condición, la exactriz ha retomado el contacto con él. No se hablaban desde el año 2018.