Este sábado, la princesa Leonor ha aparecido por sorpresa junto a su padre en el Real Club Náutico de Mallorca.

Este sábado, la princesa Leonor ha aparecido por sorpresa junto a su padre en el Real Club Náutico de Mallorca. Europa Press

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Concierto, aparición sorpresa con la princesa Leonor y "herida leve" en la pierna: las frenéticas horas de Felipe VI en Mallorca

El Rey, con un apósito en la pierna, se ha dejado ver con su hija en el Real Club Náutico. Allí, padre e hija han protagonizado un divertido momento.

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El verano real ha arrancado con fuerza en Mallorca. Con la Familia Real ya instalada en el palacio de Marivent, la isla vive horas de gran interés mediático. No es para menos. Cada uno de los movimientos del rey Felipe VI (57 años) y la reina Letizia (52) causa total expectación. Más aún cuando, como es el caso, no paran de hacer cosas.

El Rey ha vivido unas horas tan intensas como simbólicas: desde una inesperada reaparición pública de la princesa Leonor hasta una discreta lesión durante una regata, pasando por una velada cultural con acento institucional. Todo en menos de 24 horas.

Este sábado, 2 de agosto, la princesa Leonor (19) ha visitado por sorpresa el Real Club Náutico de Vela de Palma (RCNP). No se la esperaba, pero se ha dejado ver de lo más sonriente junto a su padre. Allí ha saludado a las tripulaciones femeninas que participan en esta competición en la bahía de Palma.

La Princesa Leonor visita por sorpresa la Copa del Rey de vela junto al Rey Felipe VI

La princesa y el rey han llegado poco antes de las diez y media de la mañana a las instalaciones del club náutico. Minutos después, se han dirigido a saludar a las cinco integrantes de la tripulación femenina del Consejo Superior Militar de Deportes que participan en la Women's Cup lideradas por la capitana Esther Gómez.

El 'despiste' de Leonor

La jornada nos ha brindado una escena simpática y espontánea que no pasó desapercibida. Al finalizar su visita, la Princesa se despidió de su padre con dos besos antes de emprender la marcha. Sin embargo, al intentar abandonar el muelle por el mismo acceso por el que había entrado, cometió un pequeño despiste: ese no era el camino de salida.

Desde la cubierta del Aifos, aún a bordo de la embarcación, el rey Felipe VI, atento y con gesto cómplice, le indicó con la mano el recorrido correcto para abandonar el embarcadero. La escena fue captada en directo por el canal 24 horas de TVE.

El periodista especializado en información de la Casa Real, Alejandro Riego, narraba en ese instante lo ocurrido con humor: "El rey le está diciendo a la princesa por dónde está la salida del muelle. Vemos ya cómo se despide de su padre y se retira con el equipo de seguridad del Real Club Náutico".

Leonor, cada vez más visible

Se trata solo de una anécdota, sí. Pero este instante tan cotidiano ha vuelto a revelar el vínculo cercano entre padre e hija. Además, se suma la imagen cada vez más visible de Leonor como Heredera al Trono. Y cada vez más presente e integrada en la agenda institucional.

Después de una ronda de saludos, Leonor se despedía con naturalidad, no sin antes dedicar un gesto con la mano a los fotógrafos presentes. Una puesta en escena impecable para una mañana en la que no se contaba con ella y en la que logró robar todas las miradas.

Este sábado, la princesa Leonor ha aparecido por sorpresa en el Real Club Náutico de Mallorca.

Este sábado, la princesa Leonor ha aparecido por sorpresa en el Real Club Náutico de Mallorca. Europa Press

Pocas horas antes, Felipe VI volvía a acaparar titulares, esta vez por un detalle inesperado: un vendaje visible en su pierna izquierda. Vestido con su habitual equipación náutica -bermudas, camiseta técnica, gorra y gafas de sol-, el Rey lucía el pasado viernes, 1 de agosto, un apósito de gasa que no pasó desapercibido.

"Una herida leve" en su pierna

Según han explicado fuentes de la Casa del Rey a EL ESPAÑOL, el motivo del apósito en su pierna es una “herida leve que se protege”. Un percance sin mayores consecuencias que aún lo obliga a mantener su lesión cubierta por una pequeña compresa adhesiva.

La lesión, mínima, no ha frenado su participación en la regata. En ella ha vuelto a ejercer como patrón en la quinta y última regata de la 43ª Copa del Rey Mapfre de vela.

El rey Felipe VI, con un apósito en su pierna izquierda el pasado viernes, 1 de agosto, en Mallorca.

El rey Felipe VI, con un apósito en su pierna izquierda el pasado viernes, 1 de agosto, en Mallorca. GTRES

Lo cierto es que el Rey continúa haciendo gala de su compromiso con el deporte y con la agenda institucional. Dentro de su frenética secuencia de apariciones, Felipe VI asistió en la noche del pasado viernes al concierto de Jaime Anglada, con el que mantiene una estrecha amistad, en la terraza cercana al Real Club Náutico de Palma.

Fue un evento íntimo y muy especial que sirvió como broche de oro para una intensa jornada de la Copa del Rey Mapfre de vela. En ella se pudo ver al Jefe de Estado disfrutando de la música en directo en una velada marcada por la complicidad tanto con sus compañeros de regata como con el propio cantante y los asistentes.

Premios en La Almudaina

Un total de 35 barcos compiten, desde el pasado 29 de julio, por el título en la 43 Copa del Rey Mapfre de vela en la clase Ubico ORC B. La competición concluye este sábado con la entrega de premios que presidirá el Rey en el palacio Real de La Almudaina.

El rey Felipe VI, en el concierto de Jaime Anglada en Mallorca.

El rey Felipe VI, en el concierto de Jaime Anglada en Mallorca. GTRES

Hace unos días, la reina Letizia, y sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía (18) optaron por una noche de película en los cines Rivoli, en el centro de Palma, donde asistieron a la proyección del documental En un lugar de la mente, dirigido por Pep Bonet (51), y centrado en la salud mental.

El verano en Marivent no ha hecho más que empezar, pero nos ha regalado ya grandes instantes: una Princesa de Asturias que gana presencia institucional y protagonismo, un Rey que no se detiene ni con un vendaje en la pierna, y una familia que continúa apostando por la cercanía como estrategia silenciosa.

Mallorca, un año más, se convierte en el escaparate estival de una Corona que, entre regatas y paseos, no deja de tejer los hilos de su futura narrativa.