La prolongada ausencia de Charlène de Mónaco (43 años) ha generado ciertos cambios dentro de la Casa Grimaldi. Sobre todo, en lo que se refiere a la vida pública. Sus hijos, Jacques (6) y Gabriella (6) han ganado protagonismo; mientras que sus cuñadas, Carolina (64) y Estefanía (56), han recuperado parte de su vida institucional. Esa que se vio mermada a partir de 2011, cuando su hermano Alberto (63) contrajo matrimonio con la exnadadora. 

Desde hace varias semanas, Carolina y Estefanía de Mónaco se han posicionado como las 'sustitutas' de Charlène. Recientemente, la menor de las hermanas acompañó al príncipe Alberto a un torneo de golf solidario que solía contar con la presencia de la sudafricana. Por su parte, la madre de Carlota Casiraghi (35) estuvo al lado de su hermano en el 30º aniversario de la ONG Mission Enfance y en la gala de la Salud Planetaria, dos eventos de gran relevancia que también han contado con reconocidas personalidades de la política y el entretenimiento, como Nicolás Sarkozy (66) o Sharon Stone (63), respectivamente. 

Con todas estas apariciones, Carolina y Estefanía no solo han confirmado su importancia dentro del Principado. También se han mostrado como el gran apoyo de Alberto de Mónaco, mientras hace frente a los rumores de separación con Charlène, con quien las Princesas guardan una historia de 'rivalidad'.

Alberto de Mónaco, en el centro, junto a su hermana Carolina, y la actriz Sharon Stone. Gtres

Cuando el principal heredero de los Grimaldi decidió pedir la mano de su actual mujer, Carolina y Estefanía dudaron de las aptitudes de Charlène. Las hijas de Grace Kelly, acostumbradas a lidiar con los medios de comunicación y los escándalos que protagonizó su hermano, no confiaban en que la exnadadora sudafricana pudiese soportar su rol de Princesa y todo lo que implica. 

Aunque ya han pasado 10 años desde que se convirtió en la mujer de Alberto, las inquietudes de las hemanas no han mermado. Sobre todo, las de Carolina de Mónaco. Durante años, se ha explicado que el principal problema de la mayor de los Grimaldi con su cuñada es su incapacidad de cumplir con los actos sociales de la Casa Real. La madre de Carlota Casiraghi nunca ha visto con buenos ojos que Charlène se ausentara de algunos actos y dejara a su marido en la soledad.

Ahora que la exnadadora permanece en Sudáfrica, superando un problema salud que padece desde hace varios meses, la prensa alemana y francesa se ha hecho eco de noticias que desvelan que Carolina de Mónaco ha creado una campaña en contra de Charlène, a quien aseguran que no trató muy bien desde que llegó al Principado. Según algunos medios internacionales, la hija mayor de Grace Kelly ha aupado todas las informaciones negativas que han girado en torno a su cuñada. 

Estefanía, Charlène y Carolina de Mónaco en un acto en Montecarlo. Gtres

Los problemas entre Carolina y Charlène se han visto públicamente en algunos actos institucionales en los que la hermana de Alberto ha intentado destacar y recuperar el protagonismo que tuvo antes de que la exnadadora llegara a su familia. Esto, sin embargo, no fue posible hasta ahora que la sudafricana se encuentra en su país natal, sin una fecha clara de regreso. 

La relación de Charlène con Estefanía ha sido algo más cordial. Sin embargo, no ha estado exenta de 'rivalidades'. La cantante ha visto con recelo el trato que ha dado la exnadadora a los hijos extramatrimoniales de Alberto. La hija de Grace Kelly es la madrina de Alexandre Grimaldi Coste (18), quien volvió a la actualidad mediática hace pocas semanas, cuando su madre, Nicole Coste, concedió una entrevista a Paris Match.

Alberto de Mónaco y sus hermanas, Carolina y Estefanía. Gtres

El incierto regreso de Charlène

El pasado mes de mayo Charlène de Mónaco se trasladó a Sudáfrica por un viaje oficial centrado en la conservación de la fauna salvaje y en la lucha contra la caza furtiva. Aunque en un principio se trataba de una travesía corta, la estancia de la exnadadora en su país natal se prolongó más de lo previsto por un revés de salud.

Según explicó ella misma en una entrevista con el canal sudafricano News24, sufrió una infección de nariz, oído y garganta que la ha obligado a pasar dos veces por quirófano. Durante su conversación comentó que no podía regresar a Mónaco porque la presión de sus oídos no se "iguala" y supone un riesgo volar por encima de los 6.000 metros. 

A comienzos de septiembre, tras ser ingresada de urgencia por las consecuencias que le ha generado su infección de oído, la prensa sudafricana aseguró que la Princesa no viajará a Mónaco hasta que se hayan completado todos los procedimientos necesarios". De momento permanecerá en su país de origen, mientras Carolina y Estefanía ocupan su lugar en el Principado. 

[Más información: La gala más especial de Alberto de Mónaco, desde dentro: lo que no se vio de su gran evento por el planeta]

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