El Palacio de Kensington ha tenido que hacer frente a la publicación de un reportaje que no ha sido de su agrado. La revista Tatler ha dedicado su número de verano a Kate Middleton (38 años) con un extenso reportaje que titula Catherine the Great -Catalina la grande-, en una comparativa con la emperatriz rusa.

El texto está firmado por la aclamada periodista Anna Pasternak, toda una experta en la Casa Real Británica que afirma tener testimonios muy relevantes del círculo más cercano de la duquesa.

Entre las cosas que cuenta este reportaje lo que más destaca es el origen del enfrentamiento con Meghan Markle (38). Mucho se había hablado de la mala relación que podían tener ambas cuñadas. Aunque en un primer momento parecía que se llevaban a la perfección, y la actriz buscaba el ejemplo en la mujer del príncipe Guillermo (37), las aguas empezaron a enturbiarse cuando el compromiso entre la estadounidense y Harry (35) se hizo real.

El motivo de la disputa entre ambas mujeres fueron unas medias, algo tan insignificante que parece ilógico pero que, según señala Anna Pasternak, marcó un antes y un después en su relación.

Kate Middleton junto a su hija Charlotte en la boda de Harry y Meghan.

El enfrentamiento por estas medias se dio en la boda de Meghan Markle y el príncipe Harry. La duquesa de Cambridge quería que las damitas de honor -una de ellas era su hija Charlotte (5)- llevasen medias debajo sus vestidos porque así lo marcaba el protocolo.

Por su parte, Meghan estaba en contra pues consideraba que las pequeñas iban a pasar calor y a estar incómodas al celebrarse su boda el 19 de mayo.

Finalmente ganó la novia y Kate se quedó compuesta y sin medias. Unas tirantez que habrían ido a más hasta que este mes de enero los duques de Sussex anunciaron su salida de la Casa Real Británica. Esta decisión tampoco habría gustado nada a la esposa del príncipe Guillermo que siente que esta situación les va a aumentar la carga de trabajo.

En respuesta a este reportaje, la casa de los duques de Cambridge se ha apresurado a desmentir algunas informaciones y a asegurar que los datos que aporta la periodista no son del todo ciertos. Aún así no dice nada de si el tema de las 'medias de la discordia' es cierto o no, un silencio administrativo que podría poner en la pista de que fue un suceso real.

La boda de ensueño que se convirtió en pesadilla

El 19 de mayo de 2018 el príncipe Harry y Meghan Markle contrajeron matrimonio en una romántica ceremonia que tenía todos los ingredientes de un cuento de hadas. Una boda que fue seguida por 300 millones de espectadores -entre los que destacó España- que, ilusionados, veían en la pareja el futuro de la Familia Real británica, los enamorados que traerían aires de cambio a la tan encorsetada Casa Real de Reino Unido. Dos años después, sin embargo, la realidad es muy diferente y lejos de convertirse en motores de cambio de la institución, Harry y Meghan se han revelado y alejado de la Familia Real británica.

Harry y Meghan, el día de su boda, el 19 de mayo de 2018.

En la actualidad tanto el hijo de Lady Di como la exactriz estadounidense han dejado de ser miembros activos de la Casa Real, han establecido su residencia en Los Ángeles, mantienen una relación tensa con Isabel II (94) y gran parte de los miembros de la Familia Real; y han declarado la guerra a los tabloides británicos.

731 días después del enlace que mantuvo en vilo a millones de espectadores. La ceremonia que unió a celebrities y a royals, y que fue el preludio de uno de los huracanes mediáticos que más han trastocado a la Familia Real británica. El enlace que dejó 1.200 millones de euros de beneficio para Reino Unido y en el que la novia perdió 10 kilos de peso.

[Más información: El escandaloso idilio de Rose Hanbury y Guillermo un año después: la verdad sobre la amiga rebelde del príncipe]

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