Podemos definir el estrés como una respuesta fisiológica frente a una amenaza tanto real como imaginaria. Para hacerle frente y recuperarnos de los síntomas del estrés, tu cuerpo necesita la ayuda de ciertas sustancias que lo ayuden a producir de nuevo los neurotransmisores del bienestar.

En otro artículo, ya hablamos de cómo reducir el apetito de forma natural. Ahora hablaremos de cómo dejar de comer por estrés y reducir el hambre emocional.

Qué comer para reducir el estrés

Los principales nutrientes que debes reponer en momentos de estrés y ansiedad son los que el organismo consume más en esos momentos: magnesio, calcio, vitamina C y omega-3. 

Debes tener presente que a un cuerpo estresado le apetece comer alimentos procesados y un exceso de azúcar o sal, lo que desequilibra el sistema nervioso. Pero si si ingerimos alimentos saludables podemos aliviar la tensión y eliminar los síntomas del estrés. Algunos alimentos horneados ayudan a relajarse y conciliar mejor el sueño, como la calabaza, la patata, el boniato y la yuca, entre otros. 

En estados de estrés y/o ansiedad lo ideal es mantener la salud intestinal en perfecto estado, garantizando así la formación de los neurotransmisores necesarios. Para aliviar los síntomas de estrés te recomendamos los siguientes alimentos:

  1. Completa tu dieta con algún adaptógeno como la ashwagandha, el regaliz o la rhodiola.



  2. Los arándanos y otros alimentos de color morado contienen antioxidantes naturales llamados antocianidinas. Estos ayudan en la formación de serotonina y dopamina, dos neurotransmisores encargados de mejorar el humor y la memoria respectivamente.



  3. La yuca y otros tubérculos como el boniato, la patata y la calabaza nos proporcionan energía. Gracias a sus hidratos de carbono celulares favorecen la respuesta de la hormona cortisol, aumentan la absorción del triptófano y mejoran los niveles de serotonina.



  4. Los pistachos ayudan a tu corazón pues reducen la vasoconstricción, es decir, dilatan las arterias. Puedes llegar a consumir hasta 100 gramos al día, pues son ideales para comer en momentos de ansiedad.



  5. Uno de los micronutrientes que nuestro organismo necesita para reponernos en situaciones de estrés y ansiedad es la vitamina C. Consume hasta 6 naranjas por semana u otros alimentos ricos en esta vitamina, como los pimientos rojos y el kiwi.



  6. Las semillas de sésamo y las de calabaza son muy útiles porque son ricas en magnesio y calcio. También aportan buenas dosis de triptófano, un aminoácido esencial en la nutrición humana y precursor de la serotonina.



  7. El chocolate es rico en magnesio y no solo aporta placer, sino que anula la sensación de dolor y depresión. Pero debes elegir chocolate negro con muy bajo contenido en azúcares.



  8. Para combatir los síntomas de estrés el chucrut es ideal, porque mantiene el intestino en perfectas condiciones. Esto es bastante necesario para fortalecerse frente al estrés, así que incorpora este alimento a tu dieta. También puedes añadir otras bebidas o alimentos fermentados como: kéfir de agua, vinagre de manzana, tamari o miso, tempeh, kombucha…



  9. Los plátanos aportan potasio y triptófano. Además, si no están muy maduros tienen un almidón prebiótico que ayuda a las bacterias que regeneran la flora intestinal. Allí se fabrica el 90% de la serotonina que produce nuestro cuerpo.



  10. Las lentejas y los garbanzos también combaten los síntomas de estrés. Son ricas en vitaminas del grupo B, imprescindibles para un óptimo funcionamiento cerebral. También nos aportan fibra y magnesio, al igual que los cereales integrales.



  11. Tampoco debe faltar en tu dieta las acelgas y las verduras de hoja verde por su alto contenido en magnesio. Además, son ricas en ácido fólico y puedes combinarlas con otras hojas verdes como: las espinacas, la lechuga o la col kale, entre otras.

Consejos para reducir el estrés

Muchas pueden ser las causas del estrés, pero también son muchas las formas de aprender a combatirlo. A continuación, te mostramos algunas, esperamos que te sirvan de ayuda.

  • Reconoce las cosas que no puedes cambiar e intenta no alterarte frente a ellas.



  • Siempre que te sea posible, evita las situaciones estresantes y aléjate de las fuentes de estrés.



  • Realiza ejercicio físico a diario, es una buena forma de combatir el estrés. 



  • Transforma los pensamientos negativos en positivos. Este mecanismo reducirá tu carga de ansiedad.



  • Intenta hacer al menos una cosa al día que sea solo para ti. Si sientes mucho estrés y ansiedad haz algo que te haga disfrutar para animarte. No importa lo que sea, pero que te guste de verdad y te haga pasarlo bien. 



  • Aprende técnicas de relajación. Te ayudarán a disminuir la presión sanguínea y el ritmo cardíaco. Meditación, yoga, taichí…, existen muchas actividades que pueden ayudarte. Si te interesa alguna de estas técnicas, te compartimos un artículo sobre las posturas básicas de yoga.



  • Pasa tiempo con tus familiares y amigos para sentirte mejor y olvidarte durante un rato del estrés. Además, confiar tus problemas a un amigo también puede ayudarte a resolverlos.



  • Mantén una dieta saludable.



  • Aprende a decir no y pide ayuda en casa y en el trabajo siempre que lo necesites.