El TEAF también dificulta la creación de un vínculo seguro.

El TEAF también dificulta la creación de un vínculo seguro.

Salud

Síndrome alcohólico fetal: así es el trastorno que afecta a un 50% de los niños adoptados del Este

El SAF es la forma más severa del Trastorno del Espectro Alcohólico Fetal, que se origina por el consumo de alcohol durante el embarazo.

9 febrero, 2024 03:09

El pueblo de Castro Urdiales (Cantabria) llora la pérdida de la catequista Silvia López. El cadáver de esta mujer de 48 años fue hallado el pasado miércoles en el interior de un coche. A las pocas horas, sus dos hijos adoptivos fueron detenidos por matar presuntamente a su madre de adopción.

La pareja que conformaban la fallecida y su esposo, que en el momento del asesinato se encontraba en Bilbao por motivos laborales, habían adoptado a los dos hermanos en Rusia. Se estima que en los últimos 20 años se han adoptado cerca de 15.000 niños procedentes de países de Europa del Este, según cifras de la asociación Adopty. Algunos estudios realizados en España hablan de que el 50% de estos niños se ven afectados por el Trastorno del Espectro Alcohólico Fetal (TEAF), una afección que se produce por el consumo de alcohol por parte de la madre durante el embarazo.

No hay evidencia de que este trastorno se vincule con un mayor índice de criminalidad, aunque sí que se ha demostrado que los niños afectados por TEAF tienen un mayor riesgo de presentar anomalías a nivel conductual. De hecho, la Generalitat se planteó en 2016 la prohibición de adoptar a niños rusos y ucranianos, al ser países con un elevado consumo de alcohol.

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"En niños autóctonos no se conoce la incidencia, aunque siempre se ha estimado como muy baja. En cambio, en los niños adoptados de países de Europa del Este se estima que entre el 50% y el 70% tienen este trastorno ", asegura Óscar García-Algar, jefe de servicio de Neonatología del Hospital Clínic de Barcelona. "Pero no sabemos si en estos dos casos ha sido así, puede haber sido cualquier otra causa", aclara el pediatra en declaraciones a EL ESPAÑOL.

Alteraciones físicas, cognitivas y conductuales

El consumo de alcohol durante el embarazo puede tener consecuencias físicas, cognitivas y conductuales irreversibles para el recién nacido. Tanto es así, que el TEAF está considerado como la primera causa previsible y no genética de déficit cognitivo en el mundo occidental.

Entre las personas diagnosticadas de TEAF se ha identificado una mayor psicopatología en el niño, lo cual afecta a su temperamento y dificulta la creación de un vínculo seguro. Según esta revisión sistemática, también existe una asociación positiva entre el consumo materno de alcohol durante el periodo gestacional y los efectos en la salud mental de los hijos.

A largo plazo, los niños expuestos al alcohol en una etapa gestacional presentan dificultades para tener cierta autonomía. Algunos estudios también apuntan a un mayor riesgo de déficits de conducta y dificultades en muchas áreas de desarrollo

Hay niños también en los que el TEAF se traduce en malformaciones físicas. Un estudio publicado en la revista Human Reproduction comprobó que una sola copa de vino a la semana durante el embarazo bastaba para alterar los rasgos faciales del niño, así como sus habilidades cognitivas.

La forma más severa de este trastorno es el Síndrome Alcohólico Fetal (SAF). Como explica García-Algar, los síntomas se pueden presentar de forma parcial o completa. "La persona puede tener trastorno de conducta, hiperactividad o agresividad. Pero no se tienen todos los síntomas en la misma intensidad".

Un estudio publicado en la Revista Psiquiatría Infanto-Juvenil ejemplifica esta agresividad a través de distintos testimonios recogidos por profesionales médicos. "A la llegada a nuestro hospital de día, Ana se mostraba complaciente y una actitud seductora con los profesionales. Sin embargo, a medida que pasaban las semanas, cualquier intento de recordar una norma a Ana por parte de algún profesional, desataba conductas oposicionistas y desafiantes. En ocasiones, llegó a hacer intentos de agredir a algún profesional", relatan.

"La madre de Ana acudió un día a la visita programada con el terapeuta de Ana completamente devastada. El día anterior su hija había tratado de agredirla de una forma más violenta de lo que sucedía hasta entonces. La madre expresó su incapacidad para contener estas conductas en Ana. Decía 'entiendo que es una expresión de su dolor y no quiero pararla por si la frustro aún más'", prosiguen.

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Tanto las anomalías físicas como neurocognitivas varían en función de cada caso. "Por ello intentamos hacer un diagnóstico y un tratamiento específico de cada uno de los síntomas", señala García-Algar. No obstante, el TEAF dura toda la vida, ya que no existe una cura hasta la fecha.

Hay estudios que afirman que la edad promedio en la que se diagnostica este síndrome es de 9,5 años de edad. Pero, como incide García-Algar, depende mucho de cuándo se produzca la adopción: "Puede verse desde muy pequeños hasta más adelante. No hay una edad determinada".

Un consumo muy importante

Un estudio publicado en la revista Anales de Pediatría en 2012 concluyó, después de haber analizado los informes médicos de 1.414 niños rusos propuestos para adopción, que en solo 72 casos existía confirmación del consumo de alcohol por la madre durante la gestación.

Aunque, como señala el propio autor del trabajo, la ausencia de la mención no excluye su existencia. De hecho, como cuentan algunos padres españoles nadie desde Rusia les avisa de que el menor tiene algún tipo de afección.

"Estamos hablando de países donde el consumo de alcohol es muy importante", recuerda García-Algar. Según este estudio, entre 1994 y 2018 se observó una disminución en la prevalencia de consumo de alcohol entre las mujeres embarazadas en Rusia.

El consumo ocasional sí que se mantuvo alrededor del 36%. No obstante, no hay una correlación exacta entre la canitdad ingerida y el grado de afectación. "No hay ningún estudio científico que lo demuestre. Aun así, lo ideal es evitar el consumo de alcohol durante el embarazo", sentencia García-Algar.