Luis Enrique enseña su MCG.

Luis Enrique enseña su MCG.

Salud

"Es darle un Fórmula 1 a quien necesita un utilitario": la moda de los glucómetros en el brazo

Los medidores continuos de glucosa han aumentado la calidad de vida de los diabéticos y ahora han dado el salto a las personas sin diabetes.

25 septiembre, 2023 01:21

Algo está pasando con los productos médicos para las personas con diabetes. Primero se puso de moda Ozempic, la inyección milagro que muchos prueban para perder peso sin esfuerzo, pero que realmente estaba pensada en origen para controlar los niveles de azúcar en sangre. Ahora son los medidores continuos de glucosa (MCG) los que aparecen cada vez más frecuentemente adheridos al brazo de personas que no padecen diabetes, sino que quieren mejorar su rendimiento deportivo o la manera en la que comen. En el último año hemos visto a celebridades como Luis Enrique o Chris Hemsworth llevar uno de estos sin ser diabéticos.

Estos dispositivos irrumpieron en el mercado hace una década y han revolucionado por completo la vida de las personas con diabetes. Se trata de sensores con una pequeñísima aguja que se introduce en el brazo y quedan fijos gracias a que son adhesivos. La aguja es capaz de registrar los niveles de glucosa intersticial —la que hay en el espacio entre las células— y el sensor manda la información de manera contínua al móvil. De esta manera, estos pacientes se evitan los pinchazos rutinarios en los dedos para medir su azúcar y pueden controlar estos niveles en situaciones complicadas, como cuando practican deporte.

La opinión de los médicos con respecto a estos productos es unánime: han conseguido mejorar la calidad e, incluso, la esperanza de vida de las personas con diabetes. Ahora bien, las imágenes de personas que no padecen esta enfermedad portando un MCG sí que generan más discrepancias entre ellos. ¿Realmente sirven para algo? Tal y como explica Borja Bandera, médico especialista en Endocrinología y Nutrición, en su canal de Youtube, se trata de productos seguros y, en cualquier caso, experimentar con ellos no es peligroso.

Deporte y educación

"Que haya personas sin diabetes que se animen a probar estos productos me parece maravilloso", explica Cristóbal Morales, endocrinólogo del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla. "Pero hay que saber qué estamos midiendo. Aconsejo que lo hagas con un especialista que sepa utilizar la máquina y que sea experto en nutrición. Ahora mismo, sólo se mide glucosa, pero dentro de poco habrá sensores que detecten cuerpos cetónicos y lactatos, lo que es muy interesante también para deportistas de alta competición y como método para educar en alimentación".

En España existen dos principales MCG que son el Freestyle Libre, de los laboratorios Abbott, y el de la empresa Dexcom. En este sentido, Abbott lleva unos años promocionando Lingo, un nuevo sensor que podrá aportar información contínua sobre glucosa, cetonas, lactato e, incluso, alcohol. Una de las grandes embajadoras del control de la glucemia en personas sin diabetes es Jessie Inchauspé, una bioquímica francesa que se hace llamar la diosa de la glucosa (@glucosegoddess) en Instagram. 

En sus redes sociales divulga sobre la importancia de que cualquier persona evite los picos de glucosa, comparte trucos y recetas para hacerlo y unas gráficas en las que comparte la variación de azúcar en sangre que produce un alimento. "Esta mujer se ha hecho de oro. Aporta una información muy visual, que ayuda a tener una alimentación más consciente, darnos cuenta de cómo nos sienta cada alimento. Es una herramienta para tomar consciencia", explica Morales. Aunque este endocrinólogo explica que todavía no llegan personas sin diabetes que utilicen MCG, señala que la tendencia es clara: cada vez más personas nos apuntaremos a llevar dispositivos con nosotros que midan nuestra salud.

Un fórmula 1

Las personas sin diabetes no pueden acceder a estos productos por la seguridad social, tienen un precio aproximado de 60 euros y se debe cambiar después de unas semanas. "De todas formas, las personas sin diabetes no tienen por qué usarlo toda la vida, pueden hacerlo unas semanas para tomar conciencia de su alimentación", aclara este médico. Eso sí, aunque estos dispositivos han sido sometidos a estudios para demostrar su seguridad y efectividad, no existen demasiados orientados a personas sin diabetes. 

"Yo pienso que esto es como darle un coche de fórmula 1 a una persona que sólo lo necesita para ir al trabajo", opina Antonio Mas, médico endocrinólogo. "Medir la glucosa en personas sin diabetes puede servir en algunos contextos, pero para la mayoría de personas supone gastar esfuerzo en algo que va a dar un beneficio mínimo". Este experto explica que esta nueva práctica nos distrae de otras medidas más sencillas que sí podemos tomar y que van a tener mejor resultado, como, por ejemplo, empezar a hacer ejercicio físico.

¿Pero qué pasa con los deportistas de alto rendimiento o las personas que tienen un nivel de actividad alto y ya controlan su dieta? "No creo que tampoco sea muy importante en los dos casos. A la gente que va todos los días cuatro horas al gimnasio y pesa su comida no le aportará nada saber su glucemia. Un pico de glucemia en una persona que no tiene grandes variaciones de forma habitual porque no es diabético probablemente no hace nada", cuenta Mas. 

Carbohidratos criminales

En su vídeo para Youtube, Bandera explica que los beneficios del control de la glucemia y de la insulina son todavía "una simplificación basada en hipótesis o suposiciones que veremos en los próximos años si se cumplen o no. A día de hoy no sabemos si estos dispositivos previenen enfermedades o alargan la vida" en personas que no tienen diabetes. En este sentido, Mas considera que se están extrapolando a la población sana los beneficios que se han observado en los pacientes diabéticos cuando controlan su azúcar en sangre, sin evidencia de que sean iguales para esta población.

La obsesión por reducir la glucemia lleva en muchos casos a un rechazo hacia los carbohidratos, que la elevan. En este vídeo para Tik Tok un influencer que se hace llamar el rey del azúcar en sangre (Blood sugar king) anuncia que ha dado con el desayuno perfecto para no elevar su glucemia: huevos y bacon ahumado. "Esta persona está poniendo el foco donde no toca. Puede que controle mucho el azúcar, pero aumenta su riesgo de cáncer al tomar bacon ahumado todos los días y fritos", advierte Mas. 

[Radiografía de la ración de combate del Ejército: ¿es saludable la comida de nuestros soldados?]

El endocrinólogo explica que esto es lo que se conoce como nutricionismo: "Entender el alimento como un contenedor de nutrientes y optimizar la dieta en función a ello. Hay gente que dice: 'No tomo gluten porque es malo'. Pero sabemos por estudios que las personas que no toman gluten tienden a tomar menos fibra y más procesados. Al final, generan cambios secundarios con los que no contaban". Bandera recuerda en su vídeo que la salud es mucho más que la glucemia y que esta práctica puede llevar no solo a rechazar alimentos importantes, sino también generar obsesión y ansiedad con la salud.

Antonio Mas concluye que los MCG para las personas sin diabetes se parecen a la locura por el Ozempic en que ambos se han presentado como "objetos brillantes", pero que ninguno de ellos atacan el problema de la obesidad. "Se parecen en que ninguno de ellos son una prioridad de verdad: sigues sin comer sano, ni hacer ejercicio. Buscamos una solución mágica, en torno a ella surgen intereses comerciales y los influencers empiezan a sacar libros. Hasta que aparezca la siguiente", lamenta el experto.