La estrategia de vacunación frente a la Covid-19 en España establece que a aquellos individuos menores de 65 años que han pasado la enfermedad se les administrará una sola dosis. La vacuna se recibirá a partir de los seis meses desde la fecha de comienzo de síntomas o del diagnóstico de la infección. Los mayores, en cambio, recibirán dos dosis y no tendrán que esperar seis meses.

Un informe que acaba de publicar el Centro Europeo para el Control de Enfermedades (ECDC) puede cambiar eso. En él se advierte de que la evidencia disponible sobre la eficacia de una sola dosis en individuos previamente infectados es limitada y, "como precaución, los países deben continuar administrando dos dosis", tal y como aparece en las autorizaciones de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), "particularmente en aquellos individuos mayores y que tienen un mayor riesgo de resultados graves tras la infección, y con un mayor declive de anticuerpos y células de memoria". Y es que la información disponible no es suficiente para garantizar que una sola dosis sea suficiente.

Los estudios realizados hasta el momento indican que la respuesta de anticuerpos de las personas que han pasado la enfermedad y han recibido una única dosis es comparable a la de aquellas que no se han infectado y les ha sido administrada la pauta completa.

Sin embargo, el problema de estos estudios es que la mayoría son observacionales, es decir, que hay muchas variables que no son controladas por los investigadores, y no hay datos de ensayos randomizados, los de mayor calidad científica. Tampoco hay mucha información sobre la eficacia en vida real (la mayoría de los estudios observacionales se basan en tomar muestras de sangre de un grupo reducido de personas y compararlas entre sí).

Además, los estudios existentes son en su mayoría en personal sanitario, lo que no cubre todas las edades, y tampoco se analizan criterios clínicos primarios, como infección o enfermedad sintomática confirmada por laboratorio.

Por otro lado, las mediciones de anticuerpos se han realizado entre una y cuatro semanas después de la inoculación de la dosis única, por lo que no hay datos de inmunogenicidad a largo plazo con los que se pueda comparar a las personas con pauta completa.

La amenaza de la variante Delta

Quizá la razón más importante es que todos los estudios se refieren a las respuestas de anticuerpos frente a las variante Alfa, Beta y Gamma del coronavirus SARS-CoV-2. No hay datos sobre la neutralización de la variante Delta con inmunidad natural reforzada con una única dosis de la vacuna. Y recordemos que la eficacia de una sola dosis frente a esta variante en personas no infectadas previamente es notablemente inferior respecto a las otras cepas.

"En ausencia de una comparación formal que tenga en cuenta un grupo diverso de infecciones previas, e infecciones por Covid de diferentes gravedades, debe aplicarse cautela al trasladar los datos de inmunogenicidad a resultados clínicos frente a la Covid", indican desde el ECDC.

El mismo informe advierte de que las vacunaciones parciales de individuos no infectados no cuentan con evidencia a largo plazo sobre su efectividad y, con la irrupción de la variante Delta, la pauta completa debe conseguir de la forma más rápida posible.

También se refiere a las pautas heterólogas, esto es, aquellas que combinan dosis de diferentes vacunas. Por lo general son bien toleradas e inducen una respuesta humoral (anticuerpos) y celular (linfocitos T) mayor que las pautas con una única marca.

Mientras se profundiza en la investigación de estas pautas mixtas, "el uso de regímenes heterólogos puede ofrecer flexibilidad en términos de opciones de vacunación", particularmente para mitigar el impacto que puede tener la falta de una vacuna particular.

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