Los anuncios de retrasos, los escándalos de vacunaciones a cargos públicos a los que no les correspondían y las dudas sobre la eficacia real de algunos de los fármacos han enfriado el entusiasmo por la campaña de vacunación contra la Covid-19 en España. Aunque los españoles son los europeos que mantienen la convicción más férrea en que será esta acción de Salud Pública la que logre doblegar la pandemia, las ilusiones de haber logrado una 'inmunidad de rebaño' significativa para finales de verano son cada vez más difíciles de sostener.

Quizás por eso, mensajes como los del tuitero y divulgador sanitario 'Enfermera saturada', el alter-ego del enfermero gallego Héctor Castiñeira, sean tan importantes y hayan logrado una repercusión tan importante en poco tiempo. El profesional sanitario y escritor, que actualmente trabaja en el hospital 12 de Octubre de Madrid, compartía el dato de contagios ente estos trabajadores de la última semana comparándolo con el de olas precedentes. La principal diferencia es que a estas alturas, la mayoría ha recibido por lo menos la primera dosis de la vacuna.

"Acabo de hablar con una compañera de Salud Laboral", escribe. "Me dice que en la última semana solo se ha contagiado 1 sanitario. Somos los mismos, trabajando del mismo modo y con mismos medios. ¿La diferencia? casi todos llevamos al menos 1 dosis de la vacuna. Hay motivos para la esperanza". En otro tuit, aclara que "una vez vacunado evitas desarrollar la enfermedad que provoca el coronavirus. Cada semana registraban decenas de contagios (sanitarios que desarrollaban síntomas), y en la última semana esto solo ha pasado con uno".

Este testimonio refuerza las primeras evidencias de que incluso la primera dosis del antígeno de Pfizer -en Israel, los datos apuntan a una reducción del 94% de los casos sintomáticos de Covid-19 y un 92% en los ingresos por enfermedad grave entre los vacunados- ya genera una respuesta inmune significativa. Se deben mantener las medidas de prevención como el uso de mascarilla, el lavado de manos y la distancia social ya que es posible que la persona vacunada, aunque esté protegida contra la infección, pueda transmitir el virus. 

También supondría una de las primeras evidencias de que la vacunación contribuye a "reducir la ola" pasadas unas semanas de la inoculación, un efecto que ya han podido observar también en Israel en los grupos de población ya cubiertos, como los mayores de 60 años. Por otra parte, una inmunización robusta de la población es la única alternativa a los 'confinamientos duros' según los especialistas ante la proliferación de nuevas variantes del SARS-CoV-2 que pueden ser más contagiosas y desafían a las medidas de contención. 

En ese sentido, el portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia, Lorenzo Armenteros, apremiaba al Gobierno a apurar las vacunaciones, ya que de lo contrario y "al ritmo" que va la campaña "difícilmente" se llegará a la inmunización del 70 por ciento de la población en septiembre. "Es necesario que se haga una vacunación de una forma masiva cuanto antes", advertía.

Armenteros también ha recordado que "se está comprobando que en la población vacunada, ya se ha reducido la mortalidad". Por tanto, valora, "tendría que ser una prioridad de Estado, porque a la vez que se vacuna se mejora en la economía, en la hostelería, y se podrá volver a hacer vida normal". Según concluye, "no podemos perdonar a las autoridades sanitarias si no ponen todo el esfuerzo para vacunar".

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