Paolo Fava Juan Rodríguez de Rivera

La percepción que tenemos los españoles de nuestro Sistema Nacional de Salud (SNS) pública podría encajar con el famoso refrán de Me mata, me da la vida. Por un lado, la percepción general del Sistema Sanitario y la confianza en los profesionales de la salud es inmensamente positiva, y muy superior a las valoraciones que reciben en los países vecinos, según revelaba el Estudio Europeo de Valores que elabora la Fundación BBVA.

En fecha reciente, además, la Sanidad española ha empezado a hacer 'marca España' fuera de nuestras fronteras. El Bloomberg Healthiest Country Index nos ponía a la cabeza del mundo en 2019, destacando la red de "Atención Primaria pública" que brinda "servicios preventivos a niños, mujeres y ancianos, y atención aguda y crónica". Esto se suma al estudio de 2018 publicado en The Lancet que prevé para  nuestro país la mayor longevidad del planeta en 2040, y con ello, el mayor número de ancianos

Por otro lado, nuestro sistema sanitario es frecuente motivo de quejas, tanto por parte de los usuarios como de sus trabajadores. Ambos reversos de la moneda son verídicos: las listas de espera acumulan sus mayores retrasos en 16 años, el gasto público por paciente y las contrataciones de personal no alcanzan ni la media de la OCDE, los recortes aprobados durante la recesión todavía no se han compensado según alertaba recientemente Bruselas y el ministerio de Sanidad se enfrenta a retos como la inclusión de la salud bucodental y la eliminación del copago farmacéuticocon un presupuesto fragmentado.

La explicación a esta paradójica "mala salud de hierro" del sistema hay que buscarla en el contexto. La sociedad española conserva, pese a los estragos de la alimentación industrial, aspectos saludables en la dieta como el consumo de aceite de oliva virgen, que reduce el riesgo cardiovascular y "compensa" otros malos hábitos como un tabaquismo aún excesivo. En su informe anual, la Comisión Europea alertaba del riesgo de una posible profundización de la desigualdad de la atención al paciente en función del lugar en el que sea atendido.

¿Cómo determinar los mejores hospitales?

Valorar el funcionamiento de un sistema tan intrincado como el de un hospital público es una tarea extremadamente compleja. Según explicaba a EL ESPAÑOL Enrique Bernal-Delgado, investigador del Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud y coordinador  del Proyecto Atlas de Variaciones en la Práctica Médica en el Sistema Nacional de Salud"para medir la calidad de un centro sanitario tienes que tener un conjunto de 500 o 600 indicadores y aun así estás perdiendo parámetros que se valoran mucho en los cuidados, como la atención continua en enfermería".

La realidad es que existen algunos mecanismos públicos para acceder a esos datos, pero ninguno califica a los centros de mejor a peor. Entre ellos, destacan la Central de resultados del Observatorio del Sistema de Salud y Cataluña y el Observatorio de resultados del Sistema Madrileño de Salud. 

A partir de algunos de estos parámetros objetivos se elaboran índices como el de Excelencia Hospitalaria que publica anualmente el Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía en base a "los resultados y percepciones de los profesionales que trabajan en los centros o en su entorno".  Así, por quinto año consecutivo, el mejor centro público de España ha sido la madrileña Fundación Jiménez Díaz, seguida del Hospital Clínic y, de vuelta a Madrid, por el Hospital Universitario La Paz y el Gregorio Marañón

Los centros de Madrid y Cataluña también dominan el Monitor de Reputación Sanitaria, que mide la reputación de los hospitales en encuestas a médicos, profesionales de la industria y periodistas sanitarios. A los ya mencionados se sumaban este año los hospitales del Vall d'Hebron, el 12 de Octubreel Universitario Ramón y Cajal, además del Universitari i Politecnic La Fe (Valencia) y el Universitario Virgen del Rocío (Sevilla).

Otro ranking conocido es el Top 20 hospitales que, como señala Bernal-Delgado, es voluntario. "Se presenta el que quiere y, si lo haces, es porque no lo haces mal para los indicadores que se piden". Finalmente, se deben tener en cuenta los certificados de Centros, Servicios y Unidades de Referencia del Sistema Nacional de Salud (CSUR) que tiene cada uno y que indican que son especialmente buenos para la atención o realización de las patologías o procedimientos que se indican.

EL ESPAÑOL ha seleccionado 25 hospitales que han sido destacados en uno o varios de estos listados o que han destacado en algún parámetro en el Atlas de Variaciones en la Práctica Médica o los observatorios catalán y madrileño. Están representadas la mayoría de las comunidades autónomas y se ordenan según el tamaño de las ciudades donde están situados. 

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