Es ponérselo en la muñeca y salir a correr, andar o incluso a practicar yoga. Los nuevos modelos del Apple Watch, con el sistema operativo, WatchOS5, sirven para monitorizar nuestras pulsaciones, kilómetros recorridos y ritmo mientras hacemos ejercicio. En eso se parece a otras muchas pulseras de monitorización. Sin embargo, los nuevos modelos de la compañía de Cupertino nos advierten de los peligros de sufrir un ritmo irregular del corazón, lo que derivaría en enfermedades que causarían la muerte. Y para mostrar a médicos y autoridades la fiabilidad de sus dispositivos, se han aliado con universidades punteras.

La empresa fundada por Steve Jobs y Steve Wozniak se ha unido con la Universidad de Stanford para desarrollar el Apple Heart Study, que usa datos del Apple Watch “para identificar ritmos cardíacos irregulares, incluyendo aquellos de estados del corazón potencialmente graves”, según explica el proyecto en su página web. Estos datos forman parte de una investigación que mejora la tecnología para que se puedan detectar anomalías como la llamada fibrilación auricular.

La fibrilación auricular es un ritmo irregular del corazón que, de acuerdo a lo publicado, los Apple Watch pueden detectar en casi un cien por cien de los casos. Así se lo han dicho a la FDA, el organismo estadounidense encargado de regular la seguridad de alimentos y fármacos, que dio el visto bueno al dispositivo un día antes del evento de presentación, la semana pasada.

En una de esas investigaciones participaron 580 personas que usaron el reloj. De ellas, la mitad tenían fibrilación auricular. El wearable la encontró en el 98 % de las personas que la padecían, y acertó en el caso de los que no la tenían en un 99,6 %. La fibrilación auricular es algo más que una irregularidad en el ritmo: padecerla implica un mayor riesgo de derrame cerebral y fallo cardíaco.

Para otro de los estudios se usó a 226 personas con ritmo cardiaco irregular. Durante una semana, llevaron puesto un Apple Watch y un wearable tradicional. Según los resultados presentados por la empresa, un 41 % de las personas tenían un ritmo cardiaco irregular, de acuerdo a los monitores clásicos. El porcentaje aumentó al 79 % en la aplicación ECG, una especie de electrocardiograma que incluyen por primera vez los Apple Watch en la versión presentada hace tan solo una semana.

Con la ECG, y según explica la compañía, en 30 segundos los usuarios recibirán una clasificación de la frecuencia cardíaca. Las lecturas de la aplicación y los síntomas se registran en un archivo .pdf, de la app Salud, para mandar a un médico si lo consideramos conveniente. Además de avisar de la fibrilación auricular, avisa si la frecuencia cardíaca está por encima o debajo de un determinado número. Por cierto, que en 2017 la FDA ya dio el visto bueno a una tecnología de electrocardiograma que se podía usar con un Apple Watch.

Así luce la app ECG Apple

Falsos positivos

Aunque estos datos resultan muy atractivos para usar el wearable y reconocer posibles enfermedades, algunos médicos han pedido precaución.

Sekar Kathiresan, médico y científico del Hospital General de Massachusetts y especializado en factores de riesgo genéticos para enfermedades del corazón, ha asegurado que las consultas se llenarán de personas preocupadas por recibir una alerta de ritmo cardiaco irregular. Entre ellas, muchos jóvenes pudientes, que son aquellos capaces de permitirse un Apple Watch y a la vez los que menos posibilidades tienen de sufrir fibrilación auricular. En su opinión “es incluso más probable que un resultado positivo sea falso positivo”, ha adelantado.

Venkatesh Murthy, cardiólogo de la Universidad de Michigan, explica que aún faltan muchos datos sobre cómo se realizaron los experimentos aprobados por la FDA. También ha resaltado que la prevalencia de la fibrilación auricular es mayor fuera del público objetivo de Apple que dentro de él.

Mientras tanto, Apple sigue pidiendo datos para sus estudios con la Universidad de Stanford. En la web de la Facultad de Medicina de la institución han llamado a los residentes en Estados Unidos mayores de 22 años que tengan un iPhone 5s o superior y un Apple Watch Series 1 o superior para formar parte de la investigación. A la vez, no debían haber sido diagnosticados de fibrilación auricular o aleteo auricular (otro trastorno del ritmo), ni tomar medicamentos anticoagulantes. El acceso de nuevos miembros se cerró el pasado 1 de agosto; aquellos que entraron

En su sección de preguntas y respuestas frecuentes, Apple animaba a participar porque una de cada cuatro personas tendrá fibrilación auricular a lo largo de su vida. Al usar los datos se ayudará a identificar esa y otras dolencias del corazón. Y no es la única manera en la que puede salvarnos la vida. Los nuevos relojes vienen con un detector de caídas incorporado, que llamaría a los servicios de emergencia si detectara que la persona que lo lleva está en el suelo. Incluso, puede mandar la ubicación a los contactos si no detecta ninguna respuesta.

El procesamiento de datos durará hasta enero de 2019. A partir de entonces habría que esperar para saber de qué manera nos conviene usar uno de los wearables de la empresa.