Teresa Jordá, la consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Generalitat de Cataluña, se encuentra desde hace una semana en el centro de la polémica. El motivo no es otro que la aprobación de un polémico decreto por el que se regula la venta de leche cruda de vaca. Este producto, que se comercializará sin esterilizar o pasteurizar, fue prohibido en 1990 debido a que podía suponer un riesgo para la salud. Ahora, casi 30 años después, podrá volver a adquirirse en distintas superficies comerciales de Cataluña.

La medida ha provocado gran cantidad de críticas desde distintos sectores ya que ninguno de los requisitos que establece el decreto para su producción, venta, transporte y envasado garantiza al 100% la seguridad del producto. Es más, tal y como explicaba Miguel Ángel Lurueña, experto en Ciencia y Tecnología de los Alimentos, Ingeniero Técnico Agrícola y autor del blog Gominolas de Petróleo, el decreto obliga a que en la etiqueta del envase aparezca el mensaje: "Leche cruda no tratada térmicamente: debe hervirse antes de su consumo".

Jordá, que es licenciada en Historia Moderna y Contemporánea por la Universidad Autónoma de Barcelona pero no tiene ninguna formación relacionada con rama alguna de la ciencia, lejos de achantarse, no ha dudado en hacer como Manuel Fraga con Palomares. El pasado viernes subía una foto a su cuenta de Twitter en la que aparecía bebiendo un vaso de leche cruda. "El valor biológico y el sabor de la leche cruda de vaca es espectacular", se puede leer en el mensaje escrito en catalán.

La publicación generó cientos de comentarios en los que se le recordaba que la leche cruda puede tener gran cantidad de bacterias patógenas y su consumo puede provocar meningitis bacteriana o listerosis, entre otras enfermedades. Algunos usuarios e investigadores como el profesor de Biotecnología de la Universidad Politécnica de Valencia J.M. Mulet no dudaron en rescatar la defensa que Jordá hizo en septiembre 2013 de la homeopatía y la acupuntura, en un pleno del Congreso durante su etapa como diputada en las Cortes.

Por aquel entonces se conocía la noticia de que Juan Carlos I había sido operado con éxito de una infección en su cadera izquierda por Miguel Cabanela, jefe de cirugía Reconstructiva de la Clínica Mayo de Rochester (Minnesota). La noticia servía a Jordá para reclamar a Ana Mato, por entonces Ministra de Sanidad, la regularización de terapias naturales como la acupuntura, la osteopatía, la homeopatía o la naturopatía.

"Si en lugar de un problema de cadera el Rey tuviera un problema de hemorroides, le recomendaríamos que en lugar de traer a un médico del extranjero para una operación quirúrgica se tratara mediante acupuntura o lo hiciera mediante homeopatía, que es igualmente eficaz y más barato", decía Jordá, según el testimonio recogido por el Diario de Sesiones del Congreso.

En Cataluña se podrá vender leche cruda

"Señorías, es escandaloso que más de 300.000 personas al día en el Estado español, incluidos, evidentemente, militantes y cargos públicos del Partido Popular, utilicen terapias naturales como la acupuntura, la osteopatía, homeopatía o naturopatía, y que el Gobierno se niegue reiteradamente a regularlas para la seguridad de los profesionales y los pacientes", decía la diputada de ERC, que no dudaba en asegurar que estas prácticas cuestionables y sin evidencia científica suponen "un ahorro para la sanidad y beneficios para la salud".

Mato, que un año después dimitiría tras ser imputada en la trama Gürtel, respondía a Jordá que "las terapias naturales son un campo de salud en constante evolución" y que necesitaban del "máximo consenso posible, especialmente para garantizar su seguridad".

Por qué la leche cruda es mala para la salud Silvia P. Cabeza

Pese a las críticas vertidas contra su persona durante toda la semana, Jordá no ha reculado un milímetro y este mismo domingo defendía el consumo de leche cruda durante una entrevista en RAC1. En la emisora catalana ha vuelto a asegurar que “no hay peligro, en absoluto” en el consumo de este producto. "Es como abrir la nevera, coger un muslo de pollo e intentar comértelo después de cuatro semanas allí", ha dicho. La comparación, como no podía ser de otra forma, ha vuelto a generar una oleada de críticas contra ella.