El ganador de la última edición de Eurovisión, Salvador Sobral, está ingresado en el Centro Hospitalar de Lisboa Ocidental u Hospital Santa Cruz de Lisboa. Aunque se desconoce su verdadero estado de salud, su representante ha confirmado a la web del certamen dicho ingreso, pero no que esté en estado crítico ni que su vida corra peligro.

Sin embargo, todo parece indicar que podría estar cerca el momento de que el cantante de 27 años reciba el trasplante de corazón que ya anunció que necesitaba cuando participó en Eurovisión y que responde a un problema cardíaco no hecho público que obligó al cantante a cancelar su gira de conciertos hace apenas 15 días. 

Sin conocer el parte médico del joven, es difícil establecer un pronóstico, pero parece complicado poder asegurar que su vida esté en riesgo. El director del Programa de trasplantes del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, José Luis Escalante, comenta a EL ESPAÑOL que la espera a un trasplante varía muchísimo de un paciente a otro, así como las posibles causas del mismo. 

En el sistema español de trasplantes -que Portugal ha imitado en gran medida- existen dos tipos de operaciones de este tipo: las electivas y las urgentes. En el primer caso, el enfermo está razonablemente mantenido por su corazón, pero éste "no da más y necesita ponerse en lista de espera, aunque puede esperar incluso en su casa". No es una operación urgente, pero sí se debe realizar. 

El segundo caso es el opuesto. Se trata de un trasplante de carácter urgente pero que puede tener dos códigos: el 0 y el 1. Estar en la primera lista significa que en cuanto haya un corazón disponible en todo el país será para ese paciente; en la segunda, la prioridad será regional. En ambos casos, sus miembros recibirán el órgano antes que los candidatos a trasplante electivo. 

"Cuando aparece un donante compatible le correspondería a un receptor electivo excepto que haya un paciente en código 0", subraya Escalante. 

Pero, ¿cómo es la espera hasta recibir el ansiado órgano? Contando con que las especulaciones sobre la salud de Sobral fueran ciertas, éste podría estar en distintos estados. "Hay personas que requieren de un respirador y muchísimos medicamentos para mantenerse con vida; otros a los que hay que colocar un balón de contrapulsación, un aparato que ayuda al corazón a expulsar la sangre; un tercer caso es la asistencia ventricular con oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO), que deriva la sangre sin que funcione el corazón; un cuarto sería la colocación de un aparato en el ventrículo, un asistente ventricular; por último, existe la posibilidad de colocar un corazón artificial", explica el especialista, que señala que ésta última opción está más indicada para pacientes que no pueden recibir el corazón por distintos motivos, como no poder soportar una cirugía. 

A cualquiera de estos aparatos podrían referirse los rumores sobre la salud de Sobral, que aseguran que está "conectado" a una máquina. Aún así, la calidad de vida incluso en el hospital también puede variar. "Hay pacientes que están completamente sedados a otros que están tumbados pero conscientes, así como algunos que pueden estar sentados y levantándose y disfrutando de la compañía de su familia", explica el médico. 

Respecto a las posibilidades de fallecer en ese periodo, Escalante es claro: "Sí, claro que se puede morir esperando, pero para esos están los cirujanos cardiacos y las unidades de cuidados intensivos". "Los problemas se pueden ir solventando", concluye. 

Noticias relacionadas