El omeprazol es uno de los fármacos más recetados. Mal conocido como "protector estomacal", su función real consiste en reducir la secreción de ácido gástrico en determinadas dolencias. Sin embargo, su uso se ha popularizado para casos leves y transitorios de malestar estomacal o indigestión. Unas dolencias que, por sus características, podrían mejorar sin farmacología de por medio.

Así lo asegura un nuevo trabajo publicado en la revista BMJ Evidence-Based Medicine, en el cual los investigadores habrían descubierto que un compuesto natural podría ser tan eficaz como el mismísimo omeprazol para tratar la indigestión. Este ingrediente se encuentra en una de las especias más conocidas y apreciadas del mundo, la cúrcuma.

El omeprazol es un inhibidor de la bomba de protones o IBP. Estos compuestos  tratan, entre otras dolencias, la dispepsia funcional o malestar estomacal recurrente. Sus síntomas incluyen la sensación de saciedad excesiva tras las comidas (plenitud pospandrial), saciedad tras comer poco (plenitud temprana) y dolor y/o sensación de ardor estomacal con las comidas (dolor epigástrico). El uso prolongado de los IBP puede aumentar el riesgo de fracturas, déficits de micronutrientes y un mayor riesgo de infecciones.

La cúrcuma, por su parte, es un derivado de la raíz de la planta Curcuma longa. Algunos estudios ya han sugerido que este condimento contiene un compuesto, la curcumina, que habría demostrado propiedades antiinflamatorias y antimicrobianas. De hecho, su uso como remedio medicinal es bien conocido en zonas como el sudeste asiático, donde también suele usarse para síntomas de indigestión.

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Lo que aún no está tan claro es si este compuesto puede ser superior a otros fármacos, ya que no existen estudios comparativos al respecto. Por este motivo, los investigadores reclutaron en hospitales de Tailandia, entre 2019 y 2021, a 206 pacientes de entre 18 y 70 años con dispepsia funcional de causa desconocida. Estos fueron asignados aleatoriamente a tres grupos de tratamiento diferentes durante un período de 28 días.

El primer grupo (69 pacientes) recibió dos cápsulas de curcumina de 250 mg cuatro veces al día junto a una cápsula de placebo. El segundo grupo (68 pacientes) recibió una cápsula de omeprazol de 20 mg diario junto a dos cápsulas de placebo cuatro veces al día, y el tercer grupo (69 pacientes) recibió cúrcuma más omeprazol.

De los 206 pacientes inscritos, 151 completaron el estudio: abandonaron 20 en el grupo curcumina, 19 en el grupo de omeprazol y 16 en el grupo combinado. Todos los pacientes compartían características clínicas y puntuaciones de indigestión similares, según la Evaluación de la Gravedad de Dispepsia o SODA. Los que lo completaron fueron reevaluados a los 28 días y a los 56 días para el estudio.

Según los hallazgos del estudio, las puntuaciones SODA indicaron reducciones significativas de la gravedad de los síntomas el día 28, tanto para el dolor como para otros síntomas. Estas mejoras fueron incluso superiores tras 56 días, y de forma similar en el grupo que tomó curcumina en comparación con el que tomó omeprazol. No se informó de efectos secundarios graves, aunque las pruebas de función hepática indicaron cierto nivel de deterioro entre los consumidores de curmina que sufrían sobrepeso, según los investigadores.

Como limitaciones, los investigadores reconocen el pequeño tamaño del estudio, el corto periodo periodo de intervención y la falta de datos de seguimiento a largo plazo.  Aún así, como conclusión, los investigadores sugieren que "este ensayo controlado aleatorio multicéntrico proporciona pruebas muy fiables para el tratamiento de la dispepsia funcional, los nuevos hallazgos pueden justificar la consideración de la curcumina en la práctica clínica".