Llegar a superar los 90 e incluso los 100 años no es tarea fácil para el ser humano promedio. Por distintas razones, además, suele ser más difícil si cabe para los hombres que para las mujeres.
Se suele creer que una base genética que predispone a esta "suerte" para vivir más y mejor, mientras que otros estudios apuntan al ambiente y la dieta como pilares básicos para alcanzar la larga vida. Algunos de estos factores se aunarían en ciertas áreas del planeta, conocidas como Zonas Azules.
Ahora, un nuevo estudio publicado en el Journal of Gerontology: Medical Sciences añade una nueva clave a la genética, la dieta y el estilo de vida. Se trata del peso: mantenernos en 'normopeso' a medida que envejecemos sería clave para alargar la vida, al menos para las mujeres.
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Así lo afirma un estudio multiinstitucional dirigido por la Universidad de California en San Diego, que señala que alcanzar la "longevidad excepcional" -a partir de los 90 años de vida- sería más probable para las mujeres que mantienen el mismo peso corporal desde los 60 años en adelante.
De hecho, las mujeres mayores que mantienen el mismo peso a partir de la sexta década de la vía tendrían entre 1,2 y 2 veces más probabilidades de alcanzar esta longevidad excepcional en comparación a aquellas que experimentaban una pérdida de peso de un 5% o más.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores analizaron las asociaciones entre los cambios de peso en las etapas avanzadas de la vida con la posibilidad de alcanzar una longevidad excepcional. Se tuvieron en cuenta datos de 54.437 mujeres que se inscribieron al Women's Health Initiative, un estudio prospectivo que investiga las causas de las enfermedades crónicas en mujeres posmenopáusicas. A lo largo del periodo de seguimiento, el 56% de las participantes (30.647) sobrevivieron hasta los 90 o más años.
Según sus hallazgos, las mujeres que perdieron al menos un 5% o más de su peso tenían menos probabilidades de alcanzar la longevidad excepcional en comparación a aquellas que mantuvieron un peso estable. Como ejemplo, las mujeres que perdieron peso involuntariamente tenían hasta un 51% menos de probabilidades de llegar a los 90 años. Sin embargo, ganar un 5% de peso o más no se asociaría con esta longevidad excepcional.
"Es muy común que las mujeres mayores de Estados Unidos experimenten sobrepeso u obesidad, con un índice de masa corporal de 25 a 35. Nuestros hallazgos apoyan que mantener ese peso estable contribuye a la longevidad de estas mujeres", explica el investigador Aladdin H. Shadyab, profesor asociado de la Escuela Herbert Wertheim de Salud Pública y Ciencias de la Longevidad Humana de la UC San Diego y autor principal del estudio.
"Si, por el contrario, pierden peso de forma involuntaria, esto podría ser una señal de alarma sobre mala salud y un predictor de menor esperanza de vida", añade Shadyab. Estos datos ampliarían la base creciente de investigación que relacionaría los cambios de peso con la mortalidad. De hecho, este sería el primer estudio de gran tamaño que examina el cambio de peso en etapas avanzadas de la vida y su relación con la longevidad excepcional.
Asimismo, estos hallazgos también sugerirían que las actuales recomendaciones sobre pérdida de peso en mujeres mayores podrían no ser de ayuda si lo que se busca es alargar la esperanza de vida. Aún así, los mismos investigadores advierten de que las mujeres deben seguir los consejos médicos si se recomienda una pérdida de peso moderada para mejorar la salud o la calidad de vida.