Desayuno.

Desayuno. Marcos Garzo Pixabay.

Nutrición Hipertensión

El ingrediente típico de los desayunos en España que baja la hipertensión sin darnos cuenta

Los componentes bioactivos que contienen pueden contrarrestar los efectos de la cafeína sobre la presión arterial, con resultados positivos.

13 febrero, 2023 03:19

Durante mucho tiempo se ha relacionado el consumo de café con la hipertensión. Sin embargo, la evidencia científica le está dando la vuelta a estas creencias: no es el café en sí lo que afectaría a la presión arterial sino la cantidad consumida, y siempre hay cabida para individualizar entre personas. Dicho de otro modo, el café estaría permitido con hipertensión, pero cuidando la dosis.

Ahora, para darle otra vuelta de tuerca, un nuevo estudio publicado en la revista Nutrients volvería a desbaratar los consejos nutricionales. Según este trabajo, beber café ayudaría a mantener la tensión baja y no al revés.

Tal y cómo recoge el estudio, llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Bolonia y del Hospital Universitario de Bolonia-Policlínica Sant'Orsola, tomar dos o tres tazas de café al día se relacionaría con una menor tensión arterial respecto a tomar una o ninguna. Y dicha tensión se mantendría baja tanto a nivel periférico como a nivel central, es decir, en los niveles más cercanos al corazón.

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El café es una de las bebidas más populares en todo el mundo, y objeto de veneración en Italia, donde se realizó el estudio. Se calcula que solo entre 2020 y 2021 se consumieron casi 10 millones de toneladas de café. Hoy en día se sabe que su consumo tiene beneficios a nivel cardiovascular, metabólico, neurológico y hepático. Sin embargo, aún no está claro si dichos beneficios se deben directamente a la cafeína u otras sustancias presentes en el café.

Como explica Arrigo Cicero, profesor del Departamento de Ciencias Médicas y Quirúrgicas de la Universidad de Bolonia y autor del estudio, "la cafeína es solo uno de los diversos componentes del café, y ciertamente no es el único con un papel activo. De hecho, se han registrado efectos positivos en la salud humana incluso entre aquellos que consumen café descafeinado. Sabemos que la cafeína puede aumentar la presión arterial, pero otros componentes bioactivos del café parecen contrarrestar este efecto con un resultado final positivo en los niveles de tensión arterial".

Para llegar a estas conclusiones, Cicero y sus colegas analizaron a 720 hombres y 783 mujeres de una subcohorte del Brisighella Heart Study, un estudio observacional coordinado por Claudio Borghi, profesor del Departamento de Ciencias Médicas y Quirúrgicas de la Universidad de Bolonia. Se compararon su presión arterial y sus hábitos de consumo de café junto con una gran variedad de datos clínicos.

Según Cicero, los resultados "son muy claros": la presión arterial periférica fue significativamente más baja entre las personas que consumían entre una y tres tazas de café al día respecto a los que no bebían café. Además, también se confirmó que estos efectos también se producen a nivel de presión aórtica central, la arteria más cercana al corazón.

Los investigadores subrayan que sus datos muestran valores más bajos para los bebedores de café tanto en presión arterial sistólica como diastólica, y tanto en a circulación periférica como en la central. Todos los resultados, en conjunto, confirmarían los efectos positivos del café en la mitigación del riesgo de enfermedades cardiovasculares.

"Los resultados obtenidos muestran que quienes beben café regularmente tienen una presión arterial significativamente más baja, tanto a nivel periférico como central, respecto a quienes no lo beben. Este sería el primer estudio que observa esta asociación en la población italiana, y los datos confirman el efecto positivo del consumo de café sobre el riesgo cardiovascular", concluyen.

Finalmente, cabe destacar que el estudio no carece de limitaciones: el consumo de café fue autoinformado por los participantes, algo que podría dar lugar a sesgos de memoria. Tampoco se tuvo en cuenta el tipo de café, los métodos de preparación ni el consumo de otras sustancias añadidas como la leche. Finalmente, no se diferenció si el café era descafeinado o no, una alternativa que tendrá que investigarse en el futuro.